El casco histórico de la ciudad de Tucumán permite conocer las raíces de la Independencia

La Casa Histórica, la Iglesia Catedral, el Museo Avellaneda y los teatros San Martín y Alberdi, son testimonios vivos de esa gesta.

ATRACCIÓN. El museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro está en el centro del casco histórico. FOTO TOMADA DE ENTECULTURALTUCUMAN.GOV.AR ATRACCIÓN. El museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro está en el centro del casco histórico. FOTO TOMADA DE ENTECULTURALTUCUMAN.GOV.AR
22 Septiembre 2016
Los recorridos por el casco histórico de la ciudad de Tucumán, permiten conocer las raíces de la Independencia argentina, ya que varios edificios cívicos, como la Casa Histórica, la Iglesia Catedral, el Museo Avellaneda y los teatros San Martín y Alberdi, son testimonios vivos de esa gesta.
La gran cantidad de museos, galerías de arte y edificios históricos que le dan color a los paseos por el centro tucumano, se complementa con una gastronomía -donde las empanadas, los tamales, el locro y la humita son las comidas salientes- y con más de 160 hectáreas de espacios verdes distribuidas en parques y plazas diseñadas por los paisajistas más importantes del mundo.
La Casa Histórica, construida a fines del siglo XVIII por orden de Francisca Bazán y Esteves de Laguna, fue sede de la Declaración de la Independencia el 9 de Julio de 1816 y luego sufrió demoliciones y remodelaciones que determinaron que en la actualidad sólo el Salón de la Jura sea la única parte original de la construcción.
El edificio, donde funciona el Museo de la Independencia, fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941 y reconstruido en 1943 por el arquitecto Mario José Buschiazzo.
El Museo de la Independencia cuenta con un valioso patrimonio integrado por objetos del período colonial y de las guerras de la Independencia y del Siglo XIX.
Las muestras permanentes que se ofrecen en este espacio están referidas al período colonial, a la Revolución y las Guerras de la Independencia, a la historia de la casa, a la platería criolla, al Congreso de Tucumán, a los congresales de 1816 y a la Sala de la Jura de la Independencia.
El espectáculo de luces y colores que se puede disfrutar los martes, jueves y sábados a partir de las 20, evoca los históricos momentos previos a la declaración de la Independencia a través de un espectáculo denominado "Tucumán Cita a la Patria".
La puesta en escena recrea la atmósfera de un pasado donde las aclamaciones del pueblo, la lectura del acta y las voces de Laprida, Paso, Godoy Cruz, fueron las protagonistas salientes de la gesta histórica más importante de Argentina.
Los museos, como el de Ciencias Naturales Miguel Lillo, que posee un jardín botánico a cielo abierto en el que se pueden apreciar las especies más representativas de la selva tucumano-boliviana; el Municipal Juan Carlos Iramain; el de Arte Sacro; el Folclórico Provincial General Manuel Belgrano; el Nicolás Avellaneda; y el Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro, son otros de los atractivos que ofrecen los paseos por el casco histórico de Tucumán.
Entre la gran cantidad de espacios verdes que adornan el centro tucumano, el Parque 9 de Julio, con casi 150 hectáreas, es el más destacado ya que se trata del pulmón verde más grande del norte argentino.
Diseñado por Carlos Thays en 1916,  en su interior tiene espacios para recreación, restaurantes, bares, juegos y edificios de instituciones culturales como la Facultad de Filosofía y Letras y el Museo Obispo Colombres.
Además, cuenta con una colección de esculturas clásicas y románticas forjadas con hierro y construidas en París, que lo convierte en uno de los parques más importantes de Argentina.
La Plaza Independencia, la recientemente renovada plaza Urquiza y las plazas San Martín y Belgrano son otros espacios verdes imperdibles en los recorridos por el centro de San Miguel de Tucumán.
Las iglesias, marcadas por la influencia de las misiones jesuíticas, franciscanas, mercedarias y domínicas, le dan vida y un color particular al casco histórico.
Los templos más representativos son la Catedral, donde se puede ver la cruz fundacional de la primera ciudad tucumana, la actual Ibatín, fundada en 1565, y la urna funeraria del Obispo José Eusebio Colombres, fundador de la industria azucarera; y la Merced, donde se puede apreciar el bastón de mando que Manuel Belgrano le entregó a la Virgen de la Merced luego de la Batalla de Tucumán.
En la Iglesia de San Francisco se encuentra el salón de los Congresales con el mismo mobiliario de 1816 y el Cristo Yacente del siglo XVIII que perteneció a los jesuitas y que fue el símbolo de la primera bandera tucumana, la Santo Domingo. Anexado a la iglesia, el Convento San Francisco es otro de los edificios religiosos que embellecen los paseos por la ciudad de Tucumán.
La intensa vida cultural que caracteriza a Tucumán se desarrolla en siete salas teatrales repartidas en pocas cuadras del caso histórico, entre las que sobresalen la San Martín, con capacidad para 900 personas, y la Alberdi, que tiene 3.260 metros cuadrados distribuidos en siete plantas.
Los centros culturales Virla y Rougués, con sus edificios de época, completan la nómina de edificios históricos imperdibles a la hora de recorrer el centro de la ciudad que fue la cuna de la Independencia argentina. (Télam)

Los recorridos por el casco histórico de la ciudad de Tucumán permiten conocer las raíces de la Independencia argentina, ya que varios edificios cívicos, como la Casa Histórica, la Iglesia Catedral, el Museo Avellaneda y los teatros San Martín y Alberdi, son testimonios vivos de esa gesta.

