Una cocina comunitaria se volvió gourmet: ganó un primer puesto en un concurso de cocina

Tan sofisticado como localista es el plato que presentó Verónica López en el concurso “Juventud y patria en la mesa”.

Verónica López, de remera roja y negra, cuando ganó el concurso. Verónica López, de remera roja y negra, cuando ganó el concurso.
24 Septiembre 2016
Risotto de mazamorra con bondiola de cerdo en espejo de jalea de moras con chutney de nísperos. Tan sofisticado como localista es el plato que presentó Verónica López en el concurso “Juventud y patria en la mesa”, cuya semifinal tuvo lugar el jueves en la Expo. Verónica es miembro de la cocina comunitaria Nuevo Amanecer, del barrio ATE. LA GACETA contó su historia en mayo del año pasado, y ella ya se perfilaba como una cocinera apasionada. De hecho era la jefa de la cocina, que nació en 2001, bajo una morera.

Verónica se clasificó como finalista con el primer puesto y participará de la final en la feria Abasto Gourmet, que se realizará del 6 al 10 de octubre.

De 60 cocineros que se presentaron al concurso, organizado por la Dirección de Juventud del Ministerio de Desarrollo Social, seis de ellos llegaron a la semifinal y cuatro competirán en la feria que se realiza todos los años en el hotel Hilton. Verónica, todavía sorprendida y feliz por su primer puesto, agradeció las capacitaciones que recibió por parte del Ministerio y el empuje que obtuvo por parte de la Secretaría de Extensión de la UNT.

“Todos los días cocino para 200 personas del barrio, pero no es lo mismo que preparar platos gourmet”, dijo tras recibir la mención. “Yo ya tenía decidido qué era lo que iba a preparar, pero fue fundamental el apoyo de Andrea Montenegro (conductora del programa radial Extendidos, de la Secretaría de Extensión), quien me dio una enorme mano en cuanto a la presentación del plato”, agregó.

La propuesta de este concurso de cocina fue revalorizar, en el marco del Bicentenario, los sabores, productos y técnicas gastronómicas de la región a través de la reinterpretación de un plato tradicional, o bien diseñar un plato nuevo utilizando ingredientes autóctonos. Por este último camino transitó Verónica cuando armó este particular plato que recoge lo más típico de su barrio y lo convierte en un sabor gourmet.

Verónica se describe como una apasionada de la cocina y de la creación en general. Tiene 31 años, es soltera y tiene tres hijos que son su inspiración y a quienes dedicó el premio. “Tenía muchos nervios, porque sabía que estaba compitiendo con gente que ha realizado estudios, que ha adquirido mucha preparación en esto. Yo sentía que había muchas cosas en contra, entonces pusimos lo mejor de nosotros en esa cocina, y este fue nuestro premio”, le confesó a LA GACETA la feliz cocinera comunitaria, ahora convertida en cocinera gourmet.

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