Y como que Atlético perdió el rumbo

Un acierto le bastó a Gimnasia para llevarse el triunfo

DESAPARECIDO. Aliendro no entró en sintonía con el partido, como le sucedió a varios de sus compañeros, y Atlético como equipo lo sintió. El volante intercambió varias posiciones en el medio, sin suerte. la gaceta / foto de héctor peralta DESAPARECIDO. Aliendro no entró en sintonía con el partido, como le sucedió a varios de sus compañeros, y Atlético como equipo lo sintió. El volante intercambió varias posiciones en el medio, sin suerte. la gaceta / foto de héctor peralta
01 Abril 2017

Esta derrota, la primera de 2017 en casa, tomando partidos por el torneo y por Copa Libertadores, fue una consecuencia del presente y pasado reciente que parece estar afectando a Atlético: empuja y pega, pero no lastima. Y cuando le acarician el mentón, sus rodillas se disuelven como agua entre las manos. Cae sin pedir tregua alguna.

¿Es una señal de alarma que Gimnasia y Esgrima La Plata, el más letal y efectivo de este año, le haya ganado al “Decano” en su casa? Sí, por supuesto. De hecho, es una señal de alarma porque el “Lobo” pateó una sola vez al arco y lo hizo tan bien que se aseguró el 1-0 que le dio así su sexta victoria en fila en el campeonato, la quinta desde que comenzó la segunda parte del certamen.

Algún fusible está fallando en Atlético, en este Atlético que intenta morder bien arriba pero lo hace sin equilibrio. Entonces, intenta asfixiar y se termina asfixiando a sí mismo. Tampoco estuvo despierto anoche.

El pase rasante entre líneas de Lorenzo Faravelli a un Nicolás Mazzola rápido para reaccionar y ganarle al offside, fue el paso inicial a la derrota de Atlético. El segundo, la poca reacción de quienes debían controlar que la línea de la zaga esté recta y no en parábola. Leonel Di Plácido fue la bandera verde al pase de Faravelli, e Ignacio Canuto el dormilón que se olvidó de Mazzola por mirar la otra quinta y no la suya. Mazzola entró solo y definió suave y cruzado ante la desesperada salida de Cristian Lucchetti. Gol. Y derrota parcial de Atlético, por porfiado.

Iban 24 minutos del acto uno pero, lamentablemente, la reacción estilo visita a Temperley, nunca llegaría. Gimnasia siguió con la suya: esperar el error y controlar la pelota. Es más, de no ser por los aciertos (y desaciertos) de uno de los asistentes del juez Facundo Tello, quizás la diferencia hubiese sido otra. A favor de Gimnasia, claro.

El “Lobo” fue más pícaro que el “Decano”. Le decoloró el sentido de su fútbol, le quitó el brillo que supo mostrar tiempo atrás. Lo anuló con el mismo criterio con el que Atlético solía atormentar a sus presas en 25 de Mayo y Chile: con la paciencia de quien no conoce la desesperación y la viveza criolla de quien lastima en el momento justo.

No hubo medio campo, no hubo pase al hueco. No hubo conexión entre tanta pierna hábil. Es más, hasta dio la impresión de que tanto distinto en cancha fue un lastre. Les costó a los habilidosos encontrarse entre sí. Dudaron. Rodrigo Aliendro no pudo hacer una como la gente. David Barbona buscó vértigo y chocó con la nada misma. Apenas sacó un suspiro en un tiro libre con sorpresa que salió rasante y con rosca a un costado de una barrera estática. Emanuel Molina perdió el dial de su magia en medio del partido, y Guillermo Acosta, entre marcar y pelear en el medio, se enredó entre las piernas de los volantes de Gimnasia. Así quedó en soledad Fernando Zampedri. Tuvo una, una clara que bajó de pecho, tras el único centro bueno de Di Plácido, y la definió apurado y de zurda. Y nada más.

Tampoco hubo respuesta desde el banco de relevos. Llegaron tarde las variantes de Pablo Lavallén. Tampoco aportaron sorpresa ni aire fresco. Mucha patriada. Fue una continuación de lo mismo. Todos envenenados, culpa de la sinfonía de Gimnasia.

Esta derrota dolerá porque es la primera, y porque además grafica que de los últimos 12 puntos, nueve disputados en el Monumental, Atlético apenas sumó cinco. Poco para la idea global que tiene el grupo de hacer fuerza en el torneo.

Lo bueno es que el fútbol da revancha y que este equipo siempre ha sabido cómo tomársela.


las claves
============02 TEX D- (11357664)============
Lo mejor de Atlético duró poco y nada. Cabe resaltar apenas el traslado de la pelota de un costado a otro cuando el equipo no encontró el hueco para llegar hasta el arco de Gimnasia. Jugar a un toque le sirvió para descolocar a los marcadores del medio campo del “Lobo”.
============02 TEX D- (11357661)============
Hubo demasiada pierna hábil en el medio campo de Atlético, pero tanto habilidoso, finalmente, terminó complicando al grupo. Las posiciones fueron cambiando y con ello entró Atlético en un descontrol insólito. No hubo coordinación entre quienes debieron controlar el juego.
============02 TEX D- (11357658)============
Al bajo nivel de algunos jugadores en puestos clave en la cancha se le suma que el equipo en sí no puede reaccionar y cuidar lo que tiene. Sí tuvo reacción Atlético el partido pasado contra Temperley, pero tampoco supo convertirse en ganador. Ayer ni cerca de la victoria estuvo.


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Las claves

Lo mejor de Atlético duró poco y nada. Cabe resaltar apenas el traslado de la pelota de un costado a otro cuando el equipo no encontró el hueco para llegar hasta el arco de Gimnasia. Jugar a un toque le sirvió para descolocar a los marcadores del medio campo del “Lobo”.

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Hubo demasiada pierna hábil en el medio campo de Atlético, pero tanto habilidoso, finalmente, terminó complicando al grupo. Las posiciones fueron cambiando y con ello entró Atlético en un descontrol insólito. No hubo coordinación entre quienes debieron controlar el juego.

Al bajo nivel de algunos jugadores en puestos clave en la cancha se le suma que el equipo en sí no puede reaccionar y cuidar lo que tiene. Sí tuvo reacción Atlético el partido pasado contra Temperley, pero tampoco supo convertirse en ganador. Ayer ni cerca de la victoria estuvo.

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