Saludo incómodo: Manzur y Jaldo coincidieron en un acto con Cano y Alfaro

El tumulto en el que llegaron envueltos el gobernador, Juan Manzur; y el vicegobernador, Osvaldo Jaldo, se veía ayer desde lejos. Dentro del predio, en un claro entre las máquinas agrícolas y los puestos de comida, otro grupo observaba entrar esa nube de personas y tierra. Hubo risas nerviosas, ojos en blanco y gargantas apretadas en ambos extremos. Bajo el sol abrasador del mediodía, el aire se tensó en la finca de La Ramada de Abajo en las que se abrieron las tranqueras de la Expo Apronor.

Manzur y Jaldo (FpV) coincidieron en el acto de apertura con el director del Plan Belgrano, José Cano; y con el intendente capitalino, Germán Alfaro (ambos de Cambiemos). El encuentro se dio en el contexto de un nuevo entredicho entre la Provincia y el municipio por reclamos cruzados de deudas.

A medida que avanzaba la comitiva gubernamental, la de los funcionarios de Cambiemos iba retrocediendo hasta el mástil en donde se haría la inauguración. Hubo dos aproximaciones, pero las intenciones de saludo se diluyeron porque de uno u otro lado se retrocedió levemente. En la tercera ocasión recién hubo manos estrechadas y un tibio intercambio de gestos. Cejas levantadas, mentones hacia arriba y semisonrisas ladeadas.

Frente a la mirada expectante de colaboradores, agropecuarios, funcionarios y, sobre todo, de los fotógrafos, Cano dio el primer paso. “Gobernador”, dijo y extendió la mano hacia Manzur. El mandatario se acercó y en una especie de abrazo le palmeó la espalda dos veces. Alfaro quedó un paso por detrás del funcionario macrista. Manzur le dio la mano, sin decirle una palabra. Los saludos con Jaldo de los opositores fueron más efusivos. Luego, todos se acomodaron para la ceremonia y mientras duró, Manzur tuvo la vista clavada adelante, sin mirar a Cano ni Alfaro, hasta que estos le ofrecieron agua de una botella. Los cuatro tomaron del mismo recipiente descartable hasta vaciarlo.

“Extorsión”
Tras la presentación, los organizadores, entre ellos el diputado Juan Casañas (Cambiemos), invitaron a una recorrida. Manzur encabezó la columna y fue dialogando con diferentes productores. Alfaro y Cano se sumaron, pero se mantuvieron lejos.

¿Hace cuánto que no saludaba al gobernador? “No me acuerdo”, afirmó el intendente con una sonrisa mientras caminaba. Al ser consultado sobre la relación con la Provincia, la calificó con un lavado “normal”, aunque añadió que “hay muy poco diálogo”.

- Su secretario de Gobierno (Walter Berarducci) habló de que la Provincia los “extorsiona” mediante el reclamo de deudas ¿Lo comparte?

- Pueden ser extorsivas esas actitudes. Si se firma un acuerdo no veo el motivo para que se termine (por la tregua para no reclamarse más dinero hasta acordar los montos y formas de pago). Tuvimos buena predisposición y estamos dispuestos al diálogo.

- ¿La planteará esto al gobernador?

- Cuando se dé la oportunidad, pero no es tampoco algo importante que tengamos que hacer.

Mientras Manzur se subía a una enorme cosechadora de maíz, Cano lo observaba desde abajo, a pocos metros. El ex candidato a gobernador dialogó con este diario sobre la relación política que tiene con el Ejecutivo local. “El presidente, Mauricio Macri, cambió la lógica de confrontación del kirchnerismo. El trato con los gobiernos provinciales no tiene que ver con la pertenencia política. Uno, como parte de ese equipo, está trabajando en ese sentido. Más allá de que tenemos diferencias con el Gobierno provincial como espacio, y las mantenemos, porque hay cuestiones que nos parecen que están irresueltas”, lanzó casi sin respirar.

Enumeró que pasó tiempo desde las elecciones y que no vio signos contundentes de la “tan mentada reforma política” y que espera la sanción de una ley de acceso a la información pública y que los fondos públicos se manejen con transparencia.

Consideró que el tipo de relación que Macri lleva con los gobernadores no se replica en Tucumán. “Hay que romper con la matriz que el alperovichismo instaló. Esperamos que al intendente Alfaro y a Roberto Sánchez (de Concepción), por ejemplo, les lleguen recursos y que la manera de distribuir no tenga que ver con cuestiones políticas, sino con índices de equidad”, advirtió.

Como el gobernador seguía con entusiasmo visitando los diferentes stands, Cano y Alfaro se dieron vuelta y abandonaron la comitiva. El primero debía disertar allí una hora después sobre el Plan Belgrano. El segundo volvió a la capital.

“La relación con el municipio es buena. Son cuestiones normales (los desacuerdos). Las puertas de la Casa de Gobierno están abiertas de par en par para sumar y trabajar juntos. Tanto el vicegobernador como yo estamos conversando con todos los intendentes”, expresó Manzur sobre el vínculo con la Municipalidad. Descartó que existan conflictos. Jaldo, por su parte, afirmó que se está ayudando financieramente a los municipios, incluidos los de Cambiemos como Concepción, Yerba Buena y Bella Vista. “Tenemos que imitar los gestos del Presidente y del gobernador y dejar de lado las diferencias partidarias. Hay que dialogar. No tenemos margen para diferencias”, instó el tranqueño en tono firme.

Los cruces por dinero entre la Ciudad y la Provincia recrudecieron a medida que avanzó el 2015 electoral. En enero, las partes habían firmado una tregua hasta determinar los ítems y montos reclamados por cada uno. Esta semana, el Subsidio de Salud reclamó una deuda millonaria al municipio. Berarducci, indignado, dio por levantada la tregua, habló de extorsión y afirmó que retomarían las acciones judiciales para cobrar diversas deudas a la Provincia.