El comportamiento climático provocará que se obtenga un 20% menos de limones

Hernán Salas analiza el impacto de las lluvias. Sugiere cuidar la calidad y sanidad de la fruta fresca

EXCELENCIA. Los productores trabajan para garantizar la calidad de la fruta.  EXCELENCIA. Los productores trabajan para garantizar la calidad de la fruta.
18 Febrero 2017
La marcha de la actual campaña transcurre con gran preocupación para el productor citrícola debido al comportamiento climático que viene ocurriendo en la región. Si bien hay una gran atención por el desenlace final de lo que ocurra con la apertura del mercado americano, con las idas y vueltas que se vienen dando en el país del norte debido a la presión de los productores californianos, “al observar puertas adentro los campos se advierte que la producción de la presente campaña será sensiblemente inferior a la pasada”, dijo el coordinador del Programa Citrus de la Estación Experimental Obispo Colombres, Hernán Salas.

Si se comparan las precipitaciones del semestre septiembre–febrero de la campaña anterior con ésta, se podrá advertir que en esta última las lluvias fueron un 50% inferior. Además, en agosto de 2015 llovió en forma generalizada e inesperada en casi toda la provincia, un volumen de entre 40 mm y 100 mm, algo absolutamente inusual. En los meses siguientes, las precipitaciones fueron, en general, superiores a los valores normales. En la presente temporada, la situación fue absolutamente diferente. Si bien no se produjeron las heladas habituales de julio, sí se presentó una baja de temperatura importante en la primera semana de septiembre (helada en algunos sectores), lo cual provocó la caída de muchos cuajes recientes, y en cuanto a las lluvias, las mismas fueron un 50% menores que la campaña pasada (y en algunos casos, la reducción fue mayor aun). El derrame de fruta se siguió viendo en los meses siguientes (octubre, noviembre y diciembre), probablemente acentuado por las elevadas temperaturas. Durante la campaña anterior, también se vio un porcentaje elevado de derrame de frutos, aunque la adecuada distribución de precipitaciones contribuyó a la ocurrencia de nuevas floraciones que compensaron parcialmente este problema, lo cual no sucedió en esta temporada.

Como saldo positivo de esta adversidad climática, podemos ver actualmente que “la sanidad de la fruta es buena hasta el momento”. No obstante, “no se deben descuidar las pulverizaciones de fin de ciclo apuntadas al control de Phytophtora y de enfermedades cuarentenarias” de gran importancia como son la ‘cancrosis’ y ‘mancha negra’.

Producción y calibres


Es de esperar que la reducción de la producción de la presente temporada sea superior al 20%.

La ocurrencia de lluvias en los próximos meses podría contribuir a alcanzar buenos calibres en algunas zonas y acumular humedad en el perfil del suelo, lo cual siempre favorece para encarar las condiciones de sequía primaveral, muy común en nuestra zona.

Si bien aún no hay precisiones sobre el impacto final de las heladas en España, se podría esperar que los mercados estén nuevamente ávidos del limón tucumano.

Lo importante es “seguir cuidando como corresponda a las quintas, para lograr obtener la mejor calidad y sanidad posible y poder cumplir con los requerimientos fitosanitarios que exigen los mercados internacionales”, concluyó.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios