Los días 4 de abril se transformaron en una pesadilla para los habitantes de Burruyacu. El año pasado desconocidos se apoderaron de unos $205.000 que tenía el tesorero del municipio en su domicilio para abonar planes sociales de la provincia. Ahora, una banda de asaltantes cometió un atraco en el Correo Argentino de esa localidad. Pero esta vez los vecinos no tuvieron miedo y enfrentaron a los sospechosos obligándolos a huir. Minutos después dos de los cuatro acusados de haber cometido el hecho, fueron aprehendidos por personal de Gendarmería Nacional, luego de un intenso tiroteo en una finca. Allí quedó desparramado parte del botín que consiguieron.
Eran las 11.40 en esa localidad ubicada a unos 70 kilómetros de la capital. Los vecinos hacían cola en la pequeña sucursal del correo. Muchos de ellos no podían ocultar el cansancio por haber estado esperando desde la madrugada para poder cobrar su jubilación o plan social, como sucede los primeros días del mes. Todo cambió cuando ingresaron cuatro hombres portando armas de fuego largas y cortas. “Comenzaron a pegarle al hombre que estaba pagando y al policía. Nos apuntaron y pegaron a todos”, dijo Mariana, una joven que estaba esperando cobrar en el local en el que había unas 100 personas. El salón era custodiado por dos uniformados a los que golpearon y les quitaron sus armas reglamentarias.
Miguel Horacio Galván, uno de los empleados del Correo, fue categórico al contar detalles sobre cómo se produjeron los hechos. “Vimos que redujeron al policía. Nos amenazaron, después nos hicieron tirar al suelo. Les traté de hablar porque los veía muy violentos, pero no conseguí calmarlos. Algunas personas corrieron y se fueron del local pidiendo auxilio. Otros sacaron sus celulares para filmarlos. Tomaron lo que pudieron y se fueron”, relató.
“Los sacamos corriendo del local. Después se subieron a la moto y se marcharon. La gente que estaba en la otra cuadra observó lo que estaba pasando y también empezaron a insultarlos. Desde la distancia, también los filmaron”, agregó Mariana en la charla con LA GACETA.
Locura
Los asaltantes, según confiaron fuentes policiales, cargaron el dinero en dos mochilas que llevaron y en una bolsa arpillera del Correo Argentino. Hasta el cierre de esta edición no se pudo establecer el monto total del botín, pero trascendió que podrían ser millonario. En medio de un griterío infernal, los atacantes dejaron el local y así los vecinos que estaban en la zona se enteraron de lo que estaba sucediendo.
“Observé que la gente corría y gritaba que se estaba produciendo un asalto. Inmediatamente hablé a la comisaría y al puesto de Gendarmería para denunciar lo que estaba pasando”, comentó Miguel Ángel Romano, secretario de gobierno del municipio.
A esas fuerzas se sumaron los hombres de la División Delitos Ecológico de la Regional Este, que tiene su base en esa ciudad. “Todos se movieron muy rápido. A los policías y gendarmes se sumaron los vecinos que fueron muy solidarios al salir a perseguirlos”, destacó el funcionario.
Los asaltantes, según confiaron fuentes policiales, se vieron sobrepasados por la situación. Al parecer, se dividieron el botín y huyeron por caminos separados en dos motos. Una pareja, de acuerdo con la versión que aportaron testigos, se equivocó de camino: tomaron una calle que no tenía salida, por lo que perdieron tiempo cuando debieron retornar para encontrar la ruta.
Algunos habitantes de Burruyacu dijeron que en la huida, los acusados fueron perdiendo billetes en el camino. Al efectivo lo levantaron los vecinos que lo hallaron en la calle.
A pocos metros de la entrada a la ruta que conduce a Garmendia, dos gendarmes que se trasladaban en una camioneta, se cruzaron con dos jóvenes en una moto que eran parecidos a los que estaban buscando. Dieron la vuelta para tratar de identificarlos; cuando estaban por alcanzarlos, el que marchaba como acompañante se dio vuelta y disparó contra el móvil que terminó dañado en la puerta del conductor.
