16 Noviembre 2016
RASTRILLAJE FINALIZADO. Los gendarmes revisaron los 1.500 metros cuadrados que tiene el terreno. gerdarmeria
Podría decirse que es el lugar perfecto para esconder drogas: casi 10 kilómetros de camino de tierra lo separan de la desolada ruta 317; el único sonido que se escucha es el de los pájaros; no hay viviendas en los alrededores ni señal de telefonía celular. Quizás por eso a los policías y gendarmes les llevó más de 12 horas terminar de levantar los panes de marihuana que habían lanzado desde una avioneta el lunes a la tarde.
Fueron varios los uniformados que se presentaron en esa finca de La Virginia, Burruyacu. Personal de la Policía de Tucumán, del Escuadrón 55 de Gendarmería Nacional y de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) llegó a los campos de un productor agrícola luego de que él mismo llamara a la Policía, según relataron fuentes del caso. El hombre avisó que, tras observar el vuelo rasante de una avioneta el lunes a la tarde, se encontró con varios paquetes de color marrón esparcidos por el piso.
Esa misma tarde los uniformados consiguieron reunir casi 130 kilos de marihuana, divididos en panes que estaban distribuidos por el campo. Pero después se desató una tormenta y debieron suspender los rastrillajes hasta ayer a la madrugada, cuando revisaron el total de los 1.500 metros cuadrados que posee el terreno y encontraron 28,700 kilos más.
Sin embargo, hasta anoche no habían logrado dar con la avioneta desde la cual lanzaron los paquetes de marihuana y mucho menos con sus ocupantes, quienes todavía no estaban identificados.
La Virginia está ubicada a 60 kilómetros de la capital, hacia el este, y ocupada por extensos campos. No hay urbanización y sólo puede observarse alguna que otra casa, mayormente de veraneo o fin de semana. “Por ahí algunos aprovechan esta desolación para hacer sus ‘fulerías’, porque hay semejantes campos”, opinó Mario Pereyra, un hombre que nació y se crió en esa zona. “Por acá andan avionetas todo el tiempo pero no podemos saber si son las de fumigación o pasa otra cosa. Es la primera vez que me entero de algo así acá”, agregó, sorprendido por la noticia.
Pereyra dijo que le parecería extraño que un agricultor estuviera involucrado en el tráfico de drogas. Lo único raro que observó en la zona -según comentó a este diario- es que suelen pasar autos de alta gama. “Eso no es lo habitual porque los agricultores andan en camionetas y los obreros, en motos. Me da la impresión de que es gente que viene de otro lado”, estimó, con desconfianza.
Sumas millonarias
El dinero que se podría haber ganado con el fraccionamiento y la posterior venta de la marihuana secuestrada durante la última semana en Tucumán supera los $ 8 millones, de acuerdo con una estimación realizada por este diario a partir de los valores actuales de esa droga.
El kilo de marihuana se comercializa a $ 7.500. En menos de una semana, distintas fuerzas de seguridad secuestraron casi 280 kilos de esa droga en Tucumán, lo que representaría un costo de más de $ 2 millones.
Pero ese no sería el número final, ya que la marihuana que reciben los traficantes es “estirada” antes de su venta. Según calcularon especialistas en la materia, los “transas” llegan a incrementar 400 gramos por cada kilo, aproximadamente, mediante el uso de químicos. Es decir que de esos 280 kilos que se secuestraron en la última semana pudieron haber obtenido hasta 392 kilos.
Los mismos especialistas precisaron que en la calle puede comprarse 25 gramos de marihuana por $ 400. Por lo tanto, con esos 392 kilos los narcotraficantes podrían haber generado una ganancia de más de $ 7 millones.
En los barrios de la periferia, en cambio, donde el poder adquisitivo es mucho menor, esta droga se comercializa en “bochitas” cuyo peso no es mayor a los 3 gramos, a un precio de $ 65. Entonces, a ese valor, la droga secuestrada se podrían haber fraccionado en 131.000 envoltorios y representado una ganancia de $ 8,5 millones.
