19 Agosto 2016
Cristina reapareció llena de ironías y de críticas
“Te recomiendan no andar en patas pero no que apagues el televisor”, chicaneó la ex presidenta sobre los planteos de su sucesor. La ex jefa de Estado se mostró junto a dirigentes justicialistas en el partido bonaerense de Ensenada. Dijo ser una “militante”.
ENTRE SELFIES. La ex presidenta recorrió ayer una cooperativa en una localidad bonaerense y se refirió a su actual rol en el PJ: “quiero ser militante”. telam
BUENOS AIRES.- La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner aseguró ayer que quiere ser una militante más, pidió unidad al movimiento obrero “frente a los momentos difíciles que vive el país” y sostuvo que los que deciden si se conforma “un proyecto que lleve felicidad al pueblo no es la voluntad de un dirigente, sino la de millones de argentinos”.
Cristina encabezó durante la tarde un acto en el barrio Mosconi de la localidad bonaerense de Ensenada, junto al intendente Mario Secco, donde instó a la “unidad del movimiento obrero frente a los momentos difíciles que vive el país”.
La ex presidenta recorrió la cooperativa de servicios “Futuro Ensenadense”, un emprendimiento barrial que surgió en 2007 con tareas de desmalezamiento y que a través de cursos de capacitación hoy presta servicios de albañilería, herrería, pintura, electricidad, jardinería, carpintería, fabricación de cercos y bloques de hormigón.
La “reconversión”
“No quiero que me digan ‘Cristina conducción’ sino ‘Cristina militante’ junto a cada uno de ustedes. Son momentos difíciles para el pueblo, pero quiero decirles que cuando vienen a arrebatarnos las conquistas y derechos, los argentinos tenemos dos opciones: nos subimos al auto de la autocompasión, donde no se puede nada, o nos subimos al auto del autoconvencimiento, de que todo se puede”, sostuvo ante los militantes.
“Que nadie los convenza de que no les correspondía esa jubilación que cobraron, que esa computadora que su hijo recibió en el colegio era un privilegio o que a los obreros les regalaron ese puesto de trabajo”, amplió. Y añadió que todo ello fue producto de “un proyecto nacional”.
Precisó que el gobierno kirchnerista “demostró que si el Estado los apoyaba, ustedes podían estudiar, abrir comercios y tener una fábrica”. En la misma línea, prosiguió: “deben saber que todas esas cosas son a las que tienen derecho por ser ciudadanos. Hay que tener derecho a tener salud, educación, salud y progreso”.
La ex mandataria nacional añadió que “últimamente algunos quieren convencer a los argentinos de que vivían demasiado bien; pero nosotros tenemos que hacer que todas y cada una de esas conquistas sigan en cabeza de sus titulares, seguir avanzando e incorporar más gente”.
Cristina dijo que “entrar en discusiones dirigenciales no vale la pena” y que ello “divide, confunde y aburre porque la gente necesita que le hablen de sus problemas”, por lo que afirmó que “por eso, yo quiero ser militante”.
“Incluir”
Consideró que “la idea es incluir, unir, juntar porque sin la unidad de los trabajadores, estudiantes, docentes, comerciantes y empresarios es imposible avanzar”. Asimismo, opinó que “si nos dividen, estamos perdidos” y reiteró que “cuando hablo de ‘Cristina militante’, es junto a ustedes, en cada universidad, en cada colegio, en cada comercio, en asociaciones para que no les apliquen tarifas que no podrá pagar”.
Luego, expresó que no deseaba “perder el tiempo hablando mal de nadie” y pidió “unidad ante la inflación disparada, el tarifazo, la inseguridad y la generación de un estado policial que persigue a militantes políticos”.
“Nosotros tenemos que ser mejores que nunca. Que el odio y la violencia en los demás no nos contagien. Tenemos que ser buenos y maduros porque nos van a provocar. Yo vengo a ganar tiempo hablando de las cosas buenas que todavía faltan hacer en nuestro país y de cómo podemos hacerlas”, expresó.
Pidió a los trabajadores y jóvenes obreros “que se incorporen a la militancia sindical” porque, dijo, “sobre ellos están yendo con un proyecto de precarización laboral para reducir aún más los salarios”.
Por otro lado, criticó a los medios por “envenenar la cabeza de la gente” e ironizó: “ahora recomiendan comer menos, cocinar sin aceite, no ponerle manteca al pan y dicen que el desayuno no es una comida importante; lo único que no recomiendan es que apaguemos el televisor, aunque los plasmas consumen mucha electricidad”.
