31 Octubre 2016
LOS CUATRO. Un opositor muestra un juego de cartas con el rostro de los que define como responsables de la crisis. reuters
CARACAS.- Al cierre de esta edición, se preveía que anoche sí se reúnan representantes del Gobierno de Venezuela y de la oposición, en un encuentro cara a cara, para intentar despejar el camino y ver si era posible consensuar un temario para abrir el diálogo.
Se esperaba que en el encuentro se establezcan los puntos a tratar entre ambas partes para así dar paso al tan esperado encuentro, que cuenta con el auspicio del papa Francisco, quien envió al nuncio apostólico en Buenos Aires, monseñor Emil Paul Tscherrig, a facilitar el diálogo entre el oficialismo y la oposición en una Venezuela en crisis, al borde de la quiebra y con un cuadro social a punto de estallar.
Aunque inicialmente el encuentro sería en las instalaciones del Hotel Melia Caracas se trasladó hasta el Museo Alejandro Otero en La Rinconada.
El sábado, más de una docena de partidos miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), planteó a la alianza opositora que a la cita solo acudiera el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, para presentar una lista de condiciones que permitan avanzar en las conversaciones.
La delegación del Gobierno también mantuvo una reunión privada, de varias horas de duración, en uno de los hoteles estatales de la capital venezolana para abordar los temas del diálogo.
El ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los mediadores en este proceso, participó ayer en alguna de las reuniones.
Hasta ahora la delegación chavista había estado conformada por la canciller venezolana, Delcy Rodríguez; el alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez; el diputado Elías Jaua y el ex embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton.
La exploración del diálogo se inicia también con el auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que designó, además de Rodríguez Zapatero, a los ex presidentes de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Leonel Fernández.
Los representantes de la Iglesia Católica en el país, en tanto, difundieron un comunicado solicitando a los dos bandos “ser coherentes” y “respetar” el compromiso de iniciar conversaciones para tender puentes y evitar la violencia.
Exigencias
Torrealba anunció en su blog que su bloque acudiría a la reunión para solicitar una “solución electoral” y que se respete al Parlamento, entre otras peticiones que presentarán ante los facilitadores de estas conversaciones.
“De esa reunión podrían salir importantes conclusiones que permitan “desescalar” el conflicto”, apuntó Torrealba. Pero otros líderes opositores se mostraban reacios a iniciar un diálogo con el gobierno, argumentando que Maduro se ha convertido en un dictador y sólo intenta promover conversaciones para atrincherarse. “(El encuentro) se produce en un marco de escepticismo y desconfianza”, agregó Torrealba. (Especial-Reuters)
Se esperaba que en el encuentro se establezcan los puntos a tratar entre ambas partes para así dar paso al tan esperado encuentro, que cuenta con el auspicio del papa Francisco, quien envió al nuncio apostólico en Buenos Aires, monseñor Emil Paul Tscherrig, a facilitar el diálogo entre el oficialismo y la oposición en una Venezuela en crisis, al borde de la quiebra y con un cuadro social a punto de estallar.
Aunque inicialmente el encuentro sería en las instalaciones del Hotel Melia Caracas se trasladó hasta el Museo Alejandro Otero en La Rinconada.
El sábado, más de una docena de partidos miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), planteó a la alianza opositora que a la cita solo acudiera el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba, para presentar una lista de condiciones que permitan avanzar en las conversaciones.
La delegación del Gobierno también mantuvo una reunión privada, de varias horas de duración, en uno de los hoteles estatales de la capital venezolana para abordar los temas del diálogo.
El ex presidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, uno de los mediadores en este proceso, participó ayer en alguna de las reuniones.
Hasta ahora la delegación chavista había estado conformada por la canciller venezolana, Delcy Rodríguez; el alcalde del municipio Libertador de Caracas, Jorge Rodríguez; el diputado Elías Jaua y el ex embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), Roy Chaderton.
La exploración del diálogo se inicia también con el auspicio de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), que designó, además de Rodríguez Zapatero, a los ex presidentes de Panamá, Martín Torrijos, y de República Dominicana, Leonel Fernández.
Los representantes de la Iglesia Católica en el país, en tanto, difundieron un comunicado solicitando a los dos bandos “ser coherentes” y “respetar” el compromiso de iniciar conversaciones para tender puentes y evitar la violencia.
Exigencias
Torrealba anunció en su blog que su bloque acudiría a la reunión para solicitar una “solución electoral” y que se respete al Parlamento, entre otras peticiones que presentarán ante los facilitadores de estas conversaciones.
“De esa reunión podrían salir importantes conclusiones que permitan “desescalar” el conflicto”, apuntó Torrealba. Pero otros líderes opositores se mostraban reacios a iniciar un diálogo con el gobierno, argumentando que Maduro se ha convertido en un dictador y sólo intenta promover conversaciones para atrincherarse. “(El encuentro) se produce en un marco de escepticismo y desconfianza”, agregó Torrealba. (Especial-Reuters)
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