Atlético ya está en Bolivia, a la espera del duelo con Jorge Wilstermann

Música, series y algunos mates fueron las alternativas elegidas por los jugadores de Atlético durante las 1.40 horas que duró unir en charter San Miguel de Tucumán con Cochabamba, de cara al duelo de mañana ante Jorge Wilstermann por la Copa Libertadores.

El vuelo 951 de la empresa boliviana Amazonas despegó del Benjamín Matienzo a las 15.02 y arribó al aeropuerto Jorge Wilstermann a las 16.40, hora argentina (hay una hora menos en Bolivia). La delegación, encabezada por el presidente de Atlético, Mario Leito, y con un puñado de hinchas a bordo, se trasladó en un Bombardier CJR 200. La aeronave, con capacidad para 50 pasajeros, tuvo un buen desempeño en el aire y casi no se percibió turbulencia, excepto algo mínimo cerca del descenso.

Instantes después del despegue predominaron las pantallas. Las selfies se multiplicaron en las 13 filas de asientos, y "Vikingos" fue una de las series elegidas para la travesía. Otros se sumergieron en enormes auriculares y unos pocos aprovecharon para "descansar la vista".

Mientras abajo mutaba la topografía, las actividades en el aire se vieron interrumpidas únicamente para llenar los documentos de aduana y de migraciones. Durante esos minutos las lapiceras se cotizaron tanto como un gol de visitante.

El aterrizaje fue el ideal, al punto que fue destacado por algunos dirigentes. En el descenso, los ojos curiosos se pegaron a las ventanillas para fotografiar la ciudad desde las alturas.

Ya en tierra firme, el plantel de Atlético fue abordado por la prensa local. Fernando Zampedri fue el preferido por las cámaras y por algunos hinchas, que aguardaron en el aeropuerto la llegada de los jugadores. La delegación se trasladó en un ómnibus hasta el Gran Hotel Cochabamba, donde tomará la merienda una vez ubicados en las habitaciones.