01 Octubre 2016
PANEL. Reinke (Río Negro), Pochat (LA GACETA) y Dessein (Adepa). También participó Salas (La Voz del Interior). la gaceta / fotos de inés quinteros orio
Si el taller se denomina “Estrategias gerenciales en tiempos de incertidumbre” a los disertantes les cabe el apelativo de “pilotos de tormenta”. Al menos así los presentó Daniel Dessein, en representación de Adepa, resaltando que deben volar sin instrumental mientras la industria de los diarios cambia segundo a segundo. Pero lejos de abrir el paracaídas, Osvaldo Salas, Tomás Reinke y José Pochat transmitieron un cauteloso optimismo en sus exposiciones. Fue un valioso intercambio de experiencias -y de herramientas gerenciales- el que brindaron. Los diarios están vivos -coincidieron-, pero urgidos por mantenerse en un constante proceso de cambio e innovación.
Tal vez fue estudiado, tal vez lo determinó la casualidad, pero al panel lo enriqueció la disparidad de los períodos de gestión. Salas lleva 43 años en La Voz del Interior, Pochat llegó a LA GACETA hace 19 años, y Reinke se incorporó a Río Negro hace apenas un año. Midiendo el tiempo de trabajo, son casi tres generaciones.
“Muchos de ustedes asistieron en 2004 al festejo por el cententario de La Voz -advirtió Salas desde su tonada netamente cordobesa-. En ese momento éramos un diario de papel con una web incipiente. Hoy somos multimarca y multiproducto”. Fue el fruto de un plan de trabajo que incluyó tres reinvenciones: la del portafolio de negocios, la del valor de los productos y la organizacional. “Formábamos parte de estructuras que se miraban hacia adentro, mientras las demandas estaban afuera -explicó Salas-. Por eso fue necesario realizar un cambio cultural y modificar la manera de gestionar”.
Río Negro debe lidiar con una geografía extensa, abarcando dos provincias y distancias tan grandes como la que separa Bariloche de Viedma. “Soy optimista con el futuro de la industria, además creo que el periodismo está viviendo un momento de oro”, enfatizó Reinke, quien se mudó a la Patagonia después de trabajar en Olé (Grupo Clarín) y El Cronista Comercial. “Mientras la música y el cine habían sufrido una transformación nuestra industria venía muy cómodo -apuntó-. Este año, por ejemplo, nos pegó fuerte el tema económico. Soy un defensor del papel y creo que la gran barrera a sostener es la credibilidad del periodismo”,
Pochat, en carácter de anfitrión, había abierto el juego con un análisis de la coyuntura. “La migración de lectores del papel al digital está clara, lo que la industria no encontró es la manera de financiar esa migración”, recordó. De allí su exposición sobre las estrategias que viene adoptando LA GACETA para afrontar los nuevos tiempos. Entre ellas mencionó la apuesta por los contenidos para celulares y por los videos, que proporcionaron en los últimos meses récords de visitas a las plataformas del diario. “La industria tiene fortalezas, como las marcas, la credibilidad y la posibilidad de desarrollar negocios alternativos -sostuvo-. Pero a la vez se nota una baja autoestima en la industria y eso es peligroso porque se pierde el foco”.
Tal vez fue estudiado, tal vez lo determinó la casualidad, pero al panel lo enriqueció la disparidad de los períodos de gestión. Salas lleva 43 años en La Voz del Interior, Pochat llegó a LA GACETA hace 19 años, y Reinke se incorporó a Río Negro hace apenas un año. Midiendo el tiempo de trabajo, son casi tres generaciones.
“Muchos de ustedes asistieron en 2004 al festejo por el cententario de La Voz -advirtió Salas desde su tonada netamente cordobesa-. En ese momento éramos un diario de papel con una web incipiente. Hoy somos multimarca y multiproducto”. Fue el fruto de un plan de trabajo que incluyó tres reinvenciones: la del portafolio de negocios, la del valor de los productos y la organizacional. “Formábamos parte de estructuras que se miraban hacia adentro, mientras las demandas estaban afuera -explicó Salas-. Por eso fue necesario realizar un cambio cultural y modificar la manera de gestionar”.
Río Negro debe lidiar con una geografía extensa, abarcando dos provincias y distancias tan grandes como la que separa Bariloche de Viedma. “Soy optimista con el futuro de la industria, además creo que el periodismo está viviendo un momento de oro”, enfatizó Reinke, quien se mudó a la Patagonia después de trabajar en Olé (Grupo Clarín) y El Cronista Comercial. “Mientras la música y el cine habían sufrido una transformación nuestra industria venía muy cómodo -apuntó-. Este año, por ejemplo, nos pegó fuerte el tema económico. Soy un defensor del papel y creo que la gran barrera a sostener es la credibilidad del periodismo”,
Pochat, en carácter de anfitrión, había abierto el juego con un análisis de la coyuntura. “La migración de lectores del papel al digital está clara, lo que la industria no encontró es la manera de financiar esa migración”, recordó. De allí su exposición sobre las estrategias que viene adoptando LA GACETA para afrontar los nuevos tiempos. Entre ellas mencionó la apuesta por los contenidos para celulares y por los videos, que proporcionaron en los últimos meses récords de visitas a las plataformas del diario. “La industria tiene fortalezas, como las marcas, la credibilidad y la posibilidad de desarrollar negocios alternativos -sostuvo-. Pero a la vez se nota una baja autoestima en la industria y eso es peligroso porque se pierde el foco”.