La despedida fue multitudinaria para las víctimas de Chapecoense

Una multitud estuvo presente en el estadio para el último adiós.

TODOS LOS HONORES. Los ataúdes fueron custodiados por los soldados. Reuters TODOS LOS HONORES. Los ataúdes fueron custodiados por los soldados. Reuters
04 Diciembre 2016
CHAPECÓ.- El mismo estadio que hace 10 días se puso de pie para aplaudir a sus ídolos, se volvió a levantar para despedir a los que ya son sus héroes. El avión que llevaba a Chapecoense de Brasil a Colombia, donde disputaría el partido más importante de su historia (la final de la Copa Sudamericana ante Atlético Nacional), cayó el lunes por la noche en las afueras de Medellín. Dejó 71 muertos. Cincuenta de esos cuerpos fueron velados, al mismo tiempo, en el día más triste de la historia de la ciudad.

Desde temprano, se sabía que no sería un día más en Chapecó. Las filas en el estadio Arena Condá, para velar a los jugadores, integrantes del cuerpo técnico y dirigentes fallecidos ya eran extensas a las seis de la mañana.

Fue en esa hora cuando comenzó a llover. Y ya no volvió a parar. El aguacero retrasó todo. Antes, tres aviones de la Fuerza Aérea Brasileña habían transportado los cadáveres desde Medellín hasta Chapecó. Pasado el mediodía brasileño, los primeros militares hicieron su ingreso al campo de juego. La tormenta, en ese momento, era cada vez mayor. Entonces, cuando apareció el primer cajón, transportado por las férreas manos de varios soldados, el estadio se estremeció. Las familias de los fallecidos se juntaban alrededor de los cajones. Bajo el agua, y en un estadio repleto, en el que nadie se movía, los familiares decían adiós a sus hijos, esposos, hermanos y padres. Y los hinchas despedían a un equipo que en sólo cinco años había ascendido desde la Serie D hasta la primera división y, a punto de jugar la final de la Sudamericana, se había convertido en el orgullo de la ciudad.

Cuando todos los cajones estuvieron en el campo de juego, comenzó la ceremonia. La voz del estadio nombró, uno por uno, a todos los muertos, la gente los aplaudió y entonces, las autoridades empezaron a pronunciar sus discursos. Michel Temer, presidente de Brasil, estuvo, pero no habló. Sí lo hicieron Ivan Tozzo, presidente del club además de Gianni Infantino, titular de la FIFA y Tite, entrenador de Brasil, entre otros. Fue un momento único, conmovedor y una atmósfera irrepetiblemente triste.

Reconocimiento


El sitio web brasileño Globoesporte asegura que la Conmebol le dará cabida al pedido de Atlético Medellín: declarar campeón a Chapecoense. El anuncio todavía no se habría realizado ya que el organismo considera que no es el momento adecuado y porque la decisión debe ser debatida en la reunión del Consejo el 21 de diciembre. (DPA-Especial)

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