03 Enero 2016
“El sistema de desagües de Yerba Buena está a punto de colapsar”. El primer escollo de 2016 para Mariano Campero, intendente de Yerba Buena, será superar el verano sin que se reiteren las inundaciones que padecieron cientos vecinos de esa localidad el año pasado.
Ante esta situación, el intendente mantuvo una reunión con funcionarios de la Dirección Provincial de Agua la semana pasada. “Le pedimos permiso para ingresar a los canales y continuar con las tareas de limpieza. No hay tiempo ni presupuesto para hacer lo que se debería”, explicó Campero. Sacar áridos, basura, palear y destrancar bocatormentas son las tareas que han realizado en los canales internos, que pertenecen a la jurisdicción municipal. Y ahora también lo harán en los que atraviesan la ciudad y traen agua desde afuera y, por lo tanto, dependen de la DPA.
“Gracias a la limpieza que hicimos no hemos tenido grandes inconvenientes con la tormenta pasada (30 de diciembre), pero el sistema está a punto de colapsar”, reconoció Campero.
José Domián, ingeniero especialista en Hidráulica y asesor directo del intendente en este tema, fue más duro. “En todos estos años no se hizo nada o se ha recibido dinero, pero se han hecho malos proyectos”, expresó. Un ejemplo, dijo, es el boulevar 9 de Julio. Un gran colector pluvial subterráneo que generó numerosos cuestionamientos técnicos y que debería haberse terminado de construir en diciembre, explicó el funcionario.
“El canal Sur está colapsado. El proyecto fue diagramado en 1950 por ingenieros alemanes que no tuvieron en cuenta Yerba Buena porque la ciudad no tenía las dimensiones actuales”, explicó el ingeniero. Hoy ese conducto recibe las aguas que antes retenían las quintas del lugar –comentó-, pero que se transformaron en countries, calles asfaltadas o galerías comerciales. “Todo va a parar a ese canal”, agregó Domián.
Con diferentes grados -explicó- todos los canales están en situación crítica. “Se ha trabajado, en algunos casos, sólo en los pisos (soleras) y no en las paredes (cajeros)”, agregó el ingeniero.
En la Municipalidad saben no que hay manera de sistematizar ni de poner a punto una infraestructura en la que casi no se ha invertido durante los últimos años, indicaron. “Para este verano -ironizó Domián- solo podemos poner carteles grandes que digan: ‘no entre en época de tormentas’”. Campero insistió con una frase “hay que darse maña”. Fue la misma frase que utilizó ante la prensa cuando descubrió que en la sede de la Intendencia faltaba hasta papel higiénico.
La semana pasada también comenzaron a quitar las barandas que estaban en la avenida Aconquija. Una inversión de la gestión de Daniel Toledo que había sido motivo de reclamos de muchos vecinos porque entorpecían la visual para cruzar de un lado al otro. “Las vamos a poner en el canal del camino del Perú”, dijo el intendente. Se trata del canal Sur, donde todavía hay sectores que en lugar de barandas tienen montículos de tierra y yuyos desde marzo porque nunca se repararon. Campero no descarta pedir financiación para obras a través del Plan Belgrano, área con rango ministerial que está a cargo del radical José Cano.
Con esos fondos, adelantó que espera encarar la sistematización de cuencas. El primer proyecto del municipio será lograr el ensanchamiento del canal Sur y hacer el canal San Luis. Campero adelantó que este mes se reunirá con el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, el de Lules, Carlos Gallia, y el delegado comunal de Villa Carmela, Fabián Assan, para mostrarles el proyecto y consensuar soluciones comunes. “No puedo pensar solo en el problema de mi municipio porque yo recibo agua desde Anfama y tengo que tener en cuenta eso”, explicó.
Mientras tanto, rige la suspensión por 180 días de los desarrollos inmobiliarios situados en el piedemonte de esa ciudad. “Les pedí a los organismos que están en el tema de Medio Ambiente que informen si se puede o no construir ahí”, dijo el intendente. Las inundaciones de los últimos veranos habían puesto bajo la lupa los desmontes que se hicieron para construir viviendas. Por eso la nueva gestión decidió frenar las obras inmobiliarias para estudiar sus consecuencias.
Ante esta situación, el intendente mantuvo una reunión con funcionarios de la Dirección Provincial de Agua la semana pasada. “Le pedimos permiso para ingresar a los canales y continuar con las tareas de limpieza. No hay tiempo ni presupuesto para hacer lo que se debería”, explicó Campero. Sacar áridos, basura, palear y destrancar bocatormentas son las tareas que han realizado en los canales internos, que pertenecen a la jurisdicción municipal. Y ahora también lo harán en los que atraviesan la ciudad y traen agua desde afuera y, por lo tanto, dependen de la DPA.
“Gracias a la limpieza que hicimos no hemos tenido grandes inconvenientes con la tormenta pasada (30 de diciembre), pero el sistema está a punto de colapsar”, reconoció Campero.
José Domián, ingeniero especialista en Hidráulica y asesor directo del intendente en este tema, fue más duro. “En todos estos años no se hizo nada o se ha recibido dinero, pero se han hecho malos proyectos”, expresó. Un ejemplo, dijo, es el boulevar 9 de Julio. Un gran colector pluvial subterráneo que generó numerosos cuestionamientos técnicos y que debería haberse terminado de construir en diciembre, explicó el funcionario.
“El canal Sur está colapsado. El proyecto fue diagramado en 1950 por ingenieros alemanes que no tuvieron en cuenta Yerba Buena porque la ciudad no tenía las dimensiones actuales”, explicó el ingeniero. Hoy ese conducto recibe las aguas que antes retenían las quintas del lugar –comentó-, pero que se transformaron en countries, calles asfaltadas o galerías comerciales. “Todo va a parar a ese canal”, agregó Domián.
Con diferentes grados -explicó- todos los canales están en situación crítica. “Se ha trabajado, en algunos casos, sólo en los pisos (soleras) y no en las paredes (cajeros)”, agregó el ingeniero.
En la Municipalidad saben no que hay manera de sistematizar ni de poner a punto una infraestructura en la que casi no se ha invertido durante los últimos años, indicaron. “Para este verano -ironizó Domián- solo podemos poner carteles grandes que digan: ‘no entre en época de tormentas’”. Campero insistió con una frase “hay que darse maña”. Fue la misma frase que utilizó ante la prensa cuando descubrió que en la sede de la Intendencia faltaba hasta papel higiénico.
La semana pasada también comenzaron a quitar las barandas que estaban en la avenida Aconquija. Una inversión de la gestión de Daniel Toledo que había sido motivo de reclamos de muchos vecinos porque entorpecían la visual para cruzar de un lado al otro. “Las vamos a poner en el canal del camino del Perú”, dijo el intendente. Se trata del canal Sur, donde todavía hay sectores que en lugar de barandas tienen montículos de tierra y yuyos desde marzo porque nunca se repararon. Campero no descarta pedir financiación para obras a través del Plan Belgrano, área con rango ministerial que está a cargo del radical José Cano.
Con esos fondos, adelantó que espera encarar la sistematización de cuencas. El primer proyecto del municipio será lograr el ensanchamiento del canal Sur y hacer el canal San Luis. Campero adelantó que este mes se reunirá con el intendente de Tafí Viejo, Javier Noguera, el de Lules, Carlos Gallia, y el delegado comunal de Villa Carmela, Fabián Assan, para mostrarles el proyecto y consensuar soluciones comunes. “No puedo pensar solo en el problema de mi municipio porque yo recibo agua desde Anfama y tengo que tener en cuenta eso”, explicó.
Mientras tanto, rige la suspensión por 180 días de los desarrollos inmobiliarios situados en el piedemonte de esa ciudad. “Les pedí a los organismos que están en el tema de Medio Ambiente que informen si se puede o no construir ahí”, dijo el intendente. Las inundaciones de los últimos veranos habían puesto bajo la lupa los desmontes que se hicieron para construir viviendas. Por eso la nueva gestión decidió frenar las obras inmobiliarias para estudiar sus consecuencias.
Lo más popular