03 Octubre 2016
EL “AUTO BASURERO”. Está instalado en Las Piedras al 1.300.
En San Lorenzo al 100 hay un auto bordó parado y sin uso desde hace meses. Una vecina que barre la vereda dice que ahora está limpio porque lo “lavó” la lluvia del miércoles a la noche y que no vio a nadie arrancándolo o moviéndolo de lugar. En otra punta de la ciudad, en Las Piedras al 3.300, hay tres autos en desuso -uno está en la vereda-, en mal estado y destartalados. Como esos dos casos, hay muchos en San Miguel de Tucumán. De hecho, un funcionario elaboró un informe en el que se contabilizan 210 vehículos distribuidos por toda la ciudad.
En el trabajo que fue presentado en la misma municipalidad por José Luis Avignone, secretario de Relaciones Institucionales municipal, se detalla cada vehículo (si es auto, camioneta, camión o ambulancia), con el domicilio donde está varado, el dominio (son varios los que no tienen patente) y la marca. También se incluyen “observaciones” para cada rodado: por ejemplo, que le faltan cuatro ruedas, vidrios o cubierta; o que tiene las gomas bajas, o que está deteriorado.
En Alem al 1.300 una camioneta destartalada duerme desde hace mucho tiempo en la parada de la línea 17. Alguien suelta que su propietario ha muerto y otra mujer agrega que eso se llena de ratas y alimañas porque nadie lo limpia. No tiene dueño, sentencia. Pero es Antonio Ramón Millán, reconocido personaje del básquet que fue entrenador del seleccionado tucumano, quien detalla que eso es “una verdadera molestia para todos desde hace tres años”; añade que ocupa el lugar de la parada de ómnibus y que el municipio debería retirarlo cuanto antes. A ello, Isabel Carabajal agrega que ha hecho denuncias para que lo retiren, pero que no ha tenido suerte hasta ahora.
No todos los vehículos están abandonados, según indicaron algunas personas a LA GACETA. Por lo general aquellos que están cerca de los talleres mecánicos tienen propietarios; pero los dejan en la acera hasta que puedan pagar el arreglo. Y a veces pasan meses. Eduardo Daniel Roldán, que trabaja en un taller de Américo Vespucio y Miguel Lillo, indicó que tanto la ambulancia como el Peugeot 504 que están en su cuadra tienen que ser reparados: “a uno le estamos haciendo el motor, y al otro la caja de cambios. Antes de fin de año los tendremos listos. La demora también es porque muchos dueños no tienen para pagar el arreglo y se demoran en venir a pagar”.
A media cuadra de allí, otros cuatro autos están sin uso desde hace meses; y sobre Alem al 1.800 hay un camión rojo destartalado que sirve para apoyar mercadería de una verdulería que está en esa cuadra, y otro auto sin vidrios, ni patente, todo oxidado. Entonces, en un radio de unos 200 metros hay ocho rodados abandonados, rodeados de basura desparramada.
Operativos
“Es mi camioneta. Está chocada y no tengo plata para repararla; la tengo que vender. Por eso la dejo en la vereda, ya que no tengo otro lugar. ¿La municipalidad puede llevársela así, sin preguntar?”, se preocupa Fernando, que pidió que no se publicara su apellido, porque tiene miedo ya que no sabe si está infringiendo alguna ley. Él es propietario de una camioneta Peugeot que está en la vereda de 9 de Julio al 1.300.
Según el Código de Tránsito Municipal (ordenanza N°947/87) los inspectores de la Dirección de Tránsito están facultados para inmovilizar y/o retener y remitir a los corralones municipales a los vehículos que se encuentren en faltas como: que obstaculice el tránsito o que resten fluidez o seguridad a la vía; que tengan carencia total o parcial de chapa patente; que hayan sido abandonados en la vía pública por más de 24 horas; o que hayan sido estacionados en ochava, paradas de ómnibus, taxis, o transporte escolares, entre otros espacios. Por otra parte, en el artículo 299 del mismo Código, se resalta que la retención y remisión del vehículo a los corralones municipales no se efectuarán si el conductor del vehículo en contravención “se hallare presente y pudiera moverlo por sus propios medios para hacer cesar inmediatamente la falta”.
Enrique Romero, subsecretario de la Unidad Operativa de Tránsito y Transporte de la Municipalidad capitalina, opinó que su área no da abasto ni con el personal que tienen ni con la maquinaria (tienen cuatro grúas y dos de ellas fueron “recuperadas” hace poco tiempo) para encargarse de la cantidad de autos abandonados que hay en la vía pública.
“Trabajamos atendiendo entrada y salida de establecimientos escolares y caravanas, procesiones, maratones, actividades del servicio eclesiástico. Además, nos hacemos cargo del traslado de todos los carros que secuestra el personal de Basurales Cero. Y ayudamos a la Policía a sacar los autos de las comisarías. Materialmente no tenemos cómo levantar todos esos autos abandonados ni tampoco adónde llevarlos: los corralones municipales están desbordados”, contó el funcionario municipal. De todas formas, indicó que sí seguirán haciendo los operativos para levantar esos autos sin uso. Además, especificó que siempre se notifica primero al propietario (ese trámite lleva de 24 o 48 horas) y recién se procede a levantar. “Por otra parte -agregó-, es una labor complicada: hay veces que vienen en patota para amenazar e insultar a nuestros inspectores. O llegan con sus papeles, y se llevan el auto a otra parte de la vía pública. Y es un volver a empezar”.
