28 Marzo 2016
LA GACETA / JOSÉ NUNO
El anuncio de que la compañía Uber abrió el registro de conductores particulares para ofrecer transporte a pasajeros, a los que contacta a través de una aplicación móvil, amenaza con desatar la furia de los taxistas.
"El taxi es un transporte público de pasajeros, que está regulado y controlado por el Estado. En cambio esta nueva forma de contactar es un fraude a nuestra actividad, es insegura, carece de regulación y de controles", advirtió Carlos Pizarro, titular del Sindicato de Peones de Taxis.
El dirigente añadió que el sistema es, además, peligroso para el usuario. "No sabe quién es el dueño del auto ni quién recibe la información que uno deja en el teléfono. Alguien que uno no conoce va a tener sus datos personales, de su tarjeta de crédito y de dónde vive. Es un grave problema de seguridad", dijo.
"En el momento en que lo quieran implementar, vamos a salir a oponernos, como hicimos cuando se intentó hacer lo mismo con el mototaxi o el bicitaxi. En los países donde se puso en marcha este sistema, también fueron muy combatidos", sostuvo.
El titular del gremio de conductores de taxis de la Ciudad de Buenos Aires, Omar Viviani, aseguró que no lo van a permitir "bajo ningún concepto" la instalación de Uber o de ningún sistema parecido.
"Como esto es todo tecnología, ahora han contratado algunos CEOs para ver si lo arman. Pero con nosotros van a tener inconvenientes porque no lo vamos a permitir bajo ningún concepto", aseveró.
En declaraciones a radio Rivadavia, el gremialista anticipó que presentarán un proyecto de ley para prohibir ese sistema, y aseguró que el Gobierno nacional también se opone.
"El Gobierno nacional está en contra de esto. De hecho, hay una ley en la Ciudad de Buenos Aires que prohíbe la instalación de cualquier sistema que no sea por radiotaxi", explicó.
Uber, una aplicación móvil que une a conductores particulares con pasajeros que requieren un vehículo, comenzó a funcionar en Estados Unidos en 2009, y rápidamente se expandió por todo el mundo. Si bien funciona en numerosos países, en otros generó un fuerte conflicto, y en algunos, como Francia, fue prohibido por el gobierno.
Ayer, a través de su cuenta oficial de Twitter, la empresa comenzó con la convocatoria de conductores en la Argentina, con lo que es inminente su desembarco.
"Las empresas de radiotaxi tienen aplicaciones que han hecho ellos mismos. Es decir que si usted quiere con una aplicación solicitar un auto en cualquier esquina de la Ciudad de Buenos Aires, usted lo puede hacer. Acá lo que quieren es desregular todo el sistema", apuntó hoy Viviani.
El sindicalista anticipó también que el próximo 6 de abril realizarán una asamblea en el gremio, en la que se declararán en "estado de alerta y movilización".
"El taxi es un transporte público de pasajeros, que está regulado y controlado por el Estado. En cambio esta nueva forma de contactar es un fraude a nuestra actividad, es insegura, carece de regulación y de controles", advirtió Carlos Pizarro, titular del Sindicato de Peones de Taxis.
El dirigente añadió que el sistema es, además, peligroso para el usuario. "No sabe quién es el dueño del auto ni quién recibe la información que uno deja en el teléfono. Alguien que uno no conoce va a tener sus datos personales, de su tarjeta de crédito y de dónde vive. Es un grave problema de seguridad", dijo.
"En el momento en que lo quieran implementar, vamos a salir a oponernos, como hicimos cuando se intentó hacer lo mismo con el mototaxi o el bicitaxi. En los países donde se puso en marcha este sistema, también fueron muy combatidos", sostuvo.
El titular del gremio de conductores de taxis de la Ciudad de Buenos Aires, Omar Viviani, aseguró que no lo van a permitir "bajo ningún concepto" la instalación de Uber o de ningún sistema parecido.
"Como esto es todo tecnología, ahora han contratado algunos CEOs para ver si lo arman. Pero con nosotros van a tener inconvenientes porque no lo vamos a permitir bajo ningún concepto", aseveró.
En declaraciones a radio Rivadavia, el gremialista anticipó que presentarán un proyecto de ley para prohibir ese sistema, y aseguró que el Gobierno nacional también se opone.
"El Gobierno nacional está en contra de esto. De hecho, hay una ley en la Ciudad de Buenos Aires que prohíbe la instalación de cualquier sistema que no sea por radiotaxi", explicó.
Uber, una aplicación móvil que une a conductores particulares con pasajeros que requieren un vehículo, comenzó a funcionar en Estados Unidos en 2009, y rápidamente se expandió por todo el mundo. Si bien funciona en numerosos países, en otros generó un fuerte conflicto, y en algunos, como Francia, fue prohibido por el gobierno.
Ayer, a través de su cuenta oficial de Twitter, la empresa comenzó con la convocatoria de conductores en la Argentina, con lo que es inminente su desembarco.
"Las empresas de radiotaxi tienen aplicaciones que han hecho ellos mismos. Es decir que si usted quiere con una aplicación solicitar un auto en cualquier esquina de la Ciudad de Buenos Aires, usted lo puede hacer. Acá lo que quieren es desregular todo el sistema", apuntó hoy Viviani.
El sindicalista anticipó también que el próximo 6 de abril realizarán una asamblea en el gremio, en la que se declararán en "estado de alerta y movilización".