05 Enero 2017
DORA IBÁÑEZ. Ya perdió a un hojo adicto y trata de recuperar a otro. ARCHIVO LA GACETA / FOTO DE INÉS QUINTEROS ORIO
“Nosotros tenemos muchos hijos delincuentes. Y algunos de ellos no tienen 16 años, sino 14, 13 o 10. Delinquen para drogarse. Por eso, para nosotros, el principal objetivo del Gobierno debería ser atacar el tema de las adicciones”, explicó Dora Ibáñez, una de las Madres del Pañuelo Negro, el grupo de mujeres tucumanas que luchan contra los transas y narcotraficantes desde la Navidad de 2008. Para esta referente del grupo, un enorme porcentaje de los delitos cometidos por adolescentes tienen una relación estrecha con los estupefacientes que consumen.
Ibáñez conoció el problema de la forma más dura y cruel, con la muerte de un hijo, que se ahorcó al no encontrar salida a su adicción. En ese momento, según relató, Beatriz Rojkés le habría dicho: “al menos ahora, Dora, vas a poder dormir tranquila, porque tu hijo no está más en la calle”. Su calvario no terminó allí, ya que ahora lucha para recuperar a otro de sus hijos. “Él no robó afuera porque nos saca las cosas de la casa y las vende. Pero, cuando no tenga nada más para sacarnos, robará porque tiene la necesidad de drogarse”, comentó en un diálogo con LA GACETA.
“El Estado hizo todo este daño y ahora no puede mirar para el costado. En vez de pensar en la edad en la que van a poder meter presos a los chicos, deberían analizar por qué se mueren. No estoy contenta conque mi hijo esté por robar y sé que a esto lo pagará gente inocente, pero pensemos primero en luchar contra las adicciones. Ahí vamos a poder dormir todos tranquilos y salir a tomar mate a la vereda como antes”, vaticinó.
Ibáñez conoció el problema de la forma más dura y cruel, con la muerte de un hijo, que se ahorcó al no encontrar salida a su adicción. En ese momento, según relató, Beatriz Rojkés le habría dicho: “al menos ahora, Dora, vas a poder dormir tranquila, porque tu hijo no está más en la calle”. Su calvario no terminó allí, ya que ahora lucha para recuperar a otro de sus hijos. “Él no robó afuera porque nos saca las cosas de la casa y las vende. Pero, cuando no tenga nada más para sacarnos, robará porque tiene la necesidad de drogarse”, comentó en un diálogo con LA GACETA.
“El Estado hizo todo este daño y ahora no puede mirar para el costado. En vez de pensar en la edad en la que van a poder meter presos a los chicos, deberían analizar por qué se mueren. No estoy contenta conque mi hijo esté por robar y sé que a esto lo pagará gente inocente, pero pensemos primero en luchar contra las adicciones. Ahí vamos a poder dormir todos tranquilos y salir a tomar mate a la vereda como antes”, vaticinó.