Hay un encanto por inversiones en pesos, frente a un dólar volátil

30 Abril 2017
En las últimas semanas, el mercado adoptó un término anglosajón para describir lo que está sucediendo en las operaciones: carry trade. No es más que una estrategia que consiste en invertir en la moneda local para aprovechar fuertes ganancias, tanto por el pago de intereses del bono como por la apreciación del capital medido en moneda dura. Según analistas, se trata de una suerte de encanto colectivo que refleja un clásico de memoria selectiva a la hora de hacer negocios, particularmente de los inversores institucionales. Esto sucede por las devaluaciones que se observaron, no sólo en la moneda local, el peso, sino también en otras de la región, sucedidas por programas de desinflación.

Según un reporte de Balanz Capital, un grupo enfocado en el mercado de capitales, la continuidad de un sistema de inversión de estas características depende de un cúmulo de factores, como lo explica Walter Stoeppelwerth, CEO Asset Management & Head de Research e Balanz Capital:

• La Argentina necesita profundizar las reformas estructurales macroeconómicas, más allá de octubre, cuando se desarrollen las elecciones de medio turno. Caso contrario, de no realizar un ajuste fiscal, corre riesgo de sufrir un suden-stop (una brusca reversión de la masiva entrada de capitales producida por factores exógenos).

• Debe mejorar la composición de las reservas monetarias del Banco Central (BCRA). La entidad monetaria nacional contabiliza poco más de U$S 48.200 millones que caen a unos U$S 13.500 millones, por el efecto del swap (intercambio monetario) con China y los depósitos en dólares del sistema bancario. “Este bajo nivel real de reservas hace aún más creíble el anuncio del BCRA de salir a comprar dólares”, advierte el informe.

• La gestión del presidente Mauricio Macri tiene que mostrar mayores resultados en términos de trayectoria fiscal. Aún con un escenario proyectado muy optimista (3% de crecimiento del PBI) y ajuste del déficit primario del 4,6% en 2016 a 2,4% en 2019, el déficit total alcanzaría casi el 5% del PBI, lo cual es muy poco alentador en términos generales y más aún de considerar que el financiamiento del rojo fiscal proviene de flujos a corto plazo y de emisiones de deuda en el exterior. Esta gran carga fiscal, indica el estudio, podría traducirse en emisión monetaria o bien en una pérdida de confianza por parte de los inversores extranjeros, lo cual arriesgaría la moneda local, de no mediar reformas más agresivas luego de las elecciones.

¿Qué puede hace el Central para luchar contra esta fortaleza del peso, sin necesidad de caer en costos de esterilización o de inflación? Stoeppelwerth explica que el stock de Letras del BCRA (Lebac) está en caída, ya que la entidad no pagará tasas altas a más de 90 días para enviar el mensaje de una desaceleración de precios en el segundo semestre del año. “Para no largar más pesos al mercado, y para no aumentar el agregado monetario, el BCRA aumenta su propia cuenta corriente”, puntualiza.

Más allá de esto, hay ciertas alternativas para absorber la lluvia de dólares que continuará, sin incurrir en los costos de la esterilización. El especialista de Balanz Capital señala las siguientes:

• Pagar las amortizaciones de los bonos en dólares con los dólares que tienen los bancos y que no pueden ser absorbidos por préstamos (el sector exportador es chico aún en la Argentina, por lo cual el colchón de dólares en los bancos es muy grande).

• Vender Letes (títulos cortos dolarizados) de mayor duración para compensar el vencimiento de los bonos en dólares.

• Emitir nuevamente Nobac en dólares (Notas del Banco Central, a plazo mayor a un año), utilizadas previamente durante la gestión de Martín Redrado.

• Con la idea de incentivar la liquidación de dólares, emitir bonos que se ajusten por sobre la devaluación del peso (dollar linked o en dólares).

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