07 Febrero 2017
FOTO GENTILEZA DE PABLO BRUNELLA
Pasaban los minutos y Pablo Lavallén se mostraba cada vez más nervioso. No sólo el DT, ninguno de los viajantes entendía qué es lo que estaba pasando. A pocos minutos del inicio de la revancha entre El Nacional y Atlético, el plantel todavía se encontraba a 400 kilómetros, sin tener certezas sobre lo que ocurriría.
"Es insólito lo que está pasando. Esto es una cuestión que va más allá del fútbol. Claramente esta situación nos perjudica, los jugadores están con todas las ganas de jugar pero no saben qué es lo que ocurrirá", comentaba el DT mientras esperaba una respuesta.
Finalmente, el presidente Mario Leito consiguió que los jugadores y el cuerpo técnico despeguen en otra aeronave, cuando restaba poco más de una hora para que el encuentro arranque en Quito.
Pasaban los minutos y Pablo Lavallén se mostraba cada vez más nervioso. No sólo el DT, ninguno de los viajantes entendía qué es lo que estaba pasando. A pocos minutos del inicio de la revancha entre El Nacional y Atlético, el plantel todavía se encontraba a 400 kilómetros, sin tener certezas sobre lo que ocurriría."Es insólito lo que está pasando. Esto es una cuestión que va más allá del fútbol. Claramente esta situación nos perjudica, los jugadores están con todas las ganas de jugar pero no saben qué es lo que ocurrirá", comentaba el DT mientras esperaba una respuesta.
Finalmente, el presidente Mario Leito consiguió que los jugadores y el cuerpo técnico despeguen en otra aeronave, cuando restaba poco más de una hora para que el encuentro arranque en Quito. Los pilotos aseguran que hubo una mano negra para perjudicar al "Decano".
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