El cuartel por dentro: Playeros, choferes y cocineros, en lucha contra los incendios

El equipo de los Bomberos Voluntarios se nutre de personas de distintas vocaciones.

EL EQUIPO. Los Bomberos Voluntarios apagan fuego, rescatan personas y ayudan en accidentes de tránsito. credito EL EQUIPO. Los Bomberos Voluntarios apagan fuego, rescatan personas y ayudan en accidentes de tránsito. credito
19 Junio 2017

En Tucumán hay unas 30 personas que, en sus tiempos libres, combaten incendios, ayudan en accidentes vehiculares, rescatan personas -y también mascotas- y hasta socorren a los vecinos que chillan cuando un murciélago entra en sus casas; y por todo esto, no reciben nada más que la satisfacción de haber ayudado; son los Bomberos Voluntarios.

“Lo más duro es sacarle horas a la familia, pero la pasión por ayudar a otros es lo que nos lleva a hacer esto”, admitió el comandante general -y ex director de Bomberos de la Policía- Raúl Daniel Lobo. “Tenemos trajes que cuestan unos $ 50.000, una autobomba de 3.600 litros y otra de 10.000, pero lo que más necesitamos es bomberos. Siempre tenemos una dotación lista para actuar”, se sinceró.

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Sin embargo, según explicaron varios miembros del plantel, no sólo es duro alejarse de la familia, sino también vivir momentos de tragedia y dolor. Por eso, cuando vuelven de intervenir en algún siniestro, realizan una reunión entre todos. “Se llama psicología de emergencias. Hablamos de lo que hicimos bien y de lo que podríamos haber hecho mejor”, comentó el cabo Marcelo Aragón, especialista en trabajos de rescate.

Entre el personal que integra el cuartel se pueden encontrar un mecánico, dos personas que trabajan en Minera Alumbrera, un cocinero, un hombre que realiza seguridad privada, dos empleados municipales, vendedores ambulantes, choferes y playeros de estaciones de servicio. “No hay muchas condiciones para hacer esto; hay que tener más de 18 años, tener un certificado de buena conducta y otro de aptitud física, y haber terminado el secundario”, afirmó Lobo.

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La presidenta de la comisión directiva, Teresa Terán, explicó que el cuartel funciona a través de los subsidios que llegan a través de la Nación, los seguros que paga la Provincia y lo que aporta la Legislatura. “Hay dos cosas que le pediría a la sociedad. En primer lugar, que piensen en esto como una posibilidad aquellos que sientan que quieren ayudar a los demás y que se valorice más la tarea. Se arriesga la vida para salvar a otras personas y a veces no se lo reconoce”, señaló.

Lobo, por último, advirtió: “hace dos años que este cuartel no emite un bono. Esa gente que los vende en los semáforos no apagó ni siquiera el fuego para un asado. Se trata de una estafa”.

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