13 Abril 2017
La Asamblea Universitaria debutó ayer con el nuevo régimen de una reunión mensual. El cambio se produjo como medida alternativa para evitar la pérdida de quórum que venía sufriendo la sesión y dificultaba la aprobación de los artículos del nuevo Estatuto Universitario, que ya lleva más de dos años de debate. Sin embargo, la asistencia fue ajustada (en total hay 156 asambleístas y se necesitan 79 para sesionar) y sólo se aprobaron dos artículos correspondientes al capítulo de Pautas Económico-Financieras.
La decana de derecho, Adela Seguí, recordó que había quedado pendiente el tratamiento de un inciso referido a la creación de un fondo especial para administrar los recursos provenientes de Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD). Dijo que se trata de lo que proviene “de la explotación minera de la que participa la Universidad y que deberá destinarse a la adquisición, refacción y construcción de inmuebles”. El yacimiento está en proceso de cierre y la UNT estudia la reconversión de YMAD en una empresa que brinde servicios ambientales. Además, obtener fondos a partir del alquiler de la infraestructura que se generó en más de dos décadas de explotación minera. Las expectativas están puestas en Agua Rica, un yacimiento mucho más grande a pocos kilómetros de la Alumbrera.
Pese a que se aprobaron sólo dos artículos, el vicerrector, José García, consideró que hubo un progreso importante con el nuevo sistema de establecer las reuniones una vez al mes, en lugar de cada 15 días como venía haciéndose.
El objetivo del cambio es que se agilice la votación y que el fuerte del debate se dé en el seno de cada consejo directivo de las facultades. Que se logren consensos entre ellas antes de ir a la asamblea.
Todavía falta entrar de lleno en dos capítulos que serán candentes para los universitarios: Sistema Electoral y Órganos de Gobierno. La intención de las autoridades es que estos temas se aborden antes de fin de año porque 2018 será de renovación de autoridades.
La expectativa es que en las reuniones que quedan hasta fin de año el proceso de reforma esté cerrado y sólo haya que revisar todo el articulado antes de la aprobación definitiva.
La decana de derecho, Adela Seguí, recordó que había quedado pendiente el tratamiento de un inciso referido a la creación de un fondo especial para administrar los recursos provenientes de Yacimientos Mineros Agua de Dionisio (YMAD). Dijo que se trata de lo que proviene “de la explotación minera de la que participa la Universidad y que deberá destinarse a la adquisición, refacción y construcción de inmuebles”. El yacimiento está en proceso de cierre y la UNT estudia la reconversión de YMAD en una empresa que brinde servicios ambientales. Además, obtener fondos a partir del alquiler de la infraestructura que se generó en más de dos décadas de explotación minera. Las expectativas están puestas en Agua Rica, un yacimiento mucho más grande a pocos kilómetros de la Alumbrera.
Pese a que se aprobaron sólo dos artículos, el vicerrector, José García, consideró que hubo un progreso importante con el nuevo sistema de establecer las reuniones una vez al mes, en lugar de cada 15 días como venía haciéndose.
El objetivo del cambio es que se agilice la votación y que el fuerte del debate se dé en el seno de cada consejo directivo de las facultades. Que se logren consensos entre ellas antes de ir a la asamblea.
Todavía falta entrar de lleno en dos capítulos que serán candentes para los universitarios: Sistema Electoral y Órganos de Gobierno. La intención de las autoridades es que estos temas se aborden antes de fin de año porque 2018 será de renovación de autoridades.
La expectativa es que en las reuniones que quedan hasta fin de año el proceso de reforma esté cerrado y sólo haya que revisar todo el articulado antes de la aprobación definitiva.