24 Diciembre 2015
Gandur rechaza la dimisión de Sbdar a la vicepresidencia de la Corte Suprema
El Palacio de Justicia estuvo más activo que nunca en la jornada previa a la Navidad. Por un lado, Sbdar renunció a la vicepresidencia de la Corte, y criticó a Goane y a Estofán, los pares que pretenden judicializar el tema. Por el otro y a instancias del juez Pedicone, el alto tribunal emitió una sentencia sin parangón en una de las causas que involucran al ex fiscal Herrera.
PRESIDENTE Y VOCAL DECANA. Antonio Gandur y Claudia Sbdar en la sala de acuerdos del alto tribunal provincial. la gaceta / foto de archivo
La renuncia indeclinable de Claudia Sbdar a la vicepresidencia de la Corte Suprema de Justicia de Tucumán recién empezaba a circular cuando se encontró con su “primer detractor”: Antonio Gandur. El presidente del cuerpo rechazó la dimisión de su par; ratificó la decisión de votarla para la función de vocal decana y pasó ambos documentos (la nota de Sbdar y su decreto) a los demás vocales. La oposición de Gandur abre un interrogante: ¿qué ocurrirá si Daniel Posse, que también sufragó por Sbdar, adopta la misma tesitura?
Tal pregunta se hacían en el entorno de Antonio Estofán y René Goane, los vocales que primero disintieron con la elección de Sbdar y, luego, la recurrieron en sede administrativa con la promesa de llegar, si es necesario, hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La minoría sostiene que la Ley Orgánica de Tribunales obliga a elegir vocal decano al de mayor edad o antigüedad, y que ambos caminos no llevan a Sbdar sino a Goane, que desempeñó sin interrupciones esa tarea desde 2001.
“Goane y Estofán vienen a desarrollar artificiosas construcciones argumentativas en un desopilante intento de torcer el sentido claro de las normas en juego”, opinó Sbdar en el escrito de renuncia que presentó el martes a última hora. El documento de ocho carillas postula que la interpretación de los disidentes es manifiestamente ilegal, inconstitucional, discriminatoria y anticonvencional.
El artículo 11 de la Ley Orgánica dice: “(...) para la elección del vocal decano, se preferirá al de mayor antigüedad en el cargo o al de mayor edad, el que cumplirá las funciones de presidente alterno sustituyendo a aquel cuando, por cualquier motivo, no pueda ejercer sus funciones”. Según Sbdar, a nadie puede ocurrírsele que para ser vice haya mayores exigencias que para presidir la Corte, para lo que, en función de la Constitución de Tucumán, basta con tener 40 años y ninguna antigüedad. “El artículo 11 establece que habrá una elección, esto es, voluntad, albedrío, arbitrio y decisión (...). Entonces, si hay una votación, se concluye sin esfuerzo que la ley ha establecido la facultad de elegir libremente al vocal decano entre todos los integrantes del tribunal”, razonó la jueza, que el 25 de noviembre se había convertido en la primera “número 2” del alto tribunal.
Sbdar consideró que la preferencia legal por el vocal de mayor edad o antigüedad de ningún modo implicaba una predeterminación automática u obligatoria, y que esta era la interpretación que armonizaba con el espíritu de la Constitución. “En las concretas circunstancias del caso, la lectura de Estofán y de Goane apunta con exclusividad a proscribir a la vocal elegida”, dijo en tercera persona. Y agregó que estos se rehúsaban a reconocer el resultado de la votación: “su posición es desestabilizadora de la colegiatura que caracteriza a una Corte; una minoría vencida no puede, en aras de un afán puramente personalista, desautorizar las decisiones surgidas legal y constitucionalmente del voto de la mayoría”.
Un supuesto de sexismo
La renovación de autoridades de la Corte implicó un proceso traumático: hubo dos votaciones frustradas y fue necesario prorrogar los mandatos vencidos. El desbloqueo llegó de la mano de la mayoría que formaron el presidente Gandur (logró la reelección), Sbdar y Posse. Pero no hubo paz. “La posición adoptada por Goane y Estofán afecta seriamente el rol de la Corte que, como cabeza del Poder Judicial, tiene que priorizar la resolución de cuestiones de trascendencia social que impactan de manera auténtica y directa en la vida de los tucumanos”, consideró Sbdar al explicar por qué se bajaba del barco. Y precisó que la elección de autoridades de la Corte no podía ser fruto de un eventual litigio.
