20 Junio 2016
COMO PAN CALIENTE. Así se vendieron las localidades en el estadio “Santo”. la gaceta / foto de antonio ferroni
Los hinchas de San Martín están ilusionados. El buen momento del equipo y la posibilidad de dar el primer paso hacia el gran objetivo, hicieron que los fanáticos arrasaran con las boleterías.
En menos de 24 horas se agotaron las localidades para la primera final. La expectativa es enorme. Ayer, desde la madrugada, los hinchas se olvidaron del frío e hicieron largas colas en el estadio y en las distintas sucursales de los supermercados Emilio Luque con la idea fija de quedarse con una entrada.
Las plateas volaron casi de inmediato y unas horas más tarde, cerca del mediodía, desde La Ciudadela avisaron que tampoco quedaban populares.
A la tarde, mientras el plantel realizaba la última sesión en el estadio, muchos hinchas desfilaron intentando comprar una entrada. Pero recibieron un mazazo: estaban agotadas.
Hubo algunos que se quejaron de la desorganización con la que se vendieron las localidades y hasta denunciaron que el sábado, en los supermercados, había personas que adquirían hasta 50 entradas.
Por eso, en medio de la incertidumbre de muchos que pensaban que se quedarían sin ver la primera final, aparecieron los oportunistas. En las adyacencias del estadio, la reventa fue incesante. Por una popular pedían 300 pesos. Además, trascendió que ese precio se incrementaría a medida que se acerque el inicio del juego de hoy.
En menos de 24 horas se agotaron las localidades para la primera final. La expectativa es enorme. Ayer, desde la madrugada, los hinchas se olvidaron del frío e hicieron largas colas en el estadio y en las distintas sucursales de los supermercados Emilio Luque con la idea fija de quedarse con una entrada.
Las plateas volaron casi de inmediato y unas horas más tarde, cerca del mediodía, desde La Ciudadela avisaron que tampoco quedaban populares.
A la tarde, mientras el plantel realizaba la última sesión en el estadio, muchos hinchas desfilaron intentando comprar una entrada. Pero recibieron un mazazo: estaban agotadas.
Hubo algunos que se quejaron de la desorganización con la que se vendieron las localidades y hasta denunciaron que el sábado, en los supermercados, había personas que adquirían hasta 50 entradas.
Por eso, en medio de la incertidumbre de muchos que pensaban que se quedarían sin ver la primera final, aparecieron los oportunistas. En las adyacencias del estadio, la reventa fue incesante. Por una popular pedían 300 pesos. Además, trascendió que ese precio se incrementaría a medida que se acerque el inicio del juego de hoy.
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