El Papa autorizó a los sacerdotes a que sigan absolviendo el pecado del aborto

Se cerró el Año de la Misericordia pero la puerta del perdón sigue abierta. Sin embargo sigue siendo una falta “grave”, aclaró.

LA FUERZA DE LA MISERICORDIA. ”No existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir”, afirmó el papa Francisco. Reuters.- LA FUERZA DE LA MISERICORDIA. ”No existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir”, afirmó el papa Francisco. Reuters.-
22 Noviembre 2016

El papa Francisco decidió extender “por tiempo indeterminado” la facultad concedida a los sacerdotes en el Año de la Misericordia, de absolver el “pecado grave” del aborto. Lo anunció en un documento publicado ayer donde hace un balance del Jubileo Extraordinario de la Misericordia que comenzó el 8 de diciembre pasado y que terminó ayer con una gran ceremonia en la plaza de San Pedro.

En la carta apostólica “Misericordia et Misera el papa dice: “Para que ningún obstáculo se interponga entre la petición de reconciliación y el perdón de Dios, de ahora en adelante concedo a todos los sacerdotes, en razón de su ministerio, la facultad de absolver a quienes hayan procurado el pecado de aborto”.

“Cuanto había concedido de modo limitado para el período jubilar, lo extiendo ahora en el tiempo, no obstante cualquier cosa en contrario. Quiero enfatizar con todas mis fuerzas que el aborto es un pecado grave, porque pone fin a una vida humana inocente”, advierte.

“Con la misma fuerza, sin embargo, puedo y debo afirmar que no existe ningún pecado que la misericordia de Dios no pueda alcanzar y destruir, allí donde encuentra un corazón arrepentido que pide reconciliarse con el Padre”, refuerza el Pontífice.

“Por tanto, que cada sacerdote sea guía, apoyo y alivio a la hora de acompañar a los penitentes en este camino de reconciliación especial”, agrega.

“Termina el Jubileo y se cierra la Puerta Santa. Pero la puerta de la misericordia de nuestro corazón permanece siempre abierta, de par en par”, dice el sucesor de Pedro. En la misma carta apostólica sentencia que “la misericordia no puede ser un paréntesis en la vida de la Iglesia, sino que constituye su misma existencia, que manifiesta y hace tangible la verdad profunda del Evangelio”.

Hasta ahora la facultad del perdón al pecado del aborto, que incluye a todos los involucrados, incluidos médicos, que lo practican, estaba reservado sólo a los obispos o con su aprobación.

Jornada por los pobres

En el documento, el Papa dispuso que como otro signo concreto de este Año Santo extraordinario será la Jornada Mundial de los Pobres. Dijo que “constituirá también una genuina forma de nueva evangelización, con la que se renueve el rostro de la iglesia en su acción perenne de conversión pastoral, para ser testimonio de la misericordia”.

Más allá del pecado del aborto, Francisco destacó el “carácter social” de la misericordia y criticó el contexto mundial en el que “todavía hay poblaciones enteras que sufren hoy el hambre y la sed, y despiertan una gran preocupación las imágenes de niños que no tienen nada para comer”, afirmaron las agencias Télam y DPA.


El perdón ayuda a superarse a la mujer que cortó su embarazo

En esto se pusieron de acuerdo: el perdón lleva a la paz interior. Tanto grupos pro vida como partidarios del aborto legal coincidieron en que la absolución sacramental que autorizó el Papa para las mujeres que interrumpen su embarazo les ayudará a recuperarse de esta experiencia. No obstante esperan que esta decisión lleve luz a los legisladores que votarán a favor o en contra de la despenalización del aborto.

- “Son muchísimos los abortos que se producen a cada segundo y lo que hace el Papa es reconocer esta realidad. Ninguna mujer aborta si no es con un dolor muy grande en su alma. Con su mensaje de amor el Papa nos recuerda que la Iglesia es como un hospital de campaña que acoge a todos los heridos del alma. (Fernanda Basualdo, responsable del programa Ayuda a la Mujer Embarazada de la fundación Nutrir).

- “El problema del embarazo de una mujer no se soluciona con leyes proabortivas, sino con leyes que acompañen el embarazo de una madre soltera, adolescente o en cualquier condición. No se necesitan leyes que maten a los niños, sino que los protejan a ellos y a sus madres”. (padre Marcelo Barrionuevo, vicario para la Fe y la Educación)

- “Muchas mujeres vienen al consultorio para consultar por trastornos de angustia, crisis de ansiedad y cuadros de depresión. Cuando empezamos a trabajar es común que salgan historias sobre abortos que siempre dejan heridas muy grandes en la mujer. Esta decisión del Papa, y el acceso a la confesión, va a ayudar mucho a las mujeres católicas a sanar estas heridas, porque van a poder descansar en el perdón de Dios y sobre todo van a poder perdonarse ellas mismas, abrirse a la vida diferente. Es también una manera de reconocer la realidad objetiva del síndrome postaborto, que todavía no está codificado dentro de las enfermedades psiquiátricas”. (Claudia Morales Escalante de Pucheta, psicóloga especializada en síndrome postaborto)

- “Es una muestra de que la Iglesia se hace cargo de la realidad del aborto, que también existe en la vida de las católicas. El hecho de quitarle la gravedad que tenía (el aborto no es más grave que otros que no se pueda perdonar) es también una forma de reconocer la libertad de conciencia y dejarlas tranquilas a las mujeres que han cometido este pecado. Es decir la misericordia también se aplica a la decisión de abortar. Además me parece un mensaje a la dirigencia política, que se niega a debatir la legalización del aborto y que suele apelar a posiciones fundamentalistas para obstruir el debate. Como también a algunos sectores que confunden aborto con delito y que apoyan la penalización del aborto con penas a las mujeres que lo cometen. Esta decisión renueva el debate de si una mujer que ha abortado tiene que estar presa”. (Soledad Deza, abogada de la Red Latinoamericana Católicas por el Derecho a Decidir).

- “Este gesto de misericordia del Papa nos enseña que no somos quiénes para juzgar los actos de los demás. No estamos en el corazón de las personas que han decidido abortar y por lo tanto no podemos imaginarnos la dimensión de su sufrimiento, pero sí que podemos acompañarlas en su dolor. Debemos ayudar a nuestros hermanos a tomar conciencia del flagelo del aborto y evitar su expansión. (Leonor Martínez, docente y miembro del Movimiento de los Focolares de Tucumán).

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