El viernes por la tarde, justo antes de entrar al estadio “José Amalfitani”, uno de las decenas de hinchas de Atlético que estuvieron infiltrados en la cancha de Vélez (o que ocuparon sin disimulo el sector visitante reservado a “allegados”), no cabía en el orgullo: “es el mejor momento del club”, comentaban. Pero esa mueca de alegría cambió en una de incertidumbre un par de horas más tarde después de la derrota 0-2 ante Vélez y, en especial, de las lesiones que Guillermo Acosta y Rodrigo Aliendro sufrieron durante el partido. Las alarmas se habían encendido ante la inminencia de la revancha contra Independiente, pasado mañana en Avellaneda, por la revancha de los octavos de final de la Copa Sudamericana.
Contagiado por la melancolía de la lluvia que ayer mojó Buenos Aires, la ciudad en la que el plantel se quedará hasta el miércoles, Atlético recibió otra mala noticia. Aunque es cierto que lo de Aliendro fue solo un golpe, y de hecho se entrenó por la tarde con sus compañeros en el terreno que Boca tiene en Casa Amarilla, lo de Acosta tuvo el final menos esperado. “Bebé” está desgarrado en el aductor de la pierna izquierda y quedó descartado para defender este martes el 1 a 0 que Atlético sacó ante Independiente en la ida, en el Monumental.
En menos de 24 horas, los gestos relajados con los que el “Decano” había llegado a la cancha de Vélez el viernes por la tarde se mutaron en muecas de preocupación.
Aunque las teorías en el fútbol suelen barrerse cuando comienzan los partidos, la baja de Acosta parece un golpe duro (muy duro) para Atlético. No sólo por la presencia de un indiscutido en el plantel en el puesto que fuera, sino porque la franja derecha ya estaba dañada con la ausencia de un lateral derecho natural en la lista de la Copa Sudamericana. A la partida de Leonel De Plácido se le sumó que Nicolás Romat (que sí jugó anteanoche ante Vélez) no está inscripto en la lista de la Sudamericana (jugó la Sudamericana con Huracán). De hecho, Acosta actuó como lateral derecho en la ida ante Independiente.
Aquel partido fue el 22 de agosto y Atlético formó con Cristian Lucchetti; Acosta, Yonathan Cabral, Franco Sbuttoni y Gabriel Risso Patrón (Alejandro Montiel); David Barbona, Aliendro, Dardo Miloc y Gervasio Núñez (Favio Álvarez); Luis Rodríguez e Ismael Blanco (Alejandro Melo).
En el banco de suplentes, sin ingresar, quedaron Franco Pizziccannella, Mauro Osores y David Valdez. ¿Cómo hará Ricardo Zielinski para ponerle un segundo parche a un lugar en el que Acosta había actuado como primer remiendo? Las opciones no son muchas y todas serán improvisadas.
¿Valdez bajará del mediocampo para ubicarse como lateral derecho? ¿Osores se sumará a una defensa con cuatro centrales (y en ese caso Cabral pasará al lateral)? ¿El joven Montiel entrará por la izquierda? ¿O Zielinski probará con una defensa de tres (Cabral, Sbuttoni y Risso Patrón)? Por ahora son todas suposiciones, algunas definitivamente improbables. En todo caso, las dudas comenzarán a resolverse en el entrenamiento que el plantel hará hoy en Casa Amarilla, en el tercer día de la estadía de Atlético en Buenos Aires, un viaje que comenzó como si fuera de placer, siguió con incertidumbre y ahora entró en fase de preocupación.