Los hombres de la fuerza nacional aceleraron y chocaron a los supuestos asaltantes. Estos cayeron al costado del camino y la bolsa en la que llevaban el dinero se abrió. Los billetes de $100 y $50 quedaron desparramados en el suelo. Luego de reducirlos, los gendarmes les quitaron una escopeta recortada y una pistola nueve milímetros.
Más detalles
A los detenidos los identificaron como Manuel Salvatierra, de 30 años, y Luis Diosques, de 31, ambos con domicilio en Villa Mariano Moreno. Luego los trasladaron hasta el hospital de Burruyacu, donde recibieron las primeras curaciones. Al cierre de esta edición, buscaban un lugar para alojarlos, ya que el Escuadrón 55° de Gendarmería no tiene capacidad.
Por otra parte, las fuerzas continuaban buscando a los dos cómplices que escaparon. No descartan que se hayan quedado ocultos en la zona, ya que después del asalto, se montó un operativo de vigilancia para dar con ellos.
Al cierre de esta edición, personal de Correo Argentino continuaba contando el dinero que se había secuestrado en el campo. Una vez que terminen de hacerlo, podrán establecer, cotejando con el arqueo de caja, cuál es el dinero faltante. Con todo, los investigadores están convencidos de que la pareja que logró escapar se llevó una parte del dinero que consiguieron.
Cientos de personas intenteron linchar a los sospechosos en el hospital
En las localidades donde todos se conocen la información corre rápido y eso fue lo que ocurrió con la captura de los dos acusados de irrumpir en el Correo de Burruyacú e intentaron fugarse con una bolsa llena de dinero. Los vecinos comenzaron a pasar el dato de que los iban a llevar al hospital -que está a dos cuadras de la plaza principal-, y allí se presentaron cientos de personas indignadas.
Uno de los ladrones estaba herido, por lo que fue trasladado a toda velocidad en una ambulancia a la guardia. Su paso tomó desprevenidos a los vecinos, que dijeron a LA GACETA que se habían juntado allí para “verles la cara”. Cuando arribó el segundo sospechoso al lugar, varios hombres se le fueron encima y recibió algunas trompadas. La Policía apresuró el paso hacia el edificio y armó un cordón para evitar que los manifestantes ingresaran.
Los congregados evitaron dar nombres por miedo. Sin embargo, explicaron que no recuerdan un hecho similar en Burruyacú. Además, dijeron que sospechan que los detenidos no son de la localidad, ya que al escapar se equivocaron de camino y perdieron mucho tiempo en dar una vuelta. Esto facilitó la tarea de Gendarmería, que los estaba esperando en la ruta. Luego se confirmó que los vecinos estaban en lo cierto: los ladrones son de Villa Mariano Moreno.
La situación se calmó luego de que personal del Cuerpo de Infantería llegara al hospital para evitar desbordes. Al principio insultaron a los uniformados, pero luego llegó la calma.
Antecendente
El ataque del año pasado
En abril de 2016, cuatro hombres armados y a cara descubierta ingresaron al domicilio de Alfredo Valentín Rojas, tesorero del municipio. Luego de reducirlo a él y a su familia, se apoderaron de los $205.000 que tenía allí y que estaban destinados para pagar planes sociales. Nunca se encontró a los asaltantes, pero siempre se sospechó que sabían de antemano que el funcionario contaba con ese dinero. Hasta el momento no se pudo vincular ese atraco con el de ayer.
Prófugo
A un detenido lo buscaban por un homicidio
Luis Carlos “Peluquín” Diosques, uno de los detenidos por el asalto de ayer, era buscado por la Policía desde hace cuatro años por estar acusado del crimen de Juan Antonio Martínez, ocurrido en 2013, según confiaron fuentes policiales. También está acusado de haber herido a una persona en un robo ocurrido y de haber participado en al menos dos asaltos. Los pesquisas aseguran que el sospechoso es conocido por ser violento.
Misterio
Un asalto con algunos interrogantes
Los investigadores están tratando de sumar indicios para esclarecer varios puntos. Para los investigadores, la banda no sabía que se podía alzar con tanto dinero, ya que no hubiera utilizado motos como medio de escape. “Era imposible que puedan cargar todos los bultos. No descartamos que haya otras personas implicadas, entre ellas el conductor de un vehículo que pudo haber estado esperándolos para escapar”, aseguró la fuente.