21 Abril 2016
La protesta de los transportistas de cosecheros de limón no cesa y los cortes en las rutas continúan. Ayer, los propietarios de los colectivos que trasladan a los obreros de las empresas citrícolas volvieron a cortar algunas rutas de la provincia.
La movilización se concretó por la mañana, luego de la fracasada reunión con los empresarios que contratan los colectivos, que se realizó el día anterior. Hubo cortes en las rutas nacional 38, sobre el puente del arroyo Barrientos, en Aguilares; provincial 302, frente a la planta Citrusvil; y provincial 304, en Los Gutiérrez. Reclaman la actualización de los valores del transporte: aumento del “viaje mínimo” (hasta 100 kilómetros) hasta entre $ 2.500 y $ 2.800, y del “viaje máximo” (200 kilómetros) en $ 3.800. Según dijeron, pagan un promedio de $ 1.300 por traslados cortos.
Roberto Sánchez Loria, titular de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), informó que esa entidad no tiene competencia para resolver el conflicto. “Los recibimos el martes y les dijimos que podríamos mediar. Pero se trata de un problema entre empresarios”, sostuvo. “Por un lado están los transportistas y por otro, los contratistas. Estos últimos se relacionan con las citrícolas y reciben un canon para que les garanticen cosecheros”, explicó.
La movilización se concretó por la mañana, luego de la fracasada reunión con los empresarios que contratan los colectivos, que se realizó el día anterior. Hubo cortes en las rutas nacional 38, sobre el puente del arroyo Barrientos, en Aguilares; provincial 302, frente a la planta Citrusvil; y provincial 304, en Los Gutiérrez. Reclaman la actualización de los valores del transporte: aumento del “viaje mínimo” (hasta 100 kilómetros) hasta entre $ 2.500 y $ 2.800, y del “viaje máximo” (200 kilómetros) en $ 3.800. Según dijeron, pagan un promedio de $ 1.300 por traslados cortos.
Roberto Sánchez Loria, titular de la Asociación Tucumana del Citrus (ATC), informó que esa entidad no tiene competencia para resolver el conflicto. “Los recibimos el martes y les dijimos que podríamos mediar. Pero se trata de un problema entre empresarios”, sostuvo. “Por un lado están los transportistas y por otro, los contratistas. Estos últimos se relacionan con las citrícolas y reciben un canon para que les garanticen cosecheros”, explicó.