15 Septiembre 2016
CHARLA. Rosales y Barbona hablan durante la sesión de ayer en Ojo de Agua. A esa hora de la tarde, las 18, ni el lateral ni el enganche sabían que no podían jugar. LA GACETA / FOTO DE Inés Quinteros Orio
Cuentan en Atlético que desde hace un tiempo en la AFA hay una ley que le prohíbe al club que cede a un futbolista a otra institución quitarle la posibilidad de enfrentarlo. Las famosas cláusulas de esta índole no caben más en el planeta del fútbol argentino. La libertad está, aunque a veces queda atada, de palabra. Porque si bien en el papel no hay nada escrito, un cruce de manos y una promesa pueden ser suficientes para que un futbolista no sea utilizado.
Atlético hoy tiene a dos jugadores en esa situación: Mauricio Rosales y David Barbona, cedidos al “Decano” sin cargo y sin opción por Estudiantes, el rival del próximo domingo, a las 14, en 25 de Mayo y Chile. “Por la buena relación que tenemos con Estudiantes y por cómo se dieron las negociaciones, dimos nuestra palabra. Si ellos solicitan que no jueguen ni Rosales ni Barbona, lo aceptaremos”. El directivo de Atlético confiesa lo que pasa, pero a medias.
Porque no es que el “Pincha” deba pedir, sino que el “Pincha”, antes de cederlos a préstamo, ya había solicitado que no jueguen.
Lo peor de esta historia es que ni Rosales ni Barbona estaban al tanto. Cuando LG Deportiva les consultó qué sentían por quedarse afuera del duelo dominical, como que su imagen quedó en pausa. Sin respuesta. Los dos miraban al cronista preguntándose por qué estaban afuera si todavía el técnico no había dado el equipo. “Todavía no sabemos nada”, atina a responder Rosales. Barbona sigue el mismo dial. “No, no, no sabemos nada de eso”. Ambos quedaron perplejos.
“No hablamos con el club ni con Estudiantes, así que hasta que no nos llegue la información a nosotros, seguimos igual que siempre”, aseguró el “Chino”, aunque su cara no decía lo mismo. Fue como que le hubieran hecho una cámara oculta de mal gusto.
David también quedó en off side. Sin palabras. “Son cosas del fútbol. Si no se puede, habrá que alentar desde la tribuna”, lamentaba el enganche.
Igualmente, desde el Monumental no dieron por cerrado el asunto. Intentarán convencer a sus pares de La Plata de que les permitan a sus ahora ex jugadores estar el domingo en cancha.
Si se da, Rosales no cataloga el encuentro como especial. “Es un partido más. Esto es un trabajo y nosotros estamos en Atlético, así que tenemos que dar lo mejor.”
Atlético hoy tiene a dos jugadores en esa situación: Mauricio Rosales y David Barbona, cedidos al “Decano” sin cargo y sin opción por Estudiantes, el rival del próximo domingo, a las 14, en 25 de Mayo y Chile. “Por la buena relación que tenemos con Estudiantes y por cómo se dieron las negociaciones, dimos nuestra palabra. Si ellos solicitan que no jueguen ni Rosales ni Barbona, lo aceptaremos”. El directivo de Atlético confiesa lo que pasa, pero a medias.
Porque no es que el “Pincha” deba pedir, sino que el “Pincha”, antes de cederlos a préstamo, ya había solicitado que no jueguen.
Lo peor de esta historia es que ni Rosales ni Barbona estaban al tanto. Cuando LG Deportiva les consultó qué sentían por quedarse afuera del duelo dominical, como que su imagen quedó en pausa. Sin respuesta. Los dos miraban al cronista preguntándose por qué estaban afuera si todavía el técnico no había dado el equipo. “Todavía no sabemos nada”, atina a responder Rosales. Barbona sigue el mismo dial. “No, no, no sabemos nada de eso”. Ambos quedaron perplejos.
“No hablamos con el club ni con Estudiantes, así que hasta que no nos llegue la información a nosotros, seguimos igual que siempre”, aseguró el “Chino”, aunque su cara no decía lo mismo. Fue como que le hubieran hecho una cámara oculta de mal gusto.
David también quedó en off side. Sin palabras. “Son cosas del fútbol. Si no se puede, habrá que alentar desde la tribuna”, lamentaba el enganche.
Igualmente, desde el Monumental no dieron por cerrado el asunto. Intentarán convencer a sus pares de La Plata de que les permitan a sus ahora ex jugadores estar el domingo en cancha.
Si se da, Rosales no cataloga el encuentro como especial. “Es un partido más. Esto es un trabajo y nosotros estamos en Atlético, así que tenemos que dar lo mejor.”
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