En el trabajo que fue presentado en la misma municipalidad por José Luis Avignone, secretario de Relaciones Institucionales municipal, se detalla cada vehículo (si es auto, camioneta, camión o ambulancia), con el domicilio donde está varado, el dominio (son varios los que no tienen patente) y la marca. También se incluyen “observaciones” para cada rodado: por ejemplo, que le faltan cuatro ruedas, vidrios o cubierta; o que tiene las gomas bajas, o que está deteriorado.
En Alem al 1.300 una camioneta destartalada duerme desde hace mucho tiempo en la parada de la línea 17. Alguien suelta que su propietario ha muerto y otra mujer agrega que eso se llena de ratas y alimañas porque nadie lo limpia. No tiene dueño, sentencia. Pero es Antonio Ramón Millán, reconocido personaje del básquet que fue entrenador del seleccionado tucumano, quien detalla que eso es “una verdadera molestia para todos desde hace tres años”; añade que ocupa el lugar de la parada de ómnibus y que el municipio debería retirarlo cuanto antes. A ello, Isabel Carabajal agrega que ha hecho denuncias para que lo retiren, pero que no ha tenido suerte hasta ahora.
No todos los vehículos están abandonados, según indicaron algunas personas a LA GACETA. Por lo general aquellos que están cerca de los talleres mecánicos tienen propietarios; pero los dejan en la acera hasta que puedan pagar el arreglo. Y a veces pasan meses. Eduardo Daniel Roldán, que trabaja en un taller de Américo Vespucio y Miguel Lillo, indicó que tanto la ambulancia como el Peugeot 504 que están en su cuadra tienen que ser reparados: “a uno le estamos haciendo el motor, y al otro la caja de cambios. Antes de fin de año los tendremos listos. La demora también es porque muchos dueños no tienen para pagar el arreglo y se demoran en venir a pagar”.
A media cuadra de allí, otros cuatro autos están sin uso desde hace meses; y sobre Alem al 1.800 hay un camión rojo destartalado que sirve para apoyar mercadería de una verdulería que está en esa cuadra, y otro auto sin vidrios, ni patente, todo oxidado. Entonces, en un radio de unos 200 metros hay ocho rodados abandonados, rodeados de basura desparramada.
Operativos
“Es mi camioneta. Está chocada y no tengo plata para repararla; la tengo que vender. Por eso la dejo en la vereda, ya que no tengo otro lugar. ¿La municipalidad puede llevársela así, sin preguntar?”, se preocupa Fernando, que pidió que no se publicara su apellido, porque tiene miedo ya que no sabe si está infringiendo alguna ley. Él es propietario de una camioneta Peugeot que está en la vereda de 9 de Julio al 1.300.
Según el Código de Tránsito Municipal (ordenanza N°947/87) los inspectores de la Dirección de Tránsito están facultados para inmovilizar y/o retener y remitir a los corralones municipales a los vehículos que se encuentren en faltas como: que obstaculice el tránsito o que resten fluidez o seguridad a la vía; que tengan carencia total o parcial de chapa patente; que hayan sido abandonados en la vía pública por más de 24 horas; o que hayan sido estacionados en ochava, paradas de ómnibus, taxis, o transporte escolares, entre otros espacios. Por otra parte, en el artículo 299 del mismo Código, se resalta que la retención y remisión del vehículo a los corralones municipales no se efectuarán si el conductor del vehículo en contravención “se hallare presente y pudiera moverlo por sus propios medios para hacer cesar inmediatamente la falta”.
Enrique Romero, subsecretario de la Unidad Operativa de Tránsito y Transporte de la Municipalidad capitalina, opinó que su área no da abasto ni con el personal que tienen ni con la maquinaria (tienen cuatro grúas y dos de ellas fueron “recuperadas” hace poco tiempo) para encargarse de la cantidad de autos abandonados que hay en la vía pública.
“Trabajamos atendiendo entrada y salida de establecimientos escolares y caravanas, procesiones, maratones, actividades del servicio eclesiástico. Además, nos hacemos cargo del traslado de todos los carros que secuestra el personal de Basurales Cero. Y ayudamos a la Policía a sacar los autos de las comisarías. Materialmente no tenemos cómo levantar todos esos autos abandonados ni tampoco adónde llevarlos: los corralones municipales están desbordados”, contó el funcionario municipal. De todas formas, indicó que sí seguirán haciendo los operativos para levantar esos autos sin uso. Además, especificó que siempre se notifica primero al propietario (ese trámite lleva de 24 o 48 horas) y recién se procede a levantar. “Por otra parte -agregó-, es una labor complicada: hay veces que vienen en patota para amenazar e insultar a nuestros inspectores. O llegan con sus papeles, y se llevan el auto a otra parte de la vía pública. Y es un volver a empezar”.
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