La devaluación golpeó fuerte al consumo

La caída del valor de la moneda y la inflación provocaron una caída del 9% entre diciembre y enero, según un relevamiento privado. El informe estima que la baja fue menor que la esperada y que la merma en las ventas será mayor, según el rumbo fiscal.

DE ÉL DEPENDE. Según el estudio, el resultado de las paritarias y el gradualismo fiscal que aplique el ministro Prat Gay incidirán en el consumo futuro. dyn (archivo) DE ÉL DEPENDE. Según el estudio, el resultado de las paritarias y el gradualismo fiscal que aplique el ministro Prat Gay incidirán en el consumo futuro. dyn (archivo)
21 Marzo 2016
A pesar del cierre anual positivo de 2015, la liberación del cepo y la fuerte corrección cambiaria de mediados de diciembre tuvieron consecuencias negativas sobre el consumo masivo, como el episodio anterior en enero de 2014, según un informe de la consultora NOAnomics.

“Con una devaluación del 34% en el último mes del año pasado, la inflación trepó hasta un 6% mensual, según el Indice de Precios al Consumidor (IPC) de San Luis, con muchos precios ajustándose antes de la medida, y produjo una retracción real en las ventas en supermercados de un 3%. Ya en enero de 2016, la devaluación sumó un 7% adicional y la inflación cedió a un 4%, pero el consumo acusó un golpe más severo al caer un 6%”, expresó la consultora mediante el trabajo elaborado por Félix Piacentini.

Ello significó que en el bimestre comprendido entre diciembre y enero, una devaluación de un 41% implicó una inflación de 10 puntos porcentuales y una remisión del consumo de un 9%.

Al comparar este resultado con la devaluación de fines de enero de 2014, en el primer bimestre de ese año la moneda se devaluó un 21% desencadenando una inflación acumulada de un 11% (4% en enero y 7% en febrero) y un retroceso de consumo de un 7%. Por lo tanto -explicó la firma privada- con una desvalorización de la moneda nacional del doble pero un pass through (pase directo) menor, el consumo retrocedió sólo dos puntos porcentuales más que luego de la corrección cambiaria de principios de 2014.

En el ámbito de las provincias, en la comparación de diciembre de 2015 con el mismo mes de 2014, ninguna jurisdicción logró escapar de las tasas negativas. La lista que realizó la consultora fue encabezada por Entre Ríos, con el desplome de las ventas reales de un 9%; Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), con un 7,4% negativo; y Córdoba, con un 6,2%. Por arriba del promedio del 3,1% aparecieron la categoría “Otras provincias del Norte” -Corrientes, Chaco, Formosa, Jujuy, Misiones y Santiago del Estero- que en conjunto exhibieron una baja de un 5,4%. Siguió Neuquén, con un 4,4% negativo y “Otras provincias del Sur” -La Pampa, Río Negro, Santa Cruz y Tierra del Fuego- en el orden de un 3,6%. Los menores repliques se registraron en Mendoza, con una baja de un 0,1%; Buenos Aires, con un 1,1%; Chubut, con un 1,1%; Salta, con un 1,6%; y Santa Fe, con un 1,9%.

Si por el contario, se compara diciembre de 2015 con el mismo mes de 2013, también se advierte que en todos los distritos las ventas son menores que ese pico histórico, en un 8% promedio. Las provincias que han perdido más terreno en este caso son Córdoba (-18%), Tucumán (-12%) y CABA (-10%).

“Puede considerarse que la liberación del tipo de cambio, hasta ahora, ha tenido consecuencias relativamente suaves sobre el consumo, considerando la magnitud de la corrección y, sobre todo, comparando con la devaluación de principios de 2014. Pero está por verse si este pass through contenido puede mantenerse luego de las paritarias o si el gradualismo fiscal se convierte en parsimonia, requiriendo de mayor emisión monetaria para financiar el déficit”, remarcó NOAnomics en su informe.

“Por lo pronto, la inflación de un 4% en febrero del IPCBA (Buenos Aires) preanuncia que podemos esperar una nueva caída real de las ventas en supermercados en el mismo mes, repitiéndose en marzo si como estiman algunas consultoras la inflación se ubica en un piso del 3%”, añadió.

Para 2015 se observó un resultado positivo del consumo de un 0,8%, a pesar de la caída de un 3,2% que se registró en diciembre, con el dato de diciembre y convirtiendo los valores nominales en reales, descontando la inflación. “Estimamos que el salario real de los empleados públicos provinciales pudo haber crecido un 2% en 2015, pudiendo haber sostenido el consumo”, dijo.

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