Volvió la felicidad al vestuario de San Martín

BUENOS AIRES (Por Marcelo Androetto, especial para LG Deportiva).- Así en la vida como en la cancha. Ramón Lentini es un hombre de pocas palabras, y también un jugador que toca pocas pelotas por partido. Pero que en ambos casos suele ir al grano. Y, lo que más le importa a los hinchas, es que las pelotas que toca a menudo se cambian por goles. Como este viernes ante Flandria.

“Uno estaba esperando esto, y trabajando se logra”, dijo el “Tanque” tras su primer doblete en la B Nacional. Luego de las lesiones que lo alejaron de las canchas-primero un desgarro, después un esguince en el tobillo derecho- el centrodelantero ya suma cuatro goles. Y está feliz por su aporte en la campaña.

“El partido no fue bueno, pero tuvimos la oportunidad de marcar los dos goles y nos fuimos contentos. No soy de tocar muchas pelotas pero las que tengo, las tengo que aprovechar”, dijo.

En el penal, Lentini dijo que le cambió el palo al arquero Griffo, que lo conocía de su tiempo en Chacarita, y en el segundo ponderó que Goicoechea “pudo levantar la cabeza justo” y ver que entraba por el segundo palo. También lamentó la chance desperdiciada en una contra que hubiera significado un triplete. “Griffo se me vino encima y no pude definir bien. Lo bueno es que se ganó y seguimos sumando de a tres”.

Otra de las figuras de San Martín ante Flandria fue César Taborda. “Gracias a Dios me tocó responder bien. Tuve mucho trabajo en los primeros 15 ó 20 minutos, porque nos costó entrar en el partido, de todas formas hicimos un partido correcto”, dijo el golero.

“La más difícil fue una pelota cruzada en el segundo tiempo, porque justo iba retrocediendo, pero me pude plantar bien. Pudimos solucionar el karma de los últimos minutos, lo resolvimos bien”, agregó Taborda.

Superioridad

Por su parte, Esteban Goicoechea, de muy buena actuación, señaló: “Trabajamos mucho en la semana para crear superioridad por los costados, la verdad es que nos vamos muy contentos porque nos llevamos los tres puntos”.

Por el contrario, Rodrigo Moreira fue uno de los puntos más flojos. Pese a todo, como el resto, se fue feliz. “Nos sacamos una espina, un peso de encima. Vale mucho porque vinimos a sumar de visitante frente a un equipo que nos jugó a ganar para escapar del descenso”.

“Tuve algunos errores al principio, pero luego metí un par de cruces buenos. Me están ayudando, no estoy pasando un buen momento con la pelota, pero son momentos que tienen los jugadores, espero salir rápido”, acotó.