La vicepresidenta dimitente afirmó que no le sorprendía la actitud de la minoría. “Esta se inscribe en el pensamiento públicamente expresado por Goane el 20 de mayo de 2011, en ocasión de celebrarse el I Encuentro de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de la Argentina sobre Gestión Judicial”, recordó. A continuación, citó la declaración que el entonces vocal decano había dado a LA GACETA: “aquí hay otro problema y van a decir que soy un fóbico de las mujeres, pero desde que se intensificó el ingreso de personal femenino (a las dependencias judiciales) se trabaja menos tiempo (...). Quieren entrar a Tribunales para tener la tarde libre. ¿Quién les dijo que eso era así?”. Sbdar añadió que, por su parte, Estofán había relativizado un comentario que recibió amplísima difusión y rechazo en toda la comunidad jurídica argentina. E incluso citó a Teresa Ivankow, que en su entonces calidad de delegada del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (es funcionaria del Poder Judicial desde 2012) había exigido que Goane “responda” y se disculpe, cosa que finalmente ocurrió el 27 de mayo de 2011.
Tal pregunta se hacían en el entorno de Antonio Estofán y René Goane, los vocales que primero disintieron con la elección de Sbdar y, luego, la recurrieron en sede administrativa con la promesa de llegar, si es necesario, hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación. La minoría sostiene que la Ley Orgánica de Tribunales obliga a elegir vocal decano al de mayor edad o antigüedad, y que ambos caminos no llevan a Sbdar sino a Goane, que desempeñó sin interrupciones esa tarea desde 2001.
“Goane y Estofán vienen a desarrollar artificiosas construcciones argumentativas en un desopilante intento de torcer el sentido claro de las normas en juego”, opinó Sbdar en el escrito de renuncia que presentó el martes a última hora. El documento de ocho carillas postula que la interpretación de los disidentes es manifiestamente ilegal, inconstitucional, discriminatoria y anticonvencional.
El artículo 11 de la Ley Orgánica dice: “(...) para la elección del vocal decano, se preferirá al de mayor antigüedad en el cargo o al de mayor edad, el que cumplirá las funciones de presidente alterno sustituyendo a aquel cuando, por cualquier motivo, no pueda ejercer sus funciones”. Según Sbdar, a nadie puede ocurrírsele que para ser vice haya mayores exigencias que para presidir la Corte, para lo que, en función de la Constitución de Tucumán, basta con tener 40 años y ninguna antigüedad. “El artículo 11 establece que habrá una elección, esto es, voluntad, albedrío, arbitrio y decisión (...). Entonces, si hay una votación, se concluye sin esfuerzo que la ley ha establecido la facultad de elegir libremente al vocal decano entre todos los integrantes del tribunal”, razonó la jueza, que el 25 de noviembre se había convertido en la primera “número 2” del alto tribunal.
Sbdar consideró que la preferencia legal por el vocal de mayor edad o antigüedad de ningún modo implicaba una predeterminación automática u obligatoria, y que esta era la interpretación que armonizaba con el espíritu de la Constitución. “En las concretas circunstancias del caso, la lectura de Estofán y de Goane apunta con exclusividad a proscribir a la vocal elegida”, dijo en tercera persona. Y agregó que estos se rehúsaban a reconocer el resultado de la votación: “su posición es desestabilizadora de la colegiatura que caracteriza a una Corte; una minoría vencida no puede, en aras de un afán puramente personalista, desautorizar las decisiones surgidas legal y constitucionalmente del voto de la mayoría”.
Un supuesto de sexismo
La renovación de autoridades de la Corte implicó un proceso traumático: hubo dos votaciones frustradas y fue necesario prorrogar los mandatos vencidos. El desbloqueo llegó de la mano de la mayoría que formaron el presidente Gandur (logró la reelección), Sbdar y Posse. Pero no hubo paz. “La posición adoptada por Goane y Estofán afecta seriamente el rol de la Corte que, como cabeza del Poder Judicial, tiene que priorizar la resolución de cuestiones de trascendencia social que impactan de manera auténtica y directa en la vida de los tucumanos”, consideró Sbdar al explicar por qué se bajaba del barco. Y precisó que la elección de autoridades de la Corte no podía ser fruto de un eventual litigio.
La vicepresidenta dimitente afirmó que no le sorprendía la actitud de la minoría. “Esta se inscribe en el pensamiento públicamente expresado por Goane el 20 de mayo de 2011, en ocasión de celebrarse el I Encuentro de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de la Argentina sobre Gestión Judicial”, recordó. A continuación, citó la declaración que el entonces vocal decano había dado a LA GACETA: “aquí hay otro problema y van a decir que soy un fóbico de las mujeres, pero desde que se intensificó el ingreso de personal femenino (a las dependencias judiciales) se trabaja menos tiempo (...). Quieren entrar a Tribunales para tener la tarde libre. ¿Quién les dijo que eso era así?”. Sbdar añadió que, por su parte, Estofán había relativizado un comentario que recibió amplísima difusión y rechazo en toda la comunidad jurídica argentina. E incluso citó a Teresa Ivankow, que en su entonces calidad de delegada del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (es funcionaria del Poder Judicial desde 2012) había exigido que Goane “responda” y se disculpe, cosa que finalmente ocurrió el 27 de mayo de 2011.
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