Otra niña wichí murió por desnutrición en la misma familia

El 21 de abril falleció Brenda, de 2 años y en 2008 había muerto su hermano. El Cacique dijo que no fue una excepción y que la tragedia acecha a las 30 familias que viven en el paraje de la Medialuna.

Otra niña wichí murió por desnutrición en la misma familia
18 Mayo 2016

SALTA.- Con la voz entrecortada y sosteniendo un bebé entre sus brazos, Nancy Choque le contó a LA GACETA que su hija Brenda, de 2 años, falleció el 21 de abril como consecuencia de desnutrición. No es la primera vez que tiene que lamentar la muerte de uno de sus hijos: ya en 2008, Fernando, otro de sus pequeños, murió también por problemas alimenticios.

“Me quedan siete hijitos”, dijo, descalza, a metros de donde vive: una casa de adobe y plástico. Tiene 23 años, y fue mamá por primera vez a los 12.

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La familia de Nancy pertenece a la comunidad La Medialuna, asentada a 25 kilómetros del paraje de Dragones, en el municipio de Embarcación, al norte de Salta. Ella temporalmente ahora está en la comunidad Asamblea de Dios y sostiene un certificado de defunción entre sus dedos que explica cómo murió Brenda. “Broncoaspiración, gastroenteritis aguda infecciosa, trastorno metabólico, desnutrición”, se puede leer en ese papel.

“Brenda primero tuvo diarrea y vómitos. La llevaron al hospital y le dieron jarabe. Se puso bien con eso y después tuvo tos y fiebre. Después la mandaron a Orán y allí falleció”, contó Nancy. Dijo, además, que la pequeña ya no comía: “No teníamos para darle ni leche, porque no nos mandan”.

Al momento en que empezó la entrevista Mauricio Vega, su esposo, no estaba en la casa: se había ido al monte a ver si encontraba algo de leña o cazaba algún animalito para comer. 

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Nancy también contó que en el centro de salud de Dragones no los atienden como ellos quisieran: “cuando voy tengo que estar parada dos horas, decían que saque turno y que sin turno no iban a atender, pero yo no puedo sacar turno, tengo otra chiquita".

El único ingreso de la familia son $3.000 del salario universal, pero según la joven no es suficiente: “no me alcanza para comprar abrigos, ni zapatillas, es para darle de comer a los chicos”. Agrega que no les da leche porque no tiene y porque en el hospital tampoco le dan. “Me hace falta azúcar, harina, yo hago las tortillas para ellos. Yo les doy comida cuando tengo”, dice.


Mauricio Vega, padre de la niña, dijo que el primer síntoma de la pequeña fue la diarrea. En consecuencia la llevó al centro de salud de Dragones, allí la medicaron y por un tiempo se estabilizó, hasta que comenzó con vómitos. La llevó nuevamente y su estado mejoró temporalmente. Luego, cuando los síntomas llegaron por tercera vez, decidieron no llevarla.

Vega no tiene trabajo, le quedan siete hijos y dice que no recibe ninguna ayuda de por parte de la Provincia y que los agentes sanitarios no llegan hasta el lugar. “Nunca me visitaron, por eso yo siempre voy a reclamar pero no me responden nada”, lamentó.

El certificado de defunción -que se puede leer completo como archivo adjunto- apunta a la desnutrición como un factor determinante en la muerte de esta criatura. 

Facundo Orozco, profesional médico del centro de salud de Dragones, asegura que el bajo peso era consecuencia de la enfermedad que tuvo: una gastroenteritis infecciosa y una infección respiratoria aguda. “Yo no la tenía registrada como paciente con bajo peso”, dijo.

Pero el doctor Mario Moukarzel, quien realizó la autopsia y firmó el certificado de defunción, realizó otro análisis. El profesional, que trabaja para la policía de Orán, dialogó ayer con LA GACETA sobre el caso y enfatizó: “la desnutrición es un factor agravante”. También señaló que la criatura tenía desnutrición crónica, que su bajo peso no podía ser consecuencia solamente de la diarrea que padecía en los dos últimos dos días. “Por una diarrea perdés dos o tres kilos. Pero no venís con seis kilos por debajo”, sentenció. Moukarzel enfatizó que la desnutrición era previa, que, en todo caso, la gastroenteritis infecciosa solo la agravó.

“En ese lugar no tienen enfermero, ni agente sanitario, están en una zona selvática”, dijo el profesional sobre el lugar en el que vive esta familia. E hizo hincapié en que si la criatura hubiera sido atendida uno o dos días antes probablemente se hubiera salvado.

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Sin respuesta

LA GACETA intentó comunicarse sin éxito con el ministro de la Primera Infancia, Carlos Abeleira, quien se encuentra en Buenos Aires con una agenda de trabajo con funcionarios nacionales.

Del mismo modo, el equipo periodístico de este medio hizo lo mismo con el responsable de la cartera de Asuntos Indígenas y Desarrollo Comunitario, Luis Gómez Almaraz. Al cierre de esta edición ninguno de los funcionarios respondieron a la solicitud de este medio.

Gómez Almaraz, en comunicación con Radio Dínamo el lunes, relató cómo fueron los hechos según el registro oficial: “había estado bajo el control de Salud Pública y los padres no habían permitido el traslado al hospital de Orán. En el momento en el que se decidió el traslado por la fuerza pública llevarla a la menor al hospital sé que había fallecido durante el traslado en la ambulancia”, detalló el funcionario.

Sobre la situación de Brenda, Gómez Almaraz aceptó que el Gobierno sí tenía antecedentes de la niña: “en este caso particular se tenía antecedentes a través de los agentes sanitarios e intervino el ministerio de Primera Infancia y se intervino a los fines de la derivación de la menor”.


"Para ser atendidos tienen que caminar 25 kilómetros"

“Nancy y Mauricio, ellos llevaron a la criatura al hospital, estaban en el hospital, ella tenía al hijo en brazos y no podía sacar turno porque han llegado a las tres de la mañana y ya no había quedado número, solamente habían dado quince números”, dijo el cacique de la comunidad de la Medialuna, Normando Morales.

El hombre dejó en claro que el caso de Brenda no fue una excepción. Que esa tragedia, tan personal, acecha a las 30 familias que viven en el paraje de la Medialuna, donde no cuentan con visitas de profesionales médicos. Para ser atendidos tienen que caminar 25 kilómetros, hasta el paraje de Dragones, donde hay un centro de Salud, al que tienen que llegar antes de las tres de la mañana para conseguir número.“

No tenemos agente sanitario, ni un médico que vaya por lo menos un año de por medio. No contamos con médico”.

La lluvia complica el traslado: las tormentas impiden que los habitantes del paraje puedan trasladarse hasta Dragones, para intentar sacar turno. Dijo que la municipalidad solo les da chapas y cartones y bolsones, en cercanías a las elecciones. Pero este año no hay elecciones.

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