En pleno día se alzaron con $150.000 en una “entradera”

Tres delincuentes dieron el golpe, encapuchados y empuñando armas de grueso calibre. Abrieron la puerta principal con una llave y actuaron con rapidez y sin violencia. No descartan una “entregada”.

PREOCUPACIÓN. El comerciante aseguró que la ola de inseguridad no disminuyó en el vecindario. la gaceta / foto de adrián lugones PREOCUPACIÓN. El comerciante aseguró que la ola de inseguridad no disminuyó en el vecindario. la gaceta / foto de adrián lugones
12 Marzo 2017
A plena luz del día y mientras decenas de chicos salían de una escuela ubicada a pocos metros, tres asaltantes concretaron una estudiada “entradera” en una casa de calle Lavalle al 200, en barrio Sur. Por los datos que manejaba la banda y la facilidad con la que accedieron a la vivienda, los investigadores creen que se trató de una “entregada”.

El trío actuó con rapidez. En pocos minutos, se alzó con una importante suma de dinero en efectivo, después de reducir al hijo del dueño de casa y a una empleada. Ocurrió a las 11.30 del viernes. En ese momento, los alumnos de la escuela Congreso comenzaban a salir de clase. Muchos padres los aguardaban en la vereda y los vecinos iban y venían por el vecindario.

A pesar del intenso movimiento, nadie advirtió la llegada de los tres hombres, quienes no violentaron el portón de hierro, sino que usaron una llave para ingresar a la casa.

Ya en el interior, los ladrones se colocaron capuchas y desenfundaron armas de fuego. En ese momento se encontraba en casa Ezequiel Badavid, de 21 años (hijo del dueño de casa) y Luján Díaz, empleada domésticas. Ambos fueron tomados por sorpresa y reducidos por los asaltantes, quienes los amenazaron de muerte y obligaron a arrojarse al piso. Mientras les preguntaban con insistencia por el dinero que había en la casa, los ataron usando medias. Luego, los encerraron en un baño.

Durante unos veinte minutos los ladrones recorrieron el domicilio en busca de efectivo. “Dónde está la plata”, le reclamaron varias veces al muchacho, quien les explicó que no tenía. Finalmente, los asaltantes accedieron a la habitación principal y tras revolver un a encontraron el dinero que buscaban, alrededor de $150.000.

Inteligencia previa

El dueño de casa, Ariel Badavid, le explicó a LA GACETA que cuando regresó de trabajar se encontró con una la inesperada escena: “Llegué unos cuarenta minutos después y encontré a mi hijo a la empleada atados en el baño. Creo que hicieron inteligencia previa al robo. Además estaban seguros de que había dinero”, contó.

Al comerciante le llamó la atención la frialdad y precisión con la que actuaron los asaltantes. “Se manejaron como profesionales, tenían información sobre nuestros movimientos y no estaban drogados”, explicó.

El año pasado, barrio Sur fue centro de varios reclamos vecinales por los delitos que se cometían a diario. “Es una zona insegura. No se calmó en ningún momento”, se lamentó la víctima.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios