14 Febrero 2016
SE REPITE. Nadal angustiado es la imagen recurrente en los últimos torneos. reuters
BUENOS AIRES.- “Un Almagro- Thiem tampoco está mal”, dijo Nicolás Almagro luego de vencer a David Ferrer por 6-4, 4-6 y 7-6 (7-4). El español con su particular modo de expresarse, entre ácido y serio, defendió la final que protagonizará hoy, no antes de las 14, con el austríaco Dominic Thiem que antes causó el cimbronazo en el Argentina Open al eliminar a Rafael Nadal, máximo favorito, por 6-4, 4-6 y 7-6 (7-4).
Cuando se dio a conocer el cuadro final del ATP porteño se lo calificó como el mejor de la historia del torneo y se pronosticaba la final soñada entre Nadal y Ferrer, el segundo favorito al título. Por eso no es de extrañar que Thiem haya sentido que levitaba tras vencer a Nadal. “Es increíble. Acabo de ganarle a uno de los mejores de la historia. Sin dudas es mi mejor triunfo. Nadal es una leyenda, uno de los más grandes de todos los tiempos. Es un sueño hecho realidad”, celebró el austríaco aún sobre la cancha.
Para Nadal la caída supone otro golpe en una temporada que lo muestra vulnerable. El español, campeón del torneo en 2011, buscaba recuperar en Buenos Aires las sensaciones positivas tras su inesperada eliminación en Australia y la paliza que sufrió ante Novak Djokovic en la final de Doha.
En tanto, Almagro está recuperando emociones que quedaron lejanas al alcanzar su primera final ATP desde 2014 cuando perdió la definición de Houston ante su compatriota Fernando Verdasco. Almagro, de 30 años, y Thiem, de 22, se enfrentaron por primera vez el mes pasado en el Abierto de Australia con triunfo para el austríaco. (DPA-Especial)
Cuando se dio a conocer el cuadro final del ATP porteño se lo calificó como el mejor de la historia del torneo y se pronosticaba la final soñada entre Nadal y Ferrer, el segundo favorito al título. Por eso no es de extrañar que Thiem haya sentido que levitaba tras vencer a Nadal. “Es increíble. Acabo de ganarle a uno de los mejores de la historia. Sin dudas es mi mejor triunfo. Nadal es una leyenda, uno de los más grandes de todos los tiempos. Es un sueño hecho realidad”, celebró el austríaco aún sobre la cancha.
Para Nadal la caída supone otro golpe en una temporada que lo muestra vulnerable. El español, campeón del torneo en 2011, buscaba recuperar en Buenos Aires las sensaciones positivas tras su inesperada eliminación en Australia y la paliza que sufrió ante Novak Djokovic en la final de Doha.
En tanto, Almagro está recuperando emociones que quedaron lejanas al alcanzar su primera final ATP desde 2014 cuando perdió la definición de Houston ante su compatriota Fernando Verdasco. Almagro, de 30 años, y Thiem, de 22, se enfrentaron por primera vez el mes pasado en el Abierto de Australia con triunfo para el austríaco. (DPA-Especial)
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