Sin embargo, recalcó que “no hay que enojarse con nadie, hay que ser inteligentes y tomarse el trabajo de explicar, hablar y unir, porque de esta manera podremos construir una nueva mayoría” y apuntó que “hay que preocuparse por volver a colocar en el centro de nuestra atención y nuestro trabajo al pueblo, a lo que se necesita para volver a ser felices”.
Estuvo acompañada por Martín Sabbatella, Andrés “Cuervo” Larroque; Eduardo “Wado” De Pedro; Leopoldo Moreau; y Carlos Castagnetto. (Télam)
Cristina encabezó durante la tarde un acto en el barrio Mosconi de la localidad bonaerense de Ensenada, junto al intendente Mario Secco, donde instó a la “unidad del movimiento obrero frente a los momentos difíciles que vive el país”.
La ex presidenta recorrió la cooperativa de servicios “Futuro Ensenadense”, un emprendimiento barrial que surgió en 2007 con tareas de desmalezamiento y que a través de cursos de capacitación hoy presta servicios de albañilería, herrería, pintura, electricidad, jardinería, carpintería, fabricación de cercos y bloques de hormigón.
La “reconversión”
“No quiero que me digan ‘Cristina conducción’ sino ‘Cristina militante’ junto a cada uno de ustedes. Son momentos difíciles para el pueblo, pero quiero decirles que cuando vienen a arrebatarnos las conquistas y derechos, los argentinos tenemos dos opciones: nos subimos al auto de la autocompasión, donde no se puede nada, o nos subimos al auto del autoconvencimiento, de que todo se puede”, sostuvo ante los militantes.
“Que nadie los convenza de que no les correspondía esa jubilación que cobraron, que esa computadora que su hijo recibió en el colegio era un privilegio o que a los obreros les regalaron ese puesto de trabajo”, amplió. Y añadió que todo ello fue producto de “un proyecto nacional”.
Precisó que el gobierno kirchnerista “demostró que si el Estado los apoyaba, ustedes podían estudiar, abrir comercios y tener una fábrica”. En la misma línea, prosiguió: “deben saber que todas esas cosas son a las que tienen derecho por ser ciudadanos. Hay que tener derecho a tener salud, educación, salud y progreso”.
La ex mandataria nacional añadió que “últimamente algunos quieren convencer a los argentinos de que vivían demasiado bien; pero nosotros tenemos que hacer que todas y cada una de esas conquistas sigan en cabeza de sus titulares, seguir avanzando e incorporar más gente”.
Cristina dijo que “entrar en discusiones dirigenciales no vale la pena” y que ello “divide, confunde y aburre porque la gente necesita que le hablen de sus problemas”, por lo que afirmó que “por eso, yo quiero ser militante”.
“Incluir”
Consideró que “la idea es incluir, unir, juntar porque sin la unidad de los trabajadores, estudiantes, docentes, comerciantes y empresarios es imposible avanzar”. Asimismo, opinó que “si nos dividen, estamos perdidos” y reiteró que “cuando hablo de ‘Cristina militante’, es junto a ustedes, en cada universidad, en cada colegio, en cada comercio, en asociaciones para que no les apliquen tarifas que no podrá pagar”.
Luego, expresó que no deseaba “perder el tiempo hablando mal de nadie” y pidió “unidad ante la inflación disparada, el tarifazo, la inseguridad y la generación de un estado policial que persigue a militantes políticos”.
“Nosotros tenemos que ser mejores que nunca. Que el odio y la violencia en los demás no nos contagien. Tenemos que ser buenos y maduros porque nos van a provocar. Yo vengo a ganar tiempo hablando de las cosas buenas que todavía faltan hacer en nuestro país y de cómo podemos hacerlas”, expresó.
Pidió a los trabajadores y jóvenes obreros “que se incorporen a la militancia sindical” porque, dijo, “sobre ellos están yendo con un proyecto de precarización laboral para reducir aún más los salarios”.
Por otro lado, criticó a los medios por “envenenar la cabeza de la gente” e ironizó: “ahora recomiendan comer menos, cocinar sin aceite, no ponerle manteca al pan y dicen que el desayuno no es una comida importante; lo único que no recomiendan es que apaguemos el televisor, aunque los plasmas consumen mucha electricidad”.
Sin embargo, recalcó que “no hay que enojarse con nadie, hay que ser inteligentes y tomarse el trabajo de explicar, hablar y unir, porque de esta manera podremos construir una nueva mayoría” y apuntó que “hay que preocuparse por volver a colocar en el centro de nuestra atención y nuestro trabajo al pueblo, a lo que se necesita para volver a ser felices”.
Estuvo acompañada por Martín Sabbatella, Andrés “Cuervo” Larroque; Eduardo “Wado” De Pedro; Leopoldo Moreau; y Carlos Castagnetto. (Télam)
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