La gran cantidad de museos, galerías de arte y edificios históricos que le dan color a los paseos por el centro tucumano, se complementa con una gastronomía -donde las empanadas, los tamales, el locro y la humita son las comidas salientes- y con más de 160 hectáreas de espacios verdes distribuidas en parques y plazas diseñadas por los paisajistas más importantes del mundo.

La Casa Histórica, construida a fines del siglo XVIII por orden de Francisca Bazán y Esteves de Laguna, fue sede de la Declaración de la Independencia el 9 de Julio de 1816 y luego sufrió demoliciones y remodelaciones que determinaron que en la actualidad sólo el Salón de la Jura sea la única parte original de la construcción.

El edificio, donde funciona el Museo de la Independencia, fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1941 y reconstruido en 1943 por el arquitecto Mario José Buschiazzo.

El Museo de la Independencia cuenta con un valioso patrimonio integrado por objetos del período colonial y de las guerras de la Independencia y del Siglo XIX.

Las muestras permanentes que se ofrecen en este espacio están referidas al período colonial, a la Revolución y las Guerras de la Independencia, a la historia de la casa, a la platería criolla, al Congreso de Tucumán, a los congresales de 1816 y a la Sala de la Jura de la Independencia.

El espectáculo de luces y colores que se puede disfrutar los martes, jueves y sábados a partir de las 20, evoca los históricos momentos previos a la declaración de la Independencia a través de un espectáculo denominado "Tucumán Cita a la Patria".

La puesta en escena recrea la atmósfera de un pasado donde las aclamaciones del pueblo, la lectura del acta y las voces de Laprida, Paso, Godoy Cruz, fueron las protagonistas salientes de la gesta histórica más importante de Argentina.

Los museos, como el de Ciencias Naturales Miguel Lillo, que posee un jardín botánico a cielo abierto en el que se pueden apreciar las especies más representativas de la selva tucumano-boliviana; el Municipal Juan Carlos Iramain; el de Arte Sacro; el Folclórico Provincial General Manuel Belgrano; el Nicolás Avellaneda; y el Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro, son otros de los atractivos que ofrecen los paseos por el casco histórico de Tucumán.

El parque 9 de Julio

Entre la gran cantidad de espacios verdes que adornan el centro tucumano, el Parque 9 de Julio, con casi 150 hectáreas, es el más destacado ya que se trata del pulmón verde más grande del norte argentino. Diseñado por Carlos Thays en 1916,  en su interior tiene espacios para recreación, restaurantes, bares, juegos y edificios de instituciones culturales como la Facultad de Filosofía y Letras y el Museo Obispo Colombres. Además, cuenta con una colección de esculturas clásicas y románticas forjadas con hierro y construidas en París, que lo convierte en uno de los parques más importantes de Argentina.

La Plaza Independencia, la recientemente renovada plaza Urquiza y las plazas San Martín y Belgrano son otros espacios verdes imperdibles en los recorridos por el centro de San Miguel de Tucumán.

Las iglesias, marcadas por la influencia de las misiones jesuíticas, franciscanas, mercedarias y domínicas, le dan vida y un color particular al casco histórico.

Los templos más representativos son la Catedral, donde se puede ver la cruz fundacional de la primera ciudad tucumana, la actual Ibatín, fundada en 1565, y la urna funeraria del Obispo José Eusebio Colombres, fundador de la industria azucarera; y la Merced, donde se puede apreciar el bastón de mando que Manuel Belgrano le entregó a la Virgen de la Merced luego de la Batalla de Tucumán.

En la Iglesia de San Francisco se encuentra el salón de los Congresales con el mismo mobiliario de 1816 y el Cristo Yacente del siglo XVIII que perteneció a los jesuitas y que fue el símbolo de la primera bandera tucumana, la Santo Domingo. Anexado a la iglesia, el Convento San Francisco es otro de los edificios religiosos que embellecen los paseos por la ciudad de Tucumán.

La intensa vida cultural que caracteriza a Tucumán se desarrolla en siete salas teatrales repartidas en pocas cuadras del caso histórico, entre las que sobresalen la San Martín, con capacidad para 900 personas, y la Alberdi, que tiene 3.260 metros cuadrados distribuidos en siete plantas.

Los centros culturales Virla y Rougués, con sus edificios de época, completan la nómina de edificios históricos imperdibles a la hora de recorrer el centro de la ciudad que fue la cuna de la Independencia argentina. (Télam)

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