El veto del socialismo deja a Rajoy sin reelección

El PSOE le negó el apoyo al líder del Partido Popular, quien no encuentra las adhesiones suficientes para seguir gobernando.

EN SOLEDAD. Rajoy paseó ayer con su perro por una plaza de Madrid. EN SOLEDAD. Rajoy paseó ayer con su perro por una plaza de Madrid.
22 Diciembre 2015
MADRID.- El presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, no tiene opciones de ser reelegido después de que el Partido Socialista (PSOE) anunciara que no lo votará, lo que encamina a España hacia difíciles negociaciones con dos escenarios posibles: la búsqueda de otro candidato conservador o un gobierno progresista alternativo. El día después de comicios históricos, que pusieron fin a la hegemonía bipartidista y que dejaron un Parlamento más plural, los partidos comenzaron a fijar sus posiciones marcando el terreno para los futuros pactos que deberían desembocar en la formación de un nuevo Gobierno y que, en caso de fracasar, llevarían a España a repetir la votación.

Tras obtener un 28,7% de los votos y 123 diputados, quedando muy lejos de la mayoría absoluta de 186 escaños que ostentaba desde 2011, Rajoy aseguró que intentará formar gobierno “con apoyos parlamentarios”.

La aritmética arroja de entrada un panorama muy complejo, puesto que ni siquiera sumando al partido de Albert Rivera, Ciudadanos -posible aliado liberal que sumó 40 escaños-, el Jefe del Ejecutivo lograría los votos suficientes como para mantener la investidura con mayoría absoluta (176 escaños) en la primera votación. En el segundo intento, 48 horas después, necesita la mayoría simple de los 350 diputados de la Cámara, es decir, más votos a favor que en contra. Algo que actualmente tampoco tiene posibilidades de conseguir.

Al valorar los resultados, Rivera ratificó que no apoyaría la investidura de Rajoy ni la del líder socialista Pedro Sánchez, y que se abstendría para que el PP gobernara en minoría, si eso supone evitar elecciones anticipadas. “Ahora le toca al PSOE decidir si se abstiene o intenta formar gobierno con los independentistas y Podemos”, lanzó, dejando la pelota del lado de los socialistas.

El secretario de Organización del PSOE, César Luena, despejó la incógnita anunciando que su partido no votaría a la investidura de Rajoy. “Tenemos en claro rechazar la investidura de Rajoy”, dijo el “número dos” de Sánchez. “Al que le toca formar gobierno es al PP, y el PSOE va a ser responsable siempre”, subrayó, insistiendo en que no apoyarían al actual Presidente.

Esto no cierra la puerta a la posibilidad de abstenerse si Rajoy se baja y en su lugar el PP presenta otra candidatura. El PP negó esa posibilidad cuando, en plena campaña, el líder de Podemos, Pablo Iglesias, advirtió de lo que llamó “Operación Menina”, que especulaba con que los conservadores tenían un “plan B” para invertir a la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con los votos de Ciudadanos en caso de que Rajoy tuviera problemas para seguir.

Se trata de una opción más que se encuentra sobre la mesa, frente a las negociaciones que se avecinan y que muestran que Rajoy no cuenta con el respaldo necesario.

Sánchez no podría apuntalar a Rajoy después de que, en el único debate que tuvieron en campaña, lo llamó “indecente” por no haber renunciado a la Presidencia a raíz de los escándalos de corrupción en los que está imputado el ex tesorero del PP, Luis Bárcenas. Para los socialistas, en cambio, sería más fácil asumir un gobierno en minoría del PP con la experimentada Sáenz de Santamaría al frente.

Izquierdas unidas

La otra opción es la posibilidad de un acuerdo similar al ocurrido recientemente en Portugal, donde una coalición de partidos de izquierda, liderada por los socialistas, hizo caer al gobierno del conservador Pedro Passos Coelho.

Sin embargo, una hipotética alianza entre el PSOE, que logró 90 escaños, y Podemos (69) convirtiéndose en la tercera fuerza, necesitaría también de otra fuerza para alcanzar la mayoría absoluta, y eso sólo lo conseguirían junto con los nacionalistas vascos e independentistas catalanes.

Luena sostuvo que es demasiado pronto para plantearse una mayoría parlamentaria alternativa al PP para gobernar, y también reiteró que las condiciones que pone Iglesias -la celebración de un referéndum vinculante sobre la independencia de Cataluña- no coincide con la posición del PSOE de defensa de la unidad de España.

Iglesias subrayó que el referéndum catalán es una línea roja para Podemos. “Si el PSOE no entiende que España es diversa y plurinacional, lo que está diciendo es que van a entregar el Gobierno al PP”, afirmó el líder de la fuerza antiajuste, dejando claro que si los socialistas no apoyan un referéndum será imposible que reciban su respaldo.

“Lo que está en juego no es una investidura a la Presidencia, sino la puesta en marcha de una nueva transición”, sostuvo. “Toca la calma y la altura de miras y, sobretodo, altura de Estado”, dijo Iglesias, quien, por otro lado, se mostró preocupado ante “algunos en el PSOE que apuntan a una ‘Gran coalición’ con el PP”.

Por su parte, “barones” territoriales del PSOE, como Emilio García Page, presidente de Castilla La Mancha, Guillermo Fernández Vara y su par de Extremadura, censuraron un posible acuerdo con Podemos. El gobierno de Rajoy entra hoy en funciones y sólo podrá adoptar decisiones de trámite.

La fecha de la constitución del Congreso de los Diputados y el Senado es el 13 de enero, pero recién 15 días después se puede celebrar la sesión que da inicio solemne a la Legislatura. Se da la situación de que enero no es un mes parlamentario hábil, por lo que la primera decisión de la mesa del Parlamento debe decidir si lo habilita. A partir de entonces, el Rey deberá proponer al candidato a la Presidencia del Gobierno. (Télam)

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