De momento, son todas especulaciones. Lo ocurrido la noche del miércoles en el estadio "Campeón del Siglo", que en el duelo Peñarol (2)-Palmeiras (3) hizo recordar las jornadas más negras de la Copa Libertadores, ha generado muchas conjeturas acerca del grado de las penas que dictaminará el Tribunal de disciplina de la Conmebol, que ayer celebró su Congreso en Santiago de Chile.
No hubo ningún voz oficial de esa entidad que se refiriese al tema, pero off the record se habla de rigurosas sanciones. Peñarol, en tanto, está trabajando con el abogado Gastón Tealdi en el descargo que presentará una vez que el club sea notificado oficialmente.
Su presidente, Juan Pedro Damiani, apunta a Felipe Melo como el generador del escándalo y confía en que no habrá condena. "Hablé con Héctor Baldassi y el veedor, y me dijeron que el problema fue entre jugadores y no con el estadio, por lo que no creo que haya una sanción", argumenta aunque está claro que la violencia se expandió por los pasillos, en las inmediaciones de los vestuarios, en los mismos camarines y en las tribunas.
Uno de los veedores, Mario Campos, habría consignado en su informe que sólo intervinieron jugadores en la gresca, pero varios jugadores del "aurinegro" figuran en el informe del árbitro Enrique Cáceres: Nahitan Nández, Lucas Hernández, Junior Arias y Matías Mier.
No está claro aún si esos cuatro futbolistas podrán jugar el martes contra Atlético, en Tucumán. En la institución uruguaya tampoco le dan crédito a una información publicada ayer por GloboEsporte (Brasil), que subraya una fuerte pena para Peñarol e incluye la posibilidad de su exclusión del actual torneo y hasta de futuras ediciones. En Palmeiras, el más comprometido es Felipe Melo que le aplicó un trompada a Matías Mier y sería inhabilitado por un año.