El desahogo de Lavallén fue más fuerte que el festejo

"Dios es justo", aseguró el entrenador de Atlético.

FUERON FELICES. Los simpatizantes de Atlético pasaron del sufrimiento al éxtasis por la clasificación en pocas horas. FUERON FELICES. Los simpatizantes de Atlético pasaron del sufrimiento al éxtasis por la clasificación en pocas horas.
08 Febrero 2017
Los tucumanos se hicieron sentir
Cientos de hinchas de Atlético estuvieron presentes en el estadio Atahualpa de Quito. Numerosas banderas adornaron las tribunas. Otro grupo numeroso no pudo llegar por diferentes problemas.
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FUERON FELICES. Los simpatizantes de Atlético pasaron del sufrimiento al éxtasis por la clasificación en pocas horas.
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“Dios es justo”
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El desahogo de Lavallén fue más fuerte que el festejo 
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“Dios es justo”, dijo Pablo Lavallén. “Dios es justo”, volvió a decir. ¿La diferencia? El tono y su mirada. La primera vez lo dijo con intensidad y los ojos abierto. En la segunda ocasión dio la sensación que Lavallén fue amenazante. 
Porqué no pensar que fuerzas divinas rondaron por el estadio Atahualpa para que Atlético derrotara a El Nacional luego de la hazaña que significó unir Guayaquil con Quito. Aunque antes, según Lavallén, hubo algún tipo de fuerza de otro tipo, oscura. “No se quién, pero alguien paró un avión dos horas. Fue descarado”, calificó el técnico de Atlético. “Entramos sin hacer calentamiento. Nos amenazaban de que llegábamos y nos nos dejaban jugar el partido. Ahí tienen”, dijo apuntando con su rostro hacia el festejo de sus jugadores. 
Mucho más calmado, con un pensamiento reflexivo, pero todavía con bronca, Lavallén hizo un pedido. “Por el bien de la Copa, exigimos una explicación porque si esto fue una tetra, va a sentar un precedente: cualquiera llama a un conocido y para un avión”, fue tajante el ex defensor .
Alejando su discurso de la oscuridad en la que se sintieron antes de entrar a la cancha, las razones de la victoria para Lavallén tuvieron que ver con algún tipo de energía. “Lo emocional es más fuerte que lo futbolístico”, sintetizó. 
La espera arriba del avión, el trayecto del aeropuerto de Quito al estadio a alta velocidad, escoltados por varias decenas de policías -las gestiones las hizo el embajador argentino Luis Juez-, la llegada conscientes que el tiempo de espera reglamentario estaba vencido, lejos de jugar en contra, impulsó al “decano”. Pese a todo ello, ¡jugaron bien! Porqué no autorizar la lectura de justicia divina. “Estábamos en desventaja. Fue una aventura, una epopeya”, concluyó Lavallén.
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Junior será el rival
Junior, de Barranquilla, venció a Carabobo, de Venezuela, 3 a 0 (4 -0 el global) y avanzó a la fase 3 donde será el rival de Atlético. También pasó Unión Española, de Chile, dirigido por Martín Palermo. Venció 2 a 0 (5-2) a Cerro, de Uruguay.
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No protestarán
El Nacional había aclarado que jugaba bajo protesta. Luego de perder, el presidente del equipo ecuatoriano, Tito Manjarrez, confirmó que no harán ningún reclamo porque respetan la decisión de jugar que fue de la Conmebol.

“Dios es justo”, dijo Pablo Lavallén. “Dios es justo”, volvió a decir. ¿La diferencia? El tono y su mirada. La primera vez lo dijo con intensidad y los ojos abierto. En la segunda ocasión dio la sensación que Lavallén fue amenazante. 

Porqué no pensar que fuerzas divinas rondaron por el estadio Atahualpa para que Atlético derrotara a El Nacional luego de la hazaña que significó unir Guayaquil con Quito. Aunque antes, según Lavallén, hubo algún tipo de fuerza de otro tipo, oscura. “No se quién, pero alguien paró un avión dos horas. Fue descarado”, calificó el técnico de Atlético. “Entramos sin hacer calentamiento. Nos amenazaban de que llegábamos y nos nos dejaban jugar el partido. Ahí tienen”, dijo apuntando con su rostro hacia el festejo de sus jugadores. 

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Mucho más calmado, con un pensamiento reflexivo, pero todavía con bronca, Lavallén hizo un pedido. “Por el bien de la Copa, exigimos una explicación porque si esto fue una tetra, va a sentar un precedente: cualquiera llama a un conocido y para un avión”, fue tajante el ex defensor.

Alejando su discurso de la oscuridad en la que se sintieron antes de entrar a la cancha, las razones de la victoria para Lavallén tuvieron que ver con algún tipo de energía. “Lo emocional es más fuerte que lo futbolístico”, sintetizó. 

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La espera arriba del avión, el trayecto del aeropuerto de Quito al estadio a alta velocidad, escoltados por varias decenas de policías -las gestiones las hizo el embajador argentino Luis Juez-, la llegada conscientes que el tiempo de espera reglamentario estaba vencido, lejos de jugar en contra, impulsó al “decano”. Pese a todo ello, ¡jugaron bien! Porqué no autorizar la lectura de justicia divina. “Estábamos en desventaja. Fue una aventura, una epopeya”, concluyó Lavallén.

Junior será el rival
Junior, de Barranquilla, venció a Carabobo, de Venezuela, 3 a 0 (4 -0 el global) y avanzó a la fase 3 donde será el rival de Atlético. También pasó Unión Española, de Chile, dirigido por Martín Palermo. Venció 2 a 0 (5-2) a Cerro, de Uruguay.

No protestarán
El Nacional había aclarado que jugaba bajo protesta. Luego de perder, el presidente del equipo ecuatoriano, Tito Manjarrez, confirmó que no harán ningún reclamo porque respetan la decisión de jugar que fue de la Conmebol.

Los tucumanos se hicieron sentir
Cientos de hinchas de Atlético estuvieron presentes en el estadio Atahualpa de Quito. Numerosas banderas adornaron las tribunas. Otro grupo numeroso no pudo llegar por diferentes problemas.

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