La fiscalía pidió 20 años de prisión para Milhein y González

La defensa solicitó la absolución de ambos.

LOS DOS ACUSADOS. El lunes escucharán la sentencia de los tres jueces. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso LOS DOS ACUSADOS. El lunes escucharán la sentencia de los tres jueces. la gaceta / foto de jorge olmos sgrosso
20 Agosto 2016
Con un pie ubicado arriba de un banco -por una trombosis que le impidió asistir el martes a Tribunales, día en que estaba prevista la presentación de los alegatos- y mirando por una ventana entreabierta, Daniela Milhein escuchó ayer las palabras del fiscal de Cámara y de la querella, que pidieron para ella y para su ex pareja, Alejandro González, 20 años de prisión. La acusaron por “privación ilegítima de la libertad agravada por ser en contra de una menor, promoción de la prostitución y corrupción de menores”. Luego de la defensa de ambos pidió la absolución total de los dos imputados, ya que consideró que no existen pruebas para condenarlos y que la denuncia fue “una mentira, una falacia, una invención de la supuesta víctima”.

La denunciante en cuestión es F.M., una mujer que acusó a los imputados por “raptarla” en 2002 -cuando tenía 16 años-, “drogarla” y “obligarla a prostituirse” hasta que logró escapar de su casa. Este caso es una ramificación de la causa Marita Verón, a quien F.M. dijo ver en la casa de Milhein ese año. En ese juicio, tanto Milhein como González fueron condenados, pero se encuentran libres porque el fallo aún no está firme.

Pedidos de pena

El fiscal de Cámara Carlos Sale, quien protagonizó un particular ida y vuelta con Milhein cuando ella le exigía durante su declaración que hiciera “preguntas puntuales”, en su alegato pidió una pena de 20 años de prisión para los dos imputados. Para esta solicitud, tuvo en cuenta lo que dijeron los psicólogos durante el juicio: “Los profesionales señalaron que la víctima sufrió vivencias abusivas de tipo sexual y que no registró en su relato signos de mitomanía. También señalaron que sería muy reparador para ella, por las secuelas que le quedaron, que se haga justicia”. Esto último fue interpretado por la defensora, Nilda González de Escobedo, como una extorsión por parte de los psicólogos.

Luego llegó el turno de los querellantes Belén Lembo, Germán Díaz y María Rosa Ponce, todos de la Fundación María de los Ángeles.

“No pensemos en cadenas. Pese a que la llevaron a lugares públicos, como el hospital Carillo, la Brigada y la Defensoría del Pueblo, la víctima no dijo nada porque estaba sometida. Todo eso fue una puesta en escena”, le aseguró Lembo al Tribunal. También criticó con dureza al oficial Eduardo Chávez, quien llevó adelante la investigación cuando la madre de F.M. denunció su desaparición: “nunca solicitó ordenes de allanamientos. Se dedicó a cazar pokemones”.

Díaz, tras solicitar los 20 años de prisión para los imputados, pidió investigar al oficial por encubrimiento. Ponce, por su parte, acusó a Milhein y González de obligar a la víctima a tomar pastillas, que hicieron que luego su hija “naciera con una discapacidad”.

González de Escobedo, en el último turno de los alegatos, pidió la absolución al considerar que no existían pruebas para una condena y que “las mentiras de la víctima se traducen en un solo objetivo: dinero”.

“Ni dando saltos González podría haberle tapado la boca a la víctima”, graficó, en relación a la baja estatura del imputado y de la escena del supuesto secuestro. La denunciante, por su parte, había sido considerada por su familia como “más alta de lo normal”.

Después de escuchar los alegatos, el tribunal integrado por Pedro Roldán Vázquez, Alfonzo Zóttoli y María Alejanda Balcázar, le comunicó a los acusados que podían hacer uso de la palabra, pero ambos se negaron a hacerlo. El lunes, a las 9, se escucharía la sentencia.

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