Una joven que se presentó ayer en el Hospital del Este por haber sufrido un aborto espontáneo quedó aprehendida por las dudas que el caso generó en los médicos, dado que había indicios de que podría haberse realizado un aborto a sí misma.
Según informó la Policía, la joven, de 19 años, con domicilio en la ciudad de Burruyacu, ingresó en la tarde de ayer al centro asistencial con la denuncia de que se encontraba con una complicación en su embarazo. De inmediato se la operó y se le extrajo un feto sin vida, de sexo femenino, de 22 semanas de gestación.
Lo que llamó la atención a los médicos es que al feto le faltaban sus dos brazos, los cuales habrían sido arrancados, según la Policía.
La joven le manifestó al médico que el lunes último había roto bolsa y que al día siguiente sintió un bulto en su vagina, y que al tirar de él descubrió que eran los brazos del bebé, los cuales arrojó a un cesto de basura del baño. Posteriormente, se dirigió al hospital donde quedaría internada.
Se puso en conocimiento del hecho a la Fiscalía de turno, que dio intervención al médico de Policía y dispuso que personal de esa dependencia, con personal de criminalística, se constituya en el domicilio de la mujer. Se ordenó un relevamiento fotográfico y planimétrico del lugar y la recuperación de los restos que allí quedaron, para ser llevados hacia el Hospital a los fines de que el médico terminara con su tarea. Entre tanto, la joven fue aprehendida y puesta en custodia policial en el hospital.
En la casa de la joven se encontraron las dos extremidades faltantes en el feto, las cuales fueron trasladadas al hospital, donde se realizaron nuevas tomas fotográficas. Luego, personal de Bomberos trasladó el feto a la Morgue Judicial para su correspondiente autopsia.