Ocurrió en el duelo entre el Club Natación Almería y el CD Tiro de Pichón, por la Liga Nacional de Juveniles de España. Al minuto 89 del encuentro, el árbitro cobró un penal a favor de Almería y provocó la ira de los fanáticos rivales, que hasta ese momento festejaban el triunfo 1-0.
Luego de sancionado el penal, los fanáticos invadieron el campo y amenzaron a los jugadores de Almería. Una de las cosas que se escucharon fueron: "si no falla el penalti, ninguno va a salir vivo".
Las amenazas fueron confirmadas por el árbitro del partido: "todos los aficionados, tanto los que se encontraban en el terreno de juego como fuera de él, nos amenazaron de muerte al equipo arbitral y al lanzador del penalti del equipo local si anotaba el gol".
Luego de 15 minutos de suspensión, el jugador local decidió fallar el penal para evitar males mayores y su equipo terminó aceptando la derrota.