Mellizas de 7 años quedaron entre las llamas y fallecieron

Algunos se encontraron con la humareda negra cuando salían a trabajar; otros saltaron de la cama con el alarido de sus vecinos. Lo cierto es que vivieron el amanecer más trágico de la historia del barrio Echeverría. Una casa se prendió fuego y dos niñas de siete años, que eran mellizas, perdieron la vida entre las llamas.

“Nos levantamos y nos dimos con que se le estaba incendiando la casa a mi vecino Adrián Miranda; salimos todos los vecinos a tratar de auxiliarlo”, dijo Raúl Clemente, que vive en la vereda de enfrente de donde se estaba produciendo el siniestro, en calle Isabel la Católica al 2.500. Desde la puerta podía divisar el humo que salía por la parte trasera de la casa de su vecino, ubicada en un primer piso.

La cuadra se llenó de gente en cuestión de segundos y todos se organizaron para ayudar. Mientras algunos acarreaban baldes y tachos con agua, otros acercaban una escalera de madera y la colocaban debajo de una ventana para poder llegar hasta donde estaban las víctimas. Adentro había siete personas: Miranda, su esposa y los cinco hijos pequeños del matrimonio.

Los vecinos remarcaron que la situación fue desesperante. Por un lado, se encontraron con la escasez de agua. “Acá uno abre el caño y salen dos gotas, no hay nada de presión, por lo que no podíamos enchufar mangueras. Al final sacamos agua del tanque de una vecina que por suerte estaba cargado”, contó Clemente. Por otra parte, los minutos pasaban y no llegaban los bomberos. “Llamábamos por teléfono a los bomberos y al 911, y nos hacían mil preguntas. En un momento, una operadora del 911 me contestó: ‘¿qué querés que haga yo? Llamá a los bomberos’. Entonces saqué el auto y me fui yo mismo a buscar a los bomberos”, relató con bronca Roberto Pérez, otro vecino.

Los testimonios coincidieron en que los bomberos tardaron 40 minutos en llegar y que, cuando se presentaron en el lugar del incendio, el fuego ya había sido controlado por los vecinos. “Echaron agua porque había algún que otro foco, pero ya estaba casi todo apagado”, indicó Pérez.

A la hora de rescatar a las víctimas, nadie tuvo miedo. Pérez fue uno de los que trepó la escalera y ayudó a sacar a los niños por la ventana. “No se podía ver nada ni respirar y se escuchaba cómo reventaban los vidrios”, recordó. Incluso contó que uno de los vecinos terminó en el hospital porque se cayó del techo cuando intentaba auxiliar a la familia.

A lo largo de los 40 minutos que esperaron a los bomberos, recibieron la colaboración de varios policías. “La Policía se portó de 10, todos los motoristas que pasaban paraban y subían a la casa. Uno se quemó por entrar a sacar los chicos y otro jovencito salió muy mal porque encontró a las chiquitas muertas”, relató Clemente. Según le comentaron a este vecino, aparentemente las niñas habían cerrado la puerta con llave y por eso no pudieron abrir para sacarlas a tiempo. Las niñas (Priscila y Estefanía Miranda) eran mellizas y asistían a la escuela Salustiano Zavalía.

“Ha sido una desgracia inmensa, usted no tiene idea de lo buena gente y solidarios que son ellos. No entiendo por qué pasó esto, estamos todos destrozados”, expresó el hombre. Luego los vecinos se reunieron y pidieron colaboración para la familia, que perdió todas sus pertenencias en el incendio.

PERICIAS 
TODAVÍA NO ESTÁN CLARAS LAS CAUSAS

La primera hipótesis que surgió luego del incendio indicaba que un posible cortocicuito habría ocasionado las llamas. El desperfecto -dijeron fuentes policiales- se habría producido en un ventilador que estaba encendido dentro de la habitación de las niñas. Sin embargo, más tarde se barajaron otras posibilidades. Cerca del mediodía se presentaron nuevamente los Bomberos en la vivienda incendiada para realizar una inspección ocular. Los vecinos contaron a este diario que los uniformados sintieron olor a gas dentro de la casa, por lo que decidieron llamar a Gasnor. Más tarde se acercaron técnicos de esa empresa y desinstalaron el medidor para realizar una inspección y determinar si existía alguna fuga. Los bomberos que intervinieron en el hecho se negaron a dar información del caso.

CÓMO SE PUEDE EVITAR UN ACCIDENTE

Revisar periódicamente los enchufes que haya en la casa y reemplazarlos cuando estén tostados, resecos o algo derretidos.

Especialistas en electricidad indicaron que los tomacorrientes tienen una vida útil de unos 10 años aproximadamente.

No sobrecargar los enchufes usando triples o zapatillas. El exceso de electricidad puede recalentar el plástico y prenderlo fuego.

Cuando se realice una instalación eléctrica hay que chequear que los  cables que se colocan no tengan menos de 2.5 milímetros de grosor.

Controlar que los niños pequeños no tengan a su alcance fuentes de calor como velas, fósforos o encendedores.

No dejar, por ningún motivo, velas encendidas ni cargadores de celulares enchufados cuando se sale de casa.

Últimos incendios

ALBERDI AL 1.200.- Un taller de tapicería ardió por un cortocircuito y las llamas llegaron a las casas vecinas. Ocurrió el 19 de septiembre y las pérdidas fueron totales en el lugar donde comenzó el incendio. No hubo víctimas.

25 de Mayo al 500.- Un departamento ubicado en un quinto piso se incendió el 19 de septiembre y tuvieron que desalojar por completo el edificio. Los bomberos controlaron las llamas en una hora. No hubo heridos.

JUNÍN AL 1.300.- El fuego empezó a consumir la casa de Guillermo Ledesma el 18 de octubre. Toda la familia logró escapar de las llamas, salvo él. En un intento por salvar a sus mascotas, quedó atrapado en el incendio y perdió la vida.

Córdoba al 600.- Una vela encendida se cayó y prendió fuego una cortina. Franco Cheminet, un joven de 20 años que vive allí, salió a pedir auxilio. Él y un grupo de policías apagaron el fuego a baldazos de agua.