El sabueso “Duke” marca el ritmo de la búsqueda de Daiana

Él y Halcón -el perro que halló a Araceli Fulles- lideran los operativos en El Corte, Alderetes.

SECUESTRO. La Policía secuestra uno de los ladrillos marcados.  SECUESTRO. La Policía secuestra uno de los ladrillos marcados.
22 Mayo 2017

Durante el fin de semana, los investigadores que intentan hallar a Daiana Garnica emplearon perros altamente entrenados para cubrir los operativos. El ritmo de las pericias fue marcado por “Duke”, un bloodhound de los Bomberos Voluntarios de Punta Alta K9; el sabueso halló una cadena con un dije y un pañuelo con manchas que podrían ser sangre. Además, marcó los ladrillos que habían quitado del tabique en el que trabaja el principal acusado, para que los investiguen. El animal estuvo bien secundado por su compañero de división, “Halcón”, el perro que encontró el cuerpo sin vida de Araceli Fulles en Buenos Aires.

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Los operativos partieron de la casa de la adolescente de 17 años desaparecida. Tras olfatear algunas de las prendas de la muchacha, “Duke” comenzó a correr por la avenida Eva Perón hacia el norte y luego, dobló en la autopista Presidente Perón. Cuando llegó al Barrio San Alberto, se internó en una finca y halló un colgante que tenía un dije con una “D”. Poco después halló una prenda de tela, similar a un pañuelo. Cuando se la estudió, se pudo ver que tenía manchas pardo rojizas, similares a las que deja la sangre al manchar la ropa. Esto fue secuestrado por los especialistas, que prefirieron la cautela; según señalaron las fuentes, no está confirmado que sea sangre, y en el caso que fuera, tampoco se sabe si pertenece a la muchacha. Por último, les indicó a los efectivos que también debían prestarle atención a un guante de jardinería. “Es creer o reventar”, le dijo a LA GACETA uno de los efectivos que estuvo allí, maravillado con la actuación de los canes.



En cuanto a “Halcón”, según relataron algunos de los presentes, se cruzó hasta la casa de Darío Suárez, el principal acusado, adonde olfateó cada rincón. Esto motivó que el fiscal Claudio Bonari ordenara un nuevo allanamiento en esa vivienda, que se estaba realizando al cierre de esta edición. Según adelantaron algunos de los presentes, se estaba secuestrando numerosos elementos para ser estudiados.

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Por último, “Duke” visitó la ladrillera donde trabaja Suárez. Una vez allí, le marcó a los investigadores los ladrillos que habían quitado del horno para estudiar las cenizas. El personal que estaba allí los secuestró y los está estudiando en este momento. La mala noticia surgió ayer; mientras trabajaba en la ladrillera, “Duke” se lastimó una pata y la fiscalía tuvo que salir corriendo a buscar a un veterinario que lo atendiera. Todavía no se sabe si el buscador que más resultados tuvo podrá seguir buscando a Daiana.

El equipo canino

Además de estos dos sabuesos, estuvieron en el lugar “Wanda”, una bloddhound de la Policía de Tucumán; “Atenea” (pointer mestiza) y “Alma” (labrador) de los Bomberos Voluntarios de Punta Alta; “Sira”, una bloodhound de Gendarmería Nacional; y tres perros traídos de Santiago del Estero: “Loba” (bloodhound, especialista en rastros específicos), “Scooby” (bloodhound utilizado para discriminación de evidencia) y “Nikita” (ovejero utilizada para búsqueda en grandes áreas).

La llegada de todos estos animales fue solicitada por los investigadores del caso, que se comunicaron con el Ministerio de Seguridad de la Nación para pedir ayuda. Desde el Gobierno se envió a un grupo de especialistas en Antropología Forense que están estudiando las cenizas del horno para saber si la muchacha fue arrojada allí. Este equipo, según trascendió, habría viajado a México a colaborar con la investigación de los 47 estudiantes desaparecidos en Ayotzinapa. También llegó a la provincia un equipo de la Policía Federal con asiento en Buenos Aires que investigó el caso de Ángeles Rawson, la muchacha asesinada en Buenos Aires.

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