Los dos ocupantes de un camión Iveco color blanco llegaron al Mercofrut bañados en una transpiración helada. Uno de ellos había resultado baleado luego de que piratas del asfalto les dispararan y los persiguieran a lo largo de seis kilómetros con intenciones de robo.
Bandas delictivas en la zona del Mercofrut
Muchos de los empleados del Mercofrut estaban molestos, ayer a la mañana. La noticia del asalto que acababan de sufrir los camioneros les causó indignación. “No puede ser, todo el tiempo pasan estas cosas”, se quejaban. En una gomería que funciona dentro del predio, mientras tanto, dos mecánicos cambiaban una cubierta de ese vehículo que había sido atravesada por una bala.
“Esto pasó como a las 4.40 en la autopista, a seis kilómetros de acá”, comentaron en ese lugar un grupo de hombres que no quisieron identificarse para evitar problemas con el propietario del camión. “No estamos autorizados a hablar”, aclararon. Después señalaron los ocho orificios de bala que aparecían destacados por una tiza anaranjada sobre el rodado luego de que los peritos de la Policía hicieran su trabajo.
El Mercofrut volvió a estar en la mira
El conductor del camión era César Ramón Bordón, de 44 años, y su acompañante, Exequiel Díaz, de 26, según informaron fuentes policiales. Ambos habían salido de la localidad catamarqueña de Fiambalá, donde viven, y era la primera vez que Díaz acompañaba a Bordón a Tucumán para comprar verdura y llevarla a Catamarca.
Persecución
Bordón y su compañero ingresaron a la provincia por La Cocha. Avanzaron y, cuando pasaron Famaillá, ambos comenzaron a hablar de la inseguridad. El chofer iba comentándole a su acompañante que estaba preocupado por la cantidad de robos que sufren los camioneros cuando transitan por esa autopista en el momento en que se les adelantó un auto. El vehículo se les cruzó por delante, se tiró hacia un costado, frenó y se abrió una puerta trasera. Pero el camión no hizo ni el intento de detenerse y el conductor del auto les hizo cambio de luces.
Ante la indiferencia de los catamarqueños, el automovilista aceleró, se ubicó al lado del camión y sus ocupantes comenzaron a disparar. Varios de los proyectiles dieron solo sobre la carrocería, pero una de las balas atravesó la puerta del conductor e hirió a Bordón en el tobillo izquierdo. No obstante, este no se detuvo. “¡La goma!”, gritó cuando advirtió que otro de los tiros había pinchado una rueda delantera. En ese estado recorrieron el trecho que restaba hasta ingresar al Mercofrut y deshacerse de los asaltantes.
“Hay que dar gracias a Dios que la goma aguantó hasta aquí porque si no nos mataban a tiros, nos matábamos en un accidente”, dijo Díaz cuando el personal del Mercofrut se acercó a auxiliarlos, según se comentaba ayer en el predio. Allí llamaron una ambulancia y trasladaron a Bordón al Centro de Salud. Fuentes policiales indicaron que debieron hacerle varios estudios antes de operarlo para extraerle la bala porque el hombre es diabético. Por la tarde le dieron el alta.
El trabajo de la Policía, mientras tanto, no era fácil. Las víctimas estaban muy nerviosas y no se encontraban en condiciones de aportar una descripción detallada del vehículo que los había atacado. “Sí es verdad que a veces los empleados del Mercofrut son asaltados cuando van a trabajar, pero hechos de estas características son aislados”, aclaró el jefe de la Regional Capital, comisario Martín Galván.
"Dejaron de venir de otras provincias por miedo"
Los ataques que sufren los camioneros cuando se dirigen a comprar frutas y verduras a distintos puntos de Tucumán están perjudicando a la actividad, según advirtió Juan Carlos Medina, presidente del Centro de Productores del Mercofrut.
“Esta situación no perjudica solamente al Mercofrut porque tenemos mucha gente que venía de provincias vecinas, que iba directamente a cargar frutas y verduras a las fincas y que dejó de venir por miedo. O sea que esto también perjudica al sector productivo, no solamente a nuestro mercado”, remarcó Medina.
En ese sentido, recordó el caso de un hombre que sufrió un asalto el año pasado y que luego decidió no volver. “Es un muchacho de La Rioja que fue asaltado en 2016 y hasta el día de hoy no volvió. Nos dijo que prefiere ir a Mendoza, aún cuando debe hacer más kilómetros, y no venir a Tucumán porque quedó con miedo”, contó Medina, con preocupación.
Según señaló, a esta altura del año ingresan entre 80 y 100 camiones por día al Mercofrut, los lunes, miércoles y viernes. Ese número se eleva a 200 aproximadamente a partir de septiembre. Los choferes de todos esos rodados se sienten expuestos.
Disparos
Al contrario de lo que sostiene la Policía, el representante de los productores del Mercofrut aseguró que este tipo de ataques, como el que sufrió César Ramón Bordón (ver “Atacan a tiros en la autopista a un camionero y su acompañante”) ayer a la madrugada, es frecuente en distintas rutas de la provincia. “Antes se daban mucho en la zona de Mista y en El Bracho, los delincuentes actuaban más que nada en la ruta 9. Pero ahora se cambiaron a la autopista, desde Famaillá para acá”, indicó. “Sí es cierto que nunca tuvimos heridos anteriormente, pero siempre hubo disparos. A veces hasta simulan un control en la ruta, ponen las balizas y cuando los choferes paran los asaltan”, explicó.
Medina recordó que después del caso del riojano mantuvieron una reunión con la cúpula policial para exigirles medidas. “La Policía comenzó a actuar y la situación se calmó bastante desde ese momento, pero se ve que la logística de los delincuentes es grande y van rotando todo el tiempo, entonces es imposible que la Policía actúe en toda la provincia”, agregó.
Otro asalto
Mientras Medina hablaba con LA GACETA, ayer al mediodía, un trabajador del Mercofrut fue abordado por delincuentes. El productor volvió a comunicarse con este diario momentos después de la entrevista para transmitir la noticia.
“A las 12.45 asaltaron al encargado de uno de los puestos. Iba llegando a su casa, cerca del barrio Ejército Argentino, y lo rodearon seis tipos en tres motos”, contó. Luego de encañonar a la víctima, los asaltantes abrieron el auto y se llevaron el dinero de la venta del día. “Se ve que lo marcaron en el mercado. Me dijo que solamente lo golpearon porque no intentó resistirse”, agregó.