Inician una nueva ofensiva en Afganistán

“No volveremos a hacer reconstrucción, mataremos terroristas”, amenazó el jefe de Estado estadounidense Los talibanes amenazaron con responder con una “guerra santa hasta el último aliento”contra Estados Unidos y quienes lo apoyan

EN KABUL. Un afgano sigue a través de la televisión el discurso del presidente estadounidense, Donald Trump. reuters EN KABUL. Un afgano sigue a través de la televisión el discurso del presidente estadounidense, Donald Trump. reuters
23 Agosto 2017

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una nueva estrategia para Afganistán en la que adelantó un mayor compromiso de su país, aunque no concretó cómo se llevará a cabo el refuerzo de tropas ni la duración de la misión.

El anuncio fue recibido con amenazas por parte de los extremistas talibanes, que prometieron “una guerra santa hasta el último aliento”. El portavoz talibán Sabiullah Mudyahid escribió en un e-mail enviado a los medios que mientras haya un soldado norteamericano seguirán adelante con su “yihad”.

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“Les meteremos miedo y mostraremos a su gobierno la realidad de este país”. Los talibanes no están cansados de combatir y si Estados Unidos no se retira, Afganistán será su cementerio, subrayó.

En la nueva estrategia anunciada el lunes desde la base de Fort Myer en Arlington, Virginia, Trump se distancia de los objetivos de reconstrucción de Afganistán y centra su prioridad en la destrucción de los extremistas para impedir que se hagan con el control del país.

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“No volveremos a hacer reconstrucción, mataremos terroristas”, afirmó. “Las represalias serán rápidas y poderosas”, señaló, al tiempo que también explicó que se aumentarán las competencias del Ejército sobre el terreno, porque en su opinión el “micromanagement” desde Washington “no gana batallas”.

“Estos asesinos tienen que saber que no tienen dónde esconderse, que ningún lugar está fuera del alcance del poderío y de las armas estadounidenses”, afirmó.

Uno de los aspectos clave de la nueva estrategia es el paso de planes con objetivos temporales a uno basado en el cumplimiento de ciertas condiciones.

“He dicho muchas veces cuán contraproducente es para Estados Unidos anunciar por anticipado las fechas en las que vamos a comenzar o terminar opciones militares”, dijo Trump.

Hasta ahora Washington siempre había dicho que el único camino definitivo era una solución política al conflicto, pero ahora se modifica este discurso. “Un día, tras operaciones militares efectivas, quizás sea posible conseguir un acuerdo político con algunos elementos de los talibanes, pero nadie sabe si o cuándo va a pasar esto”, destacó el presidente.

El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, celebró la estrategia y destacó que la Alianza continúa comprometida con Afganistán. “Doy la bienvenida al nuevo acercamiento del presidente Trump basado en condiciones para Afganistán y la región. Los aliados de la OTAN y socios ya se han comprometido a aumentar nuestra presencia”.

Antes del anuncio oficial los medios estadounidenses habían especulado con que Trump anunciaría un aumento de tropas en 4.000 soldados, pero el mandatario se negó a dar cifras “sobre el número de tropas o nuestros planes de actividades militares” para no dar pistas a sus enemigos.

Estados Unidos tiene unos 8.500 soldados en Afganistán en una guerra que comenzó hace casi 16 años, tras los atentados del 11 de septiembre de 2011 en Nueva York y Washington.

En su discurso, Trump exigió un mayor compromiso por parte del vecino Pakistán, y dijo que Estados Unidos seguirá trabajando junto al Gobierno de Afganistán “en tanto y en cuanto vea determinación y progreso”. (DPA)

El presidente trump visita la frontera con México
PHOENIX, Estados Unidos.- El presidente estadounidense, Donald Trump, estaba listo para ser recibido con protestas multitudinarias en su visita a Arizona, durante su primera aparición en ese Estado desde que causó indignación con sus declaraciones sobre una manifestación racista.
Siete meses después de instalarse en la Casa Blanca, Trump visitó por primera vez la frontera con México, a lo largo de la cual quiere construir un muro para frenar la inmigración ilegal. 
El mandatario se desplazó a Yuma, una ciudad de Arizona de unos 100.000 habitantes en la que la entrada diaria de inmigrantes sin papeles desde México ha caído en los últimos tiempos. 
Trump fue duramente criticado por igualar la violencia de los supremacistas blancos con las protestas de los activistas anti racismo, tras la manifestación de grupos neo-nazis y nacionalistas que dejó un muerto y una veintena de heridos, atropellados por ultraderechista a bordo de su auto.
“Trump roció las tensiones raciales con nafta”, escribió el alcalde de Phoenix, capital del estado, el demócrata Greg Stanton, en el Washington Post. “Temo que podría estar a punto de encender el fósforo”, añadió.
Yuma es vista como una de las experiencias de éxito en la lucha contra la inmigración ilegal. De ser una de las zonas más porosas de la frontera, ahora es una de las más aseguradas, indicaron los funcionarios. 
De rodillas ante el himno 
Una docena de jugadores de Cleveland Browns, de la NFL, se arrodilló durante el himno nacional para reivindicar los derechos de ciudadanos afroamericanos, en el partido de pretemporada del lunes ante los New York Giants. Es el mayor acto de protesta de un equipo de las grandes ligas norteamericanas. “Tenemos un gran respeto por nuestro himno nacional, por la bandera y por las y los militares en los Estados Unidos y en el extranjero”, dijo un portavoz de los Browns. “Pero al mismo tiempo, respetamos las grandes libertades otorgadas por nuestro país, incluido el derecho a la libertad de expresión”, añadió. (Télam-DPA)

El presidente Trump visita la frontera con México

PHOENIX, Estados Unidos.- El presidente estadounidense, Donald Trump, estaba listo para ser recibido con protestas multitudinarias en su visita a Arizona, durante su primera aparición en ese Estado desde que causó indignación con sus declaraciones sobre una manifestación racista.
Siete meses después de instalarse en la Casa Blanca, Trump visitó por primera vez la frontera con México, a lo largo de la cual quiere construir un muro para frenar la inmigración ilegal. 
El mandatario se desplazó a Yuma, una ciudad de Arizona de unos 100.000 habitantes en la que la entrada diaria de inmigrantes sin papeles desde México ha caído en los últimos tiempos. 
Trump fue duramente criticado por igualar la violencia de los supremacistas blancos con las protestas de los activistas anti racismo, tras la manifestación de grupos neo-nazis y nacionalistas que dejó un muerto y una veintena de heridos, atropellados por ultraderechista a bordo de su auto.
“Trump roció las tensiones raciales con nafta”, escribió el alcalde de Phoenix, capital del estado, el demócrata Greg Stanton, en el Washington Post. “Temo que podría estar a punto de encender el fósforo”, añadió.
Yuma es vista como una de las experiencias de éxito en la lucha contra la inmigración ilegal. De ser una de las zonas más porosas de la frontera, ahora es una de las más aseguradas, indicaron los funcionarios. 


De rodillas ante el himno 
Una docena de jugadores de Cleveland Browns, de la NFL, se arrodilló durante el himno nacional para reivindicar los derechos de ciudadanos afroamericanos, en el partido de pretemporada del lunes ante los New York Giants. Es el mayor acto de protesta de un equipo de las grandes ligas norteamericanas. “Tenemos un gran respeto por nuestro himno nacional, por la bandera y por las y los militares en los Estados Unidos y en el extranjero”, dijo un portavoz de los Browns. “Pero al mismo tiempo, respetamos las grandes libertades otorgadas por nuestro país, incluido el derecho a la libertad de expresión”, añadió. (Télam-DPA)

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