Trump echó al fiscal general de Nueva York

Preet Bharara sucumbió ante el Gobierno, que no quiere a nadie designado por Obama

QUÉ HACÍA. El fiscal Bharara investigaba delitos financieros y de corrupción. reuters QUÉ HACÍA. El fiscal Bharara investigaba delitos financieros y de corrupción. reuters
13 Marzo 2017
MIAMI.- Pese al enérgico intento de Preet Bharara de permanecer en su cargo como fiscal de Nueva York, quedó definitivamente separado de sus funciones por orden directa del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump. Pero, ¿cuáles son los casos que el conocido fiscal no quiere abandonar para que su sucesor asuma su defensa? ¿Qué investiga o qué investigó Bharara que incomoda tanto al jefe de Estado?.

Bharara de 48 años nacido en India, que aparentemente no se dejaba intimidar por las élites de Wall Street, se forjó una reputación de inflexible enemigo de los delitos financieros y de la corrupción.

Desde que fue nombrado por el ex presidente, Barack Obama, en 2009, proyectó una imagen de independencia que hizo palidecer a algunos de sus pares, al encabezar investigaciones que involucraron por igual a republicanos y a demócratas, incluso en las más altas esferas. Como Fiscal Federal, se enfocó en casos de gran escala, fraudes financieros sofisticados, terrorismo internacional, narcotráfico y tráfico de armas, estafas, corrupción pública y crimen organizado.

Es conocido como el fiscal que más banqueros ha procesado en los Estados Unidos. Llamado “la plaga de Wall Street”, fue ubicado por la revista Worth como una de las 100 personas más influyentes en las finanzas en 2014.

“No dimití. Hace unos momentos fui despedido”, advirtió Bharara a través de su cuenta de Twitter.

En noviembre pasado, poco después de la victoria de Trump en las elecciones, el fiscal se reunió con el presidente electo, quien, según indicó, le pidió continuar en el cargo, algo que Bharara había aceptado.

La expulsión del ahora ex fiscal general neoyorkino es parte del pedido de dimisión a 46 fiscales estadounidenses, mientras que otros 47 ya habían presentado su dimisión. En total, son 93 los fiscales federales en lo más alto del sistema judicial norteamericano.

Si bien es habitual que los nuevos gobiernos precipiten la marcha de los fiscales designados políticamente, esta decisión llega el mismo día en el que el secretario de Prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha señalado un “estado profundo” de burócratas que está tratando de dañar la agenda del presidente Trump. (Télam-Especial)

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