07 Mayo 2017
Un europeísta de 39 años llegaría al Elíseo
La elección presidencial estará marcada por el abstencionismo, pero Emmanuel Macron es el favorito para derrotar a Marine Le Pen. Los comicios serán clave para el futuro de la Unión Europea. El ex ministro de Hollande se enfrenta a la ultraderechista. Dispersión.
LA CAMPAÑA EN NIZA. Las paredes de la ciudad mediterránea muestran afiches de los dos contendientes a reemplazar a Francois Hollande: Emmanuel Macron y Marine Le Pen. reuters
PARÍS.- Francia definirá a su nuevo presidente en el balotaje entre el liberal independiente y favorito Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, en una elección abierta debido a que si el abstencionismo es más importante de lo previsto se incrementarán las posibilidades de la extrema derecha, en unos comicios que podrían incidir en el futuro de la Unión Europea (UE).
Ayer comenzó la votación en los territorios franceses de ultramar, de la Polinesia, América del Sur y el Caribe, y en los consulados galos de todo el mundo.
Hoy, a partir de las 20 horas los medios galos, que trabajan conjuntamente con las principales encuestadoras del país, avanzarán el resultado en base a proyecciones de boca de urna.
Macron, de 39 años, europeísta convencido y defensor de políticas económicas liberales, es el favorito en todas los sondeos, pero la incertidumbre se mantiene en torno a si conseguirá llegar a la Presidencia por el temor a que una elevada abstención. Le Pen, de 48 años, defiende políticas proteccionistas a nivel económico, pregona un “Frexit”, la salida de la UE y del euro, poner fin a la libre circulación entre los países que integran el bloque comunitario (el espacio Schengen) y reducir la inmigración a 10.000 personas por año.
En total 47.591.118 franceses se encuentran habilitados para votar, aunque para ello hay que inscribirse previamente, ya que el voto no es obligatorio.
En la primera vuelta del mes pasado, 10.577.572 no se inscribieron o no fueron a votar, según el Ministerio del Interior. La cifra equivale a una abstención del 22,3% -un 2% más que en las últimas 10 elecciones presidenciales-, un resultado intermedio entre lo obtenido el 23 de abril por Macron (24%) y Le Pen (21.3%).
Tercero finalizó el conservador Francois Fillon (20%), favorito a ganar la Presidencia tres meses antes de la elección pero que cayó en desgracia al ser imputado por la Justicia por “malversación de fondos públicos”; cuarto el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19,6%) y quinto, el socialista Benoit Hamon (6,4%).
De esta forma, Fillon y Hamon, los candidatos de los dos partidos que tradicionalmente se alternaron en el poder, conservadores y socialistas, quedaron marginados del balotaje.
Los sondeos predicen una cómoda victoria del liberal ex ministro de Economía e Industria del actual gobierno socialista de Francois Hollande, dado que el rechazo que generan las posiciones ultranacionalistas de Le Pen hicieron que casi todos los otros candidatos que compitieron en el primer turno llamaran a votar por él.
La excepción fue el izquierdista Mélenchon, quien cosechó 7 millones de votos y fue duramente criticado por haber dicho que irá a votar y que no lo hará por el Frente Nacional (FN) de Le Pen, pero sin revelar si lo hará por Macron o en blanco, en lo que sería otra eventualidad que beneficiaría a la candidata que aspira a ser la primera mujer en presidir a Francia.
Si finalmente el electorado francés se dispersara más de lo esperado, Le Pen podría incrementar dramáticamente su nivel de apoyo, puesto que entre sus filas el abstencionismo es muy bajo y el mayor porcentaje de ausentismo en las urnas provendría de los electores de la izquierda.
El día después del balotaje es feriado, porque se conmemora el armisticio de la Segunda Guerra Mundial, y un fin de semana largo en plena primavera es otro factor que podría aumentar el abstencionismo.
En medio de una gran campaña en favor de ir a las urnas, el diario “Libération” publicó en su edición de ayer su tapa en fondo blanco con la consigna en letras negras: “Hagan lo que quieran pero voten a Macron”. (Télam)
Ayer comenzó la votación en los territorios franceses de ultramar, de la Polinesia, América del Sur y el Caribe, y en los consulados galos de todo el mundo.
Hoy, a partir de las 20 horas los medios galos, que trabajan conjuntamente con las principales encuestadoras del país, avanzarán el resultado en base a proyecciones de boca de urna.
Macron, de 39 años, europeísta convencido y defensor de políticas económicas liberales, es el favorito en todas los sondeos, pero la incertidumbre se mantiene en torno a si conseguirá llegar a la Presidencia por el temor a que una elevada abstención. Le Pen, de 48 años, defiende políticas proteccionistas a nivel económico, pregona un “Frexit”, la salida de la UE y del euro, poner fin a la libre circulación entre los países que integran el bloque comunitario (el espacio Schengen) y reducir la inmigración a 10.000 personas por año.
En total 47.591.118 franceses se encuentran habilitados para votar, aunque para ello hay que inscribirse previamente, ya que el voto no es obligatorio.
En la primera vuelta del mes pasado, 10.577.572 no se inscribieron o no fueron a votar, según el Ministerio del Interior. La cifra equivale a una abstención del 22,3% -un 2% más que en las últimas 10 elecciones presidenciales-, un resultado intermedio entre lo obtenido el 23 de abril por Macron (24%) y Le Pen (21.3%).
Tercero finalizó el conservador Francois Fillon (20%), favorito a ganar la Presidencia tres meses antes de la elección pero que cayó en desgracia al ser imputado por la Justicia por “malversación de fondos públicos”; cuarto el izquierdista Jean-Luc Mélenchon (19,6%) y quinto, el socialista Benoit Hamon (6,4%).
De esta forma, Fillon y Hamon, los candidatos de los dos partidos que tradicionalmente se alternaron en el poder, conservadores y socialistas, quedaron marginados del balotaje.
Los sondeos predicen una cómoda victoria del liberal ex ministro de Economía e Industria del actual gobierno socialista de Francois Hollande, dado que el rechazo que generan las posiciones ultranacionalistas de Le Pen hicieron que casi todos los otros candidatos que compitieron en el primer turno llamaran a votar por él.
La excepción fue el izquierdista Mélenchon, quien cosechó 7 millones de votos y fue duramente criticado por haber dicho que irá a votar y que no lo hará por el Frente Nacional (FN) de Le Pen, pero sin revelar si lo hará por Macron o en blanco, en lo que sería otra eventualidad que beneficiaría a la candidata que aspira a ser la primera mujer en presidir a Francia.
Si finalmente el electorado francés se dispersara más de lo esperado, Le Pen podría incrementar dramáticamente su nivel de apoyo, puesto que entre sus filas el abstencionismo es muy bajo y el mayor porcentaje de ausentismo en las urnas provendría de los electores de la izquierda.
El día después del balotaje es feriado, porque se conmemora el armisticio de la Segunda Guerra Mundial, y un fin de semana largo en plena primavera es otro factor que podría aumentar el abstencionismo.
En medio de una gran campaña en favor de ir a las urnas, el diario “Libération” publicó en su edición de ayer su tapa en fondo blanco con la consigna en letras negras: “Hagan lo que quieran pero voten a Macron”. (Télam)
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