GINEBRA, Suiza.- En el conflicto armado en el Congo también se registran atrocidades cometidas por niños soldado, señala un informe publicado en Ginebra por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU.
Según el informe, en las filas del grupo rebelde Kamuina Nsapu luchan también niños y niñas de entre siete y 13 años de edad.
“Testigos han afirmado que las niñas beben la sangre de las víctimas como parte de un ritual que supuestamente hace al grupo invencible”, indica el estudio. La superstición “explica en parte cómo una milicia pobremente equipada ha podido resistir durante más de un año las ofensivas del Ejército”.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos está convencido de que la violencia y los malos tratos en la República Democrática del Congo (RDC) suponen violaciones del derecho internacional. Los atropellos adquieren con una frecuencia creciente el carácter de un “limpieza étnica”, advierte.
Según el informe de Naciones Unidas, el Gobierno congoleño es responsable de esta situación, ya que también policías participan en los asaltos a pueblos, por ejemplo.
La violencia en la región de Kasai se desató en agosto de 2016, después de que fuerzas de seguridad mataran al líder del grupo rebelde. Unos 1,3 millón de congoleños han huido a causa del conflicto, que ha dejado unos 3.400 muertos, según la Iglesia católica.
Víctimas que lograron huir a la vecina Angola describieron ante expertos de la ONU muchas atrocidades, como el cercenamiento de extremidades. También mencionaron como ejemplo la muerte de 90 personas en el hospital de un pueblo que habría sido incendiado. Según la ONU, también imágenes de satélite han confirmado que pueblos enteros fueron quemados.
“Las descripciones son una seria advertencia dirigida al Gobierno para que haga todo lo que esté en sus manos para impedir que la violencia derive en una limpieza étnica”, señaló el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Said Raad al Hussein. (DPA)