18 Diciembre 2015
BRASILIA.- La Corte Suprema de Brasil analizará a partir de febrero el pedido de la Fiscalía General de apartar del cargo al presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Eduardo Cunha, denunciado por corrupción, informaron medios locales.
Según el portal G1, del grupo Globo, el Supremo Tribunal Federal -la más alta corte del país- evaluará la solicitud a partir del 1 de febrero, cuando termina el receso de verano del Poder Judicial, que comienza el viernes.
El pedido de salida de Cunha, denunciado por su presunta participación en la red de corrupción que operó en Petrobras, fue presentado el miércoles por el fiscal general de la República, Rodrigo Janot.
En el petitorio, de 190 páginas, Janot acusa a Cunha de usar el cargo para dificultar las investigaciones de la operación Lava Jato, de la policía federal, que trata sobre los fraudes y desvíos de fondos de los que fue objeto la mayor empresa pública nacional.
También acusa al político conservador de “presionar e intimidar a testigos, colaboradores, abogados y agentes públicos con el fin de dificultar las investigaciones que lo vinculan con delitos de corrupción”.
Además de las denuncias que investiga la Fiscalía, Cunha enfrenta un proceso en el Consejo de Ética de la Cámara Baja, que puede resultar en la impugnación de su mandato.
Ese proceso se basa en el presunto “quiebre de decoro parlamentario” en el que habría incurrido Cunha al negar ante sus pares tener cuentas bancarias en el exterior, lo que fue desmentido luego por las autoridades suizas, que revelaron que el legislador, su esposa y su hija poseen cuatro cuentas en ese país, que habrían recibido fondos desviados de Petrobras.
“Graves hechos concretos y recientes imponen el alejamiento de Eduardo Cunha de la presidencia de la Cámara de Diputados, en vista de que ha utilizado esa relevante función en beneficio propio y de su grupo delictivo con la finalidad de obstruir y enturbiar las investigaciones delictivas existentes contra sí”, expresa Janot en su pedido.
Pese a integrar la coalición oficialista y militar en el principal socio del Gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), Cunha se declara opositor a la presidenta Dilma Rousseff, y fue quien dio luz verde para abrir el proceso para destituirla. El martes, la policía federal registró las residencias y oficinas del legislador en el marco de la operación Lava Jato. Implicados en los fraudes en Petrobras que colaboran con las autoridades acusan al diputado de cobrar sobornos a cambio de facilitarle a empresas la obtención de contratos con el ente estatal. Paralelamente, la semana próxima el Congreso brasileño debe definir si avanza o no con el proceso de destitución de la Presidenta, en el marco del juicio político que se inició en su contra. (DPA)
Según el portal G1, del grupo Globo, el Supremo Tribunal Federal -la más alta corte del país- evaluará la solicitud a partir del 1 de febrero, cuando termina el receso de verano del Poder Judicial, que comienza el viernes.
El pedido de salida de Cunha, denunciado por su presunta participación en la red de corrupción que operó en Petrobras, fue presentado el miércoles por el fiscal general de la República, Rodrigo Janot.
En el petitorio, de 190 páginas, Janot acusa a Cunha de usar el cargo para dificultar las investigaciones de la operación Lava Jato, de la policía federal, que trata sobre los fraudes y desvíos de fondos de los que fue objeto la mayor empresa pública nacional.
También acusa al político conservador de “presionar e intimidar a testigos, colaboradores, abogados y agentes públicos con el fin de dificultar las investigaciones que lo vinculan con delitos de corrupción”.
Además de las denuncias que investiga la Fiscalía, Cunha enfrenta un proceso en el Consejo de Ética de la Cámara Baja, que puede resultar en la impugnación de su mandato.
Ese proceso se basa en el presunto “quiebre de decoro parlamentario” en el que habría incurrido Cunha al negar ante sus pares tener cuentas bancarias en el exterior, lo que fue desmentido luego por las autoridades suizas, que revelaron que el legislador, su esposa y su hija poseen cuatro cuentas en ese país, que habrían recibido fondos desviados de Petrobras.
“Graves hechos concretos y recientes imponen el alejamiento de Eduardo Cunha de la presidencia de la Cámara de Diputados, en vista de que ha utilizado esa relevante función en beneficio propio y de su grupo delictivo con la finalidad de obstruir y enturbiar las investigaciones delictivas existentes contra sí”, expresa Janot en su pedido.
Pese a integrar la coalición oficialista y militar en el principal socio del Gobierno, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), Cunha se declara opositor a la presidenta Dilma Rousseff, y fue quien dio luz verde para abrir el proceso para destituirla. El martes, la policía federal registró las residencias y oficinas del legislador en el marco de la operación Lava Jato. Implicados en los fraudes en Petrobras que colaboran con las autoridades acusan al diputado de cobrar sobornos a cambio de facilitarle a empresas la obtención de contratos con el ente estatal. Paralelamente, la semana próxima el Congreso brasileño debe definir si avanza o no con el proceso de destitución de la Presidenta, en el marco del juicio político que se inició en su contra. (DPA)
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