24 Septiembre 2016
PROTEGIDOS. Hay zonas donde el frío no produjo daños en el trigo.
La campaña de trigo en el Este de Tucumán se inició con muy buena disponibilidad de humedad para la siembra en los distintos perfiles del suelo hacia fines de abril. En el sur de la provincia, en cambio, comenzó en junio debido a retrasos en la cosecha de soja por las precipitaciones registradas durante la segunda quincena de abril y mayo, que superaron los 150 mm, dijo Marcela Lizondo, Jefe AER Banda del Río Salí del INTA Famaillá
Los registros de altas temperaturas en la primera quincena de agosto adelantaron el crecimiento y desarrollo de los trigos en el este provincial. Pero, posteriormente, la presencia de heladas tardías y extratardías durante la segunda quincena de agosto y principios de septiembre impactó negativamente en aquellos lotes sembrados con cultivares de ciclos intermedios y largos durante la segunda quincena de abril y primeros días de mayo. Las pérdidas fueron mayores en los cultivares de ciclos largos, ya que se encontraban en la etapa crítica de espigazón con regular condición hídrica del perfil del suelo. Igualmente, en los cultivares de ciclos cortos no se descarta la posibilidad de registrar una disminución en el potencial de rendimiento porque se interrumpió la etapa de llenado de granos. En el caso de las siembras registradas en la segunda quincena de mayo, el impacto de las heladas no fue significativo y el trigo posee un muy buen desarrollo.
En la zona Sur, donde los cultivares se sembraron en forma tardía, la ocurrencia de heladas no ocasiono daños porque aún se encontraban en etapas vegetativas, que es un momento no sensible a las heladas. En la actualidad, el trigo se encuentra en plena espigazón con escaso desarrollo y condición de humedad de regular a mala. Los productores están esperando la llegada de precipitaciones para reponer humedad en el perfil del suelo que favorezca el buen llenado de granos.
Desde el punto de vista sanitario, en ambas zonas pero con mayor intensidad en el Este, hay una alta incidencia de pulgones, que incrementan su presencia en condiciones de sequías.
Por otro lado la Bolsa de Cereales afirmo en su informe semanal que a pesar de no haberse registrado nuevas precipitaciones que permitan reponer humedad en lotes de trigo que transitan las etapas críticas, el 48,5 % de las 4.300.000 hectáreas implantadas en la campaña 2016/17 mantienen una muy buena condición de cultivo. La mayor proporción de estos lotes se concentran sobre los núcleos trigueros de las regiones Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, Centro y Sudeste de Buenos Aires y Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa, donde prevalece una condición hídrica adecuada. A su vez, un 37,6 % del cereal implantado a nivel nacional presenta una condición de cultivo buena, y sólo un 2,8 % del área triguera se encuentra en estado regular, principalmente en las regiones NOA y NEA, donde prevalece una condición de humedad escasa.
Sobre el norte del área agrícola nacional, más precisamente en el NOA, los lotes de trigo se encuentran transitando las etapas de grano lechoso y pastoso, donde las expectativas de rendimiento se ubican dentro del promedio zonal registrado en las últimas campañas. La condición de humedad varía de regular a escasa, siendo una limitante para los cuadros que continúan llenando grano y que podrían presentar una merma en el potencial del rinde. La presión sanitaria es normal, aunque en la localidad de Metan se realizaron aplicaciones para el control de pulgones de la espiga. A su vez, en el NEA, el cereal se encuentra llenando grano en el caso de los cuadros tempranos, mientras que lotes sembrados en fechas más tardías continúan en espigazón. La condición de humedad es regular y los productores se encuentran a la espera de nuevas precipitaciones para poder mejorar la oferta hídrica sobre el final del ciclo fenológico del cereal.
Por otra parte, en la franja central del país la mayor proporción de lotes de trigo se encuentran entre encañazón y principios de espigazón, con una condición de humedad adecuada y baja presión de sanidad.
Los registros de altas temperaturas en la primera quincena de agosto adelantaron el crecimiento y desarrollo de los trigos en el este provincial. Pero, posteriormente, la presencia de heladas tardías y extratardías durante la segunda quincena de agosto y principios de septiembre impactó negativamente en aquellos lotes sembrados con cultivares de ciclos intermedios y largos durante la segunda quincena de abril y primeros días de mayo. Las pérdidas fueron mayores en los cultivares de ciclos largos, ya que se encontraban en la etapa crítica de espigazón con regular condición hídrica del perfil del suelo. Igualmente, en los cultivares de ciclos cortos no se descarta la posibilidad de registrar una disminución en el potencial de rendimiento porque se interrumpió la etapa de llenado de granos. En el caso de las siembras registradas en la segunda quincena de mayo, el impacto de las heladas no fue significativo y el trigo posee un muy buen desarrollo.
En la zona Sur, donde los cultivares se sembraron en forma tardía, la ocurrencia de heladas no ocasiono daños porque aún se encontraban en etapas vegetativas, que es un momento no sensible a las heladas. En la actualidad, el trigo se encuentra en plena espigazón con escaso desarrollo y condición de humedad de regular a mala. Los productores están esperando la llegada de precipitaciones para reponer humedad en el perfil del suelo que favorezca el buen llenado de granos.
Desde el punto de vista sanitario, en ambas zonas pero con mayor intensidad en el Este, hay una alta incidencia de pulgones, que incrementan su presencia en condiciones de sequías.
Por otro lado la Bolsa de Cereales afirmo en su informe semanal que a pesar de no haberse registrado nuevas precipitaciones que permitan reponer humedad en lotes de trigo que transitan las etapas críticas, el 48,5 % de las 4.300.000 hectáreas implantadas en la campaña 2016/17 mantienen una muy buena condición de cultivo. La mayor proporción de estos lotes se concentran sobre los núcleos trigueros de las regiones Norte de La Pampa-Oeste de Buenos Aires, Centro y Sudeste de Buenos Aires y Sudoeste de Buenos Aires-Sur de La Pampa, donde prevalece una condición hídrica adecuada. A su vez, un 37,6 % del cereal implantado a nivel nacional presenta una condición de cultivo buena, y sólo un 2,8 % del área triguera se encuentra en estado regular, principalmente en las regiones NOA y NEA, donde prevalece una condición de humedad escasa.
Sobre el norte del área agrícola nacional, más precisamente en el NOA, los lotes de trigo se encuentran transitando las etapas de grano lechoso y pastoso, donde las expectativas de rendimiento se ubican dentro del promedio zonal registrado en las últimas campañas. La condición de humedad varía de regular a escasa, siendo una limitante para los cuadros que continúan llenando grano y que podrían presentar una merma en el potencial del rinde. La presión sanitaria es normal, aunque en la localidad de Metan se realizaron aplicaciones para el control de pulgones de la espiga. A su vez, en el NEA, el cereal se encuentra llenando grano en el caso de los cuadros tempranos, mientras que lotes sembrados en fechas más tardías continúan en espigazón. La condición de humedad es regular y los productores se encuentran a la espera de nuevas precipitaciones para poder mejorar la oferta hídrica sobre el final del ciclo fenológico del cereal.
Por otra parte, en la franja central del país la mayor proporción de lotes de trigo se encuentran entre encañazón y principios de espigazón, con una condición de humedad adecuada y baja presión de sanidad.
Lo más popular