En este último caso, la marihuana es de baja calidad. En cambio, los consumidores más pudientes se inclinan por mercadería de primer nivel, que se produce de manera casi artesanal. Por citar un ejemplo, un frasco de flores tiene un valor que asciende a $ 1.500.
Fueron varios los uniformados que se presentaron en esa finca de La Virginia, Burruyacu. Personal de la Policía de Tucumán, del Escuadrón 55 de Gendarmería Nacional y de la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) llegó a los campos de un productor agrícola luego de que él mismo llamara a la Policía, según relataron fuentes del caso. El hombre avisó que, tras observar el vuelo rasante de una avioneta el lunes a la tarde, se encontró con varios paquetes de color marrón esparcidos por el piso.
Esa misma tarde los uniformados consiguieron reunir casi 130 kilos de marihuana, divididos en panes que estaban distribuidos por el campo. Pero después se desató una tormenta y debieron suspender los rastrillajes hasta ayer a la madrugada, cuando revisaron el total de los 1.500 metros cuadrados que posee el terreno y encontraron 28,700 kilos más.
Sin embargo, hasta anoche no habían logrado dar con la avioneta desde la cual lanzaron los paquetes de marihuana y mucho menos con sus ocupantes, quienes todavía no estaban identificados.
La Virginia está ubicada a 60 kilómetros de la capital, hacia el este, y ocupada por extensos campos. No hay urbanización y sólo puede observarse alguna que otra casa, mayormente de veraneo o fin de semana. “Por ahí algunos aprovechan esta desolación para hacer sus ‘fulerías’, porque hay semejantes campos”, opinó Mario Pereyra, un hombre que nació y se crió en esa zona. “Por acá andan avionetas todo el tiempo pero no podemos saber si son las de fumigación o pasa otra cosa. Es la primera vez que me entero de algo así acá”, agregó, sorprendido por la noticia.
Pereyra dijo que le parecería extraño que un agricultor estuviera involucrado en el tráfico de drogas. Lo único raro que observó en la zona -según comentó a este diario- es que suelen pasar autos de alta gama. “Eso no es lo habitual porque los agricultores andan en camionetas y los obreros, en motos. Me da la impresión de que es gente que viene de otro lado”, estimó, con desconfianza.
Sumas millonarias
El dinero que se podría haber ganado con el fraccionamiento y la posterior venta de la marihuana secuestrada durante la última semana en Tucumán supera los $ 8 millones, de acuerdo con una estimación realizada por este diario a partir de los valores actuales de esa droga.
El kilo de marihuana se comercializa a $ 7.500. En menos de una semana, distintas fuerzas de seguridad secuestraron casi 280 kilos de esa droga en Tucumán, lo que representaría un costo de más de $ 2 millones.
Pero ese no sería el número final, ya que la marihuana que reciben los traficantes es “estirada” antes de su venta. Según calcularon especialistas en la materia, los “transas” llegan a incrementar 400 gramos por cada kilo, aproximadamente, mediante el uso de químicos. Es decir que de esos 280 kilos que se secuestraron en la última semana pudieron haber obtenido hasta 392 kilos.
Los mismos especialistas precisaron que en la calle puede comprarse 25 gramos de marihuana por $ 400. Por lo tanto, con esos 392 kilos los narcotraficantes podrían haber generado una ganancia de más de $ 7 millones.
En los barrios de la periferia, en cambio, donde el poder adquisitivo es mucho menor, esta droga se comercializa en “bochitas” cuyo peso no es mayor a los 3 gramos, a un precio de $ 65. Entonces, a ese valor, la droga secuestrada se podrían haber fraccionado en 131.000 envoltorios y representado una ganancia de $ 8,5 millones.
En este último caso, la marihuana es de baja calidad. En cambio, los consumidores más pudientes se inclinan por mercadería de primer nivel, que se produce de manera casi artesanal. Por citar un ejemplo, un frasco de flores tiene un valor que asciende a $ 1.500.
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