La pasión de los hinchas ecuatorianos no entiende de distancias

Un puñado de simpatizantes llegaron a la provincia desde Quito.

FELIZ. Paolo Simbaña mostró su alegría por llegar a Tucumán para ver a su equipo.  FELIZ. Paolo Simbaña mostró su alegría por llegar a Tucumán para ver a su equipo.
31 Enero 2017
Dejaron sus hogares hace una semana, sólo por volver a ver en acción al equipo que llevan en su corazón. Y ayer arribaron a Tucumán, confiados en que El Nacional se llevará a Quito un buen resultado desde el Monumental para luego definir la serie de local.

El mediodía estaba tranquilo y, en la zona del hotel Catalinas Park, búnker elegido por los ecuatorianos, muy pocas personas se animaban a salir a calle ante el furioso sol que derretía el pavimiento. Pero, de repente, el silencio se cortó con un cimbronazo.

Una trompeta retumbó bien fuerte y los hinchas del “Militar” aparecieron en escena cantando y pidiendo por una victoria en casa del “Decano”. “Venimos con la ilusión de llevarnos un buen resultado para esperar la vuelta con más tranquilidad”, aseguró Paolo Simbaña, vocero del grupo que tuvo que vivir mil y una travesías para poder llegar a la tierra prometida.

Los ecuatorianos viajaron durante una semana como pudieron. Sin mucho dinero en sus bolsillos, se las rebuscaron para pasar de país a país hasta llegar a nuestra provincia. “Viajamos de ciudad en ciudad como podíamos. Comíamos lo que conseguíamos y dormíamos donde nos encontraba la noche. Así pasamos por Perú y por Bolivia hasta llegar a Argentina. No fue un viaje fácil, sobre todo cuando quisimos entrar en este país. La gente de migraciones y la Policía nos pusieron muchas trabas, pero por suerte logramos entrar. No entendían que no somos ladrones. Sólo queremos ver a El Nacional”, sentenció Simbaña, que está muy confiado con su equipo. “Ya tuvimos la posibilidad de jugar Copa Libertadores. Volver a ver a nuestro equipo en este certamen nos hizo comenzar a planificar el viaje ni bien supimos que íbamos a jugar en esta ciudad”, explicó.

A esa altura, Simbaña y sus amigos sólo querían estar presentes en el juego de esta noche. “Acabamos de llegar y nuestro hotel es ese parque (señalando al 9 de Julio). Pero estamos felices porque podremos ver a nuestro amado equipo”, aseguró antes de despedirse. “Estamos muy confiados. Tenemos mucha fe en Eduardo Favaro, que nos sacó de varias situaciones muy malas. Por eso, pensamos que vamos a hacer un buen papel”, sentenció.

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