Chapecoense: dolor que no cede

Después del emocionante funeral colectivo que se realizó el sábado en el Arena Condá, de Chapecoense, las víctimas del trágico accidente áereo tuvieron ayer las ceremonias individuales en sus lugares de origen. Tal el caso del arquero Danilo, el futbolista Matheus Biteco (foto) y el técnico Caio Júnior, cuyos cuerpos fueron sepultados ayer. El el centro de eventos Carlos Yoshito Mori, en Cianorte, ciudad ubicada al noroeste del estado, cientos de personas, entre familiares, amigos y residentes de Cianorte, despidieron a Danielo. En todos los casos, se realizaron misas de cuerpo presente.

Un nuevo condimento se sumó al expediente legal que el gobierno de Bolivia inició por la tragedia que se produjo en Colombia. En las últimas horas se encontraron indicios de irregularidades en los controles a la aerolínea Lamia y al avión que se estrelló cerca de Medellín, causando la muerte de 71 personas. Esto lo afirmó Milton Claros, ministro de Obras Públicas del país altiplano.

Las sospechas se basan en la relación de parentesco de primer grado -hijo y padre, respectivamente- entre un ex titular de la Dirección General de la Aeronáutica Civil, Gustavo Vargas Villegas, y el director general de Lamia, y Gustavo Vargas Gamboa.

Vargas Villegas, retirado de su cargo, ejercía como director del registro aeronáutico nacional de la DGAC, y por tanto era responsable de otorgar licencias de vuelo a las empresas.