25 Junio 2016
El gobernador Juan Manzur quedó completamente desvinculado de la investigación de las irregularidades detectadas en el “Plan Qunita”. El juez federal porteño Claudio Bonadio dictó ayer el sobreseimiento del mandatario tucumano con el argumento de que no había pruebas suficientes para inculparlo. La misma resolución beneficia a otros 16 implicados en la pesquisa de una licitación de kits para recién nacidos que supuso el desembolso de $ 1.100 millones.
El magistrado expresó que, si bien el ex ministro de Salud kirchnerista había sido procesado, la Cámara Federal de Apelaciones había considerado que no había motivos para ello, aunque tampoco para declarar su inocencia. Pero Bonadio analizó que las nuevas medidas ordenadas no habían logrado modificar la situación. Por ello, dispuso el sobreseimiento de Manzur con la expresa mención de que la formación de la causa en nada había afectado el buen nombre y honor del gobernador.
En abril, los camaristas Horacio Rolando Cattani, Eduardo Guillermo Farah y Martín Irurzun habían aliviado la situación de Manzur con el dictado de la falta de mérito. En contrapartida, los jueces habían confirmado el procesamiento de Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete; de Daniel Gollán, ex ministro de Salud de la Nación y sucesor de Manzur en esa cartera; de Nicolás Kreplak, militante de La Cámpora y ex funcionario del Ministerio; de otros seis agentes del Estado y de nueve empresarios implicados en la licitación de artículos para recién nacidos.
Respecto de Manzur, quien es defendido por el abogado Mariano Ungar, el estrado expresó que su intervención en la licitación de los kits “Qunita” había consistido en la convocatoria a la licitación; en la habilitación del pliego de bases y de condiciones, y en la autorización para emitir circulares modificatorias. El médico tucumano firmó estos actos semanas antes de renunciar al cargo para reasumir como vicegobernador de José Alperovich. El hoy gobernador regresó a la provincia a finales de febrero -fue reemplazado por Gollán en la Nación-; un mes después, la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán confirmó su sobreseimiento en una causa por el supuesto enriquecimiento ilícito en el período 2009-2011 y en agosto, ganó las elecciones provinciales que lo convirtieron en sucesor de Alperovich.
Lejos quedó el 16 de febrero, cuando Bonadio dispuso el procesamiento de Manzur, y de otros 22 empresarios y funcionarios públicos de la administración kirchnerista en conexión con la posible existencia de una licitación “cartelizada”. “Ha quedado demostrado que desde el comienzo del proyecto de compra del kit ‘Qunita’ ya había seis ganadores prefijados (las firmas Delta Obras y Proyectos SA; Narciso SRL; Grupo Diela SRL; Dromotech SA; Fibromad SA y Fasano SRL)”, había dicho Bonadío. El juez había añadido que, por ello, Salud diseñó un pliego de un único renglón expresamente vedado por la legislación y permitió la financiación de los proveedores. “Estos compraron los materiales para la provisión del kit un considerable tiempo antes de ser adjudicados”, había observado el juez.
El magistrado expresó que, si bien el ex ministro de Salud kirchnerista había sido procesado, la Cámara Federal de Apelaciones había considerado que no había motivos para ello, aunque tampoco para declarar su inocencia. Pero Bonadio analizó que las nuevas medidas ordenadas no habían logrado modificar la situación. Por ello, dispuso el sobreseimiento de Manzur con la expresa mención de que la formación de la causa en nada había afectado el buen nombre y honor del gobernador.
En abril, los camaristas Horacio Rolando Cattani, Eduardo Guillermo Farah y Martín Irurzun habían aliviado la situación de Manzur con el dictado de la falta de mérito. En contrapartida, los jueces habían confirmado el procesamiento de Aníbal Fernández, ex jefe de Gabinete; de Daniel Gollán, ex ministro de Salud de la Nación y sucesor de Manzur en esa cartera; de Nicolás Kreplak, militante de La Cámpora y ex funcionario del Ministerio; de otros seis agentes del Estado y de nueve empresarios implicados en la licitación de artículos para recién nacidos.
Respecto de Manzur, quien es defendido por el abogado Mariano Ungar, el estrado expresó que su intervención en la licitación de los kits “Qunita” había consistido en la convocatoria a la licitación; en la habilitación del pliego de bases y de condiciones, y en la autorización para emitir circulares modificatorias. El médico tucumano firmó estos actos semanas antes de renunciar al cargo para reasumir como vicegobernador de José Alperovich. El hoy gobernador regresó a la provincia a finales de febrero -fue reemplazado por Gollán en la Nación-; un mes después, la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán confirmó su sobreseimiento en una causa por el supuesto enriquecimiento ilícito en el período 2009-2011 y en agosto, ganó las elecciones provinciales que lo convirtieron en sucesor de Alperovich.
Lejos quedó el 16 de febrero, cuando Bonadio dispuso el procesamiento de Manzur, y de otros 22 empresarios y funcionarios públicos de la administración kirchnerista en conexión con la posible existencia de una licitación “cartelizada”. “Ha quedado demostrado que desde el comienzo del proyecto de compra del kit ‘Qunita’ ya había seis ganadores prefijados (las firmas Delta Obras y Proyectos SA; Narciso SRL; Grupo Diela SRL; Dromotech SA; Fibromad SA y Fasano SRL)”, había dicho Bonadío. El juez había añadido que, por ello, Salud diseñó un pliego de un único renglón expresamente vedado por la legislación y permitió la financiación de los proveedores. “Estos compraron los materiales para la provisión del kit un considerable tiempo antes de ser adjudicados”, había observado el juez.