07 Diciembre 2016
UNA ETERNIDAD. Lucchetti no fue titular en seis partidos, algo que jamás había sufrido en su carrera, según le comentó a LG Deportiva el arquero de Atlético. En Boca había sido suplente en tres encuentros. la gaceta / foto de franco vera
En Mendoza, la tierra que mejor conoce, donde nació y comenzó a soñar con una carrera en el fútbol casi de casualidad -porque él quería ser delantero y no arquero como finalmente fue recibido en la pensión en Banfield-, Cristian Lucchetti volvió a ser feliz. Los motivos son varios. Por razones personales y deportivas, “Laucha” recuperó la sonrisa.
El arquero se sintió importante una vez más desde un rol activo ya que volvió a ser titular, honor que había perdido en la fecha 6 del torneo, en Avellaneda. Aquella noche, con victoria por 2 a 0 sobre Independiente, el que se calzó los guantes y salió a la cancha fue Josué Ayala, quien conservó el puesto frente a Boca (2-2), Olimpo (1-2), Unión (1-1), Lanús (0-1) y Belgrano (0-0).
En la tierra del buen vino, ante el que venía siendo imbatible a lo largo de un año, Godoy Cruz, Lucchetti tomó la posta y Atlético volvió a ganar: 2 a 1. Cuestiones de la vida, podrá decirse. “Conté todos los días que iban pasando, uno tras otro”, bromea el subcapitán de Atlético. “Estoy contento, muy feliz por lo que sucedió allá”, sigue en el tono de la felicidad “Laucha”, que no estuvo entre los que recibieron algo del poder de las tijeras del peluquero Emiliano, (como Fernando Zampedri, Leonel Di Plácido y Leandro González), pero sí tuvo su momento en soledad con Javier, su hermano. “Sirvió que tomáramos unos mates con él y también almorzar con mi viejo y mi vieja. La verdad, ver a la familia, volver a jugar y ganar, es un combo perfecto”, sintetiza Lucchetti su paso por Mendoza.
Entonces, entonado, habla de Quilmes. “Un rival al que no se le puede regalar nada”, analiza superficialmente “Laucha” al “Cervecero, sabiendo que la desesperación del invitado de Atlético, el domingo a las 21.15, en el Monumental, puede ser una carta favorable para el dueño de casa. El arquero habló de lo complicado que puede ser un rival como Quilmes, que intenta salir de la tabla de abajo. Por eso, si de cábalas se trata, Lucchetti apostará por la de Emiliano. “¡Que vuelvan a Mendoza los que se cortaron el pelo, ja!”, reclama
Para los detractores
La victoria del sábado significó un “volver a nacer” para el plantel. “Se hablaron muchas cosas, lo bueno es que el grupo siempre estuvo unido”, afirma el nuevamente número uno del “Decano”, y le envía un mensaje de agradecimiento a quienes estuvieron apoyando al equipo tras la renuncia de Juan Manuel Azconzábal.
“Quiero y queremos agradecerle desde ya a Luciano Precone y a Diego Erroz por la predisposición y por las ganas que han metido en estos 15 días para darnos una mano. Nosotros somos los primeros que queremos que el equipo gane, por eso siempre tratamos de hacer oídos sordos a los comentarios...”, dice Lucchetti dejando un espacio para la pausa, para respirar y volver a la carga con un tema que molestó y mucho a los “Decanos”: rumores que insinuaban que Azconzábal se fue por una “cama” de los más veteranos: “no creo que sean hinchas los que hablan, critican y buscan conflicto donde no lo hay. Esa gente no le hizo ni le hará jamás bien al club”.
El arquero se sintió importante una vez más desde un rol activo ya que volvió a ser titular, honor que había perdido en la fecha 6 del torneo, en Avellaneda. Aquella noche, con victoria por 2 a 0 sobre Independiente, el que se calzó los guantes y salió a la cancha fue Josué Ayala, quien conservó el puesto frente a Boca (2-2), Olimpo (1-2), Unión (1-1), Lanús (0-1) y Belgrano (0-0).
En la tierra del buen vino, ante el que venía siendo imbatible a lo largo de un año, Godoy Cruz, Lucchetti tomó la posta y Atlético volvió a ganar: 2 a 1. Cuestiones de la vida, podrá decirse. “Conté todos los días que iban pasando, uno tras otro”, bromea el subcapitán de Atlético. “Estoy contento, muy feliz por lo que sucedió allá”, sigue en el tono de la felicidad “Laucha”, que no estuvo entre los que recibieron algo del poder de las tijeras del peluquero Emiliano, (como Fernando Zampedri, Leonel Di Plácido y Leandro González), pero sí tuvo su momento en soledad con Javier, su hermano. “Sirvió que tomáramos unos mates con él y también almorzar con mi viejo y mi vieja. La verdad, ver a la familia, volver a jugar y ganar, es un combo perfecto”, sintetiza Lucchetti su paso por Mendoza.
Entonces, entonado, habla de Quilmes. “Un rival al que no se le puede regalar nada”, analiza superficialmente “Laucha” al “Cervecero, sabiendo que la desesperación del invitado de Atlético, el domingo a las 21.15, en el Monumental, puede ser una carta favorable para el dueño de casa. El arquero habló de lo complicado que puede ser un rival como Quilmes, que intenta salir de la tabla de abajo. Por eso, si de cábalas se trata, Lucchetti apostará por la de Emiliano. “¡Que vuelvan a Mendoza los que se cortaron el pelo, ja!”, reclama
Para los detractores
La victoria del sábado significó un “volver a nacer” para el plantel. “Se hablaron muchas cosas, lo bueno es que el grupo siempre estuvo unido”, afirma el nuevamente número uno del “Decano”, y le envía un mensaje de agradecimiento a quienes estuvieron apoyando al equipo tras la renuncia de Juan Manuel Azconzábal.
“Quiero y queremos agradecerle desde ya a Luciano Precone y a Diego Erroz por la predisposición y por las ganas que han metido en estos 15 días para darnos una mano. Nosotros somos los primeros que queremos que el equipo gane, por eso siempre tratamos de hacer oídos sordos a los comentarios...”, dice Lucchetti dejando un espacio para la pausa, para respirar y volver a la carga con un tema que molestó y mucho a los “Decanos”: rumores que insinuaban que Azconzábal se fue por una “cama” de los más veteranos: “no creo que sean hinchas los que hablan, critican y buscan conflicto donde no lo hay. Esa gente no le hizo ni le hará jamás bien al